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Alas para cuidar, vida para conservar

Este proyecto reconstruye el concepto de ser vivo y los valores que conlleva, por medio de la utilización, cría, mantenimiento y conservación de insectos como las mariposas de la col.

Febrero 1, 2016

Autor

Andrea Rocío Toledo Aranda
Licenciada en biología. Universidad Pedagógica Nacional
[email protected]

Resumen

“Alas para Cuidar” surge como un proyecto con el que se reconstruye, en estudiantes de Básica Secundaria, el concepto de ser vivo y los valores que conlleva, por medio de la utilización, cría, mantenimiento y conservación de insectos como las mariposas de la col.

Con el fin de transformar la visión mecanicista del ser vivo hacia una visión sistémica, “Alas Para Cuidar” se ejecuta a partir del reconocimiento, construcción y replanteamiento de la importancia y conservación de las mariposas de la Col, así como la formación de los estudiantes en valores propios de la biología de la conservación.

En este sentido, se describen algunas experiencias significativas obtenidas a lo largo del desarrollo de este proyecto como la construcción de mariposarios y el desarrollo de talleres formativos. Los resultados, que empiezan a evaluarse, se enmarcan bajo el ámbito de las ciencias naturales, sin querer decir que no puedan ser utilizados con provecho en otros aspectos de la vida cotidiana. 

Introducción

La sociedad actual se caracteriza por un desconocimiento de la biodiversidad local y global, lo que lleva a la pérdida de valores y a la poca conservación de los ecosistemas propios para el desarrollo de esta biodiversidad. En este sentido, desde hace cuatro años, como parte de las actividades del área de biología en colegios privados de Bogotá (Gimnasio Real de Colombia y Carmen Teresiano), se promueve el uso de insectos vivos como las mariposas con el fin de generar en el aula estrategias que permitan el conocimiento y reconocimiento de las características, ecosistemas y requerimientos que necesitan los seres vivos para su sobrevivencia y conservación. Así mismo, se busca promover una mayor conciencia sobre los valores intrínsecos y extrínsecos de las mariposas, con el fin de conservarlas y mejorar la relación hombre-naturaleza y así contribuir a una mejor calidad de vida de los seres humanos. 

Ahora bien, desde el punto de vista pedagógico y sobre todo de la ciencia, cobran vital importancia espacios a través de los que se haga posible transformar al ser humano a partir de la puesta en práctica, con ejemplos de la vida real, de todo aquello que es enseñado especialmente de las actitudes, procedimientos y valores que llevan al estudiante a transformar la sociedad en la que se encuentra. Por lo anterior, el uso de mariposas y sus plantas hospederas son la mejor opción para lograrlo, ya que las mariposas cobran vital importancia dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje lo que posibilita el reconocimiento de ciclos de vida cortos. Su cría y conservación se expresan como alternativa para el desarrollo de la curiosidad, la responsabilidad y el amor por la naturaleza. 

De igual forma, las mariposas se destacan por su ubicuidad, diversidad y adaptabilidad. Así, una comprensión de las mismas es, en cierto sentido, un gran paso para un buen entendimiento y responsabilidad por la vida y sus manifestaciones (Torres Rodrigo, 2006). Por ello, los valores que logran promoverse en el estudiante son muy importantes pues facilitan lo anterior y forman parte de su integralidad, es decir, de su conjunto de valores religiosos, sociales, ambientales, entre otros; todo esto con el fin de fomentar una mejor calidad de vida individual y colectiva. 

¿Por qué usar mariposas en el aula?

“Las mariposas constituyen uno de los grupos más requeridos y admirados por los seres humanos. No muerden, no transmiten enfermedades y muchas se encuentran entre los invertebrados más espléndidamente coloreados del planeta” (Primack Richard, p.267, 2001). En las escuelas la observación de su ciclo de vida (metamorfosis de huevo a larva, a crisálida y por fin adulto) maravilla los corazones y las mentes de los niños. 

“Muchas manifestaciones de los seres vivos, incluido el comportamiento pueden observarse de primera mano en las mariposas, con muchas menos restricciones que en otros animales” (Torres Rodrigo, 2006).

En este sentido, desde la educación se promueven proyectos encaminados hacia la “puesta en práctica de lo que se lee, ya que está demostrado, que el trabajo de campo es una excelente oportunidad para adelantar el proceso de enseñanza - aprendizaje de los estudiantes” (sedbogota, 2012).

Con ciclos de vida relativamente cortos, y cambios físicos dramáticos durante el desarrollo, las mariposas se constituyen en buenos objetos para estudios de diversa índole. Estas son excelentes modelos de enseñanza, fáciles de mantener (Torres Rodrigo, 2006), y, sobre todo, ya que algunas especies son propensas a la extinción, debido al cambio climático global. Son posibles de conservar y mantener en condiciones óptimas. 

Razones axiológica para el uso y conservación de Mariposas en el aula.

“Los seres humanos conservan la naturaleza por un conjunto de motivos que van más allá de las razones utilitarias” (Wilson, p.14, 1992), sin embargo, hoy en día se hace evidente la necesidad de promover una formación profunda en valores, que permita experimentar sensaciones basadas en la protección de la biodiversidad en virtud del sustento físico, espiritual y estético que ésta proporciona.

En este sentido, desde el proyecto los valores que cobran mayor importancia para ser promovidos y afianzados en los estudiantes son conocidos desde la biología de la conservación como valores extrínsecos e intrínsecos. 

El valor intrínseco, también conocido como mayordomía, hace referencia a la sensación de responsabilidad y manejo de la vida que surge en el ser humano, que considera la responsabilidad y los derechos de los otros seres vivos. “Esta mayordomía incluye la responsabilidad de proteger los derechos de los no humanos, su valor intrínseco, lo que describe Bryan Norton como “El valor -de un objeto- que no depende de su contribución al valor de otro objeto” (Wilson E.O. 1992). Es decir el valor de conservar y cuidar al otro por el simple hecho de estar vivo. Con la formación en este valor debe garantizarse la supervivencia de todas las especies, independientemente de su abundancia o importancia económica. Todas las especies pertenecen a la comunidad de seres vivos y tienen tanto derecho a existir como los seres humanos. 

En este sentido, el conocimiento y reconocimiento de las mariposas, así como el de las plantas que necesitan para vivir, en un espacio como el aula de clase y luego en espacios más abiertos como criaderos o jardines, posibilita ampliar visiones de la realidad y de la naturaleza. Esto lleva a una “visión holística de lo que nos rodea, orientándola hacia la identificación y pertenencia de los seres humanos a una comunidad biótica –natural- más amplia en la que se respeta a las especies y su derecho a existir” (Promack Richard, p.72, etal), promoviendo una conservación en cadena que proporciona las bases para iniciar la formación en valores propios de la Biología de la conservación.

Conservando ando y mis alas voy desplegando: materiales y métodos.

El proyecto se ha desarrollado a lo largo de cuatro años en dos colegios privados de la ciudad de Bogotá: Gimnasio Real de Colombia (2009-2011) y El Carmen Teresiano (2012-actualidad). En cada uno de estos se empleó una metodología cualitativa enfocada y orientada hacia el aprendizaje significativo y la formación de seres humanos cuya ciudadanía sea ambientalmente responsable, comprometida con la conservación y protección del ambiente. (García, 2000). Por esta razón, esta investigación se articula desde seis fases principales, por medio de las cuales se hace posible poner en práctica lo que se aprende en el área desarrollando los valores anteriormente nombrados. El proyecto retoma varios conceptos principales en la formación disciplinar de los estudiantes tales como: biodiversidad, ciclos de vida, factores ambientales, conservación y ecología. Cada uno de estos se despliega y se ejemplifica a lo largo del desarrollo del proyecto. 

Fase I: Obtención de mariposas en el campo.

Este proceso se desarrolla a lo largo de todo el proyecto, es decir, no tiene una fecha límite. En primer lugar, se determina la especie que se quiere criar, para lo que se hace especial énfasis en aquellas especies cuyos ecosistemas estén siendo intervenidos por las actividades humanas, pues ello influye en la pérdida de la población a largo plazo.

Teniendo en cuenta lo anterior, después de una exhaustiva investigación (que incluyo fases de campo y bibliográficas) se determinó que las mariposas de la col están perdiendo su hábitat en municipios principales de Cundinamarca, tales como: Chipaque y la Calera, debido a que los pobladores eliminan su planta hospedera por considerarse una maleza o mal llamada “planta de potrero”.

Una vez determinada la especie a criar y conservar, se llevan a cabo experiencias significativas basadas en salidas de campo, en las cuales se recolecta material biológico de las mariposas (orugas) y material vegetal de las plantas que servirán de alimento para dichos seres vivos (semillas, hojas, plantas completas, entre otras). 

Para la colecta de orugas se emplean recipientes plásticos similares a los frascos de gomas o empaques de panecillos y papel higiénico húmedo que se coloca en el peciolo de las hojas en las que se encuentren las orugas, con el fin de mantener la humedad. 

Es indispensable evitar que la luz del sol de directamente sobre la caja en que se transportan las mariposas, pues demasiada exposición solar podría maltratar el material biológico. Cada una de las cajas debe ser etiquetada con información básica como: lugar, fecha de colecta, estado del tiempo, organismos encontrados o asociados a la planta hospedera, entre otros. Paralelamente, en materas se puede sembrar la planta hospedera y transportarla hacia el laboratorio o aula donde se desarrollará el proceso. 

Durante el desarrollo de las salidas se determinan aspectos como: temperatura, estado del tiempo y humedad del suelo, teniendo en cuenta una “metodología experimental - cuantitativa por medio del control de variables” (Cerda Hugo, 2001). Todos estos claves para el mantenimiento de las mariposas en el aula o en el laboratorio. 

Fase II: Obteniendo mariposas en el aula

Esta segunda fase se caracteriza por la observación, experimentación, análisis y sistematización de cada una de las fases que presenta el ciclo de vida de las mariposas. Es indispensable construir para ellas un espacio (casa) Con el fin de lograr un excelente desarrollo de la cría y conservación de las mariposas, es indis en donde sea posible mantener las condiciones adecuadas para su ciclo de vida. Las mejores casas para mariposas pueden realizarse a partir de 8 estructuras o bases de madera en balso de 60 cm de largo por 6 cm de ancho, 4 bases en madera de 80 cm de largo, 1 lamina en madera de 60 X 60 cm, 4 rectángulos de anjeo o velo de cortina blanco de 65 cm X 85 cm, 1 rectángulo de anjeo blanco de 60 cm X 60 cm, clavos o tornillos para madera y velcro (Torres Rodrigo, 2006). 

Es decir, la casa para las mariposas tendrá aspecto de cubo con una puerta principal. Una vez elaborada la casa se colocan dentro de ella las plantas hospederas y las orugas. 

Posteriormente se realiza un seguimiento descriptivo del ciclo de vida etapa por etapa: huevo, oruga, crisálida o pupa y adulto. Es indispensable resaltar colores, movimientos, características generales, diferencias entre machos y hembras, alimentación, entre otros. 

Las mariposas adultas se pueden alimentar del néctar de las flores frescas que se encuentran en las plantas hospederas, o preparando un néctar artificial fresco que consiste en disolver en agua un cuarto de cucharadita de miel de abejas, una cucharadita de azúcar y jugo de naranja dulce. Este néctar puede dejarse en un comedor para mariposas -plato plástico colgante- o en espumas artificiales que colgarán de un gancho al techo de la casa. 

Fase III: valoración e inclusión de las mariposas en la vida de los estudiantes

Esta fase se desarrolla paralelamente a la cría y obtención de mariposas en el aula (fase I y II), se trata la fuente principal del proyecto, ya que aquí los estudiantes desarrollan una consulta relacionada con el ciclo de vida de las mariposas, sus necesidades alimenticias y climáticas, así como la biodiversidad de las mismas a nivel local y global. Es decir, desarrollan una contextualización de estos seres vivos que tienen a su cargo. Al mismo tiempo se llevan a cabo actividades que dejan ver sus concepciones acerca de los seres vivos, la ecología y su visión del mundo. Estas concepciones son analizadas a partir del desarrollo de mándalas (gráficos o representaciones de la realidad), los cuales deben ser elaborados y sustentados al inicio y final del proyecto. 

Con el fin de complementar la visión de la realidad se desarrollan análisis de autores y teorías ecológicas tales como Gaia, Pacha Mama, Ecología Profunda y Biología de la Conservación. Cada una de estas se utilizan con el fin de ampliar la “visión de la tierra como un superorganismo, capaz de autorregularse, que requiere de la conservación de la diversidad biológica” (Bianchini, p.15,1995). A partir de estas diferentes concepciones cada uno de los estudiantes retoma lo que más le llame la atención y comienza a deconstruir su realidad. Paralelamente, este trabajo se complementa relacionando la misión y la visión de la institución en la cual estudian, con su formación disciplinar. En la Institución Gimnasio Real de Colombia, por ejemplo, se propende por una formación integral que conlleve hacia el respeto y el amor por la naturaleza, mientras que, en el Carmen Teresiano se orienta la comprensión del ambiente desde la pedagogía del amor.

Lo anterior se posibilita desde el momento en que el proyecto trasciende los espacios del laboratorio o el aula y se dirige hacia los jardines o zonas verdes de la institución. Ello implica ampliar el campo de acción y sobre todo de conservación, teniendo en cuenta que cada estudiante involucrado en el desarrollo del mismo debe ser responsable de la existencia del otro. 

Fase IV: construcción del mariposario

Construir el mariposario posibilita continuar a gran escala con la cría de mariposas de diferentes especies que se encuentren en peligro. Así mismo, se desarrolla un gran espíritu investigativo de carácter científico, ya que dentro de este espacio se hace posible controlar variables claves para el mantenimiento de las mariposas a criar.  

La elaboración de mariposario tarda de dos a tres meses y se usan materiales que alteran poco el ambiente. Para ello se construye una estructura cuadrada de tres metros y medio de alto por tres metros de largo, utilizando guadua como las bases de la estructura, columnas y techo, por lo general 4 guaduas se emplean como soporte y 4 para el techo, el recubrimiento de esta estructura se realiza con malla de angeo transparente, gris o blanco. Teniendo en cuenta lo anterior, los materiales posibilitan que haya poca intervención en el ambiente, son de bajo costo y presentan una gran durabilidad, así como un gran valor estético. Las guaduas le dan un toque natural al criadero y la malla permite la observación de las fases del ciclo de las mariposas a gran escala, así como las plantas y comederos, elaborados en plástico que pueden ser colgantes o fijos al suelo a una distancia de 50 cm, los cuales se utilizan para el mantenimiento de las mismas.

Finalmente, llevar a cabo la construcción del mariposario invita a los estudiantes a continuar siendo responsables con la conservación de estos organismos; los compromete con la vinculación de estudiantes de otros cursos y secciones con la investigación sobre seres vivos que se presentan en su cotidianidad pero que se encuentran en graves riesgos por las acciones irresponsables de los seres humanos. Es decir, su formación se va orientando a partir de una educación por procesos y en procesos que se evidencia a través del cambio de actitudes y del mejoramiento en el uso de los recursos naturales, así como la forma en que los estudiantes trascienden o enseñan todo aquello que aprenden a generaciones de estudiantes que vienen detrás de ellos. 

Fase V: Divulgación del proyecto a la comunidad educativa

La divulgación del proyecto se lleva a cabo aprovechando espacios institucionales tales como ferias de la ciencia, proyectos de aula y talleres de formación vocacional. 

La verdadera importancia de esta fase radica en la visibilización a toda la comunidad del desarrollo de la investigación, de los conocimientos apropiados, y, sobre todo, la posibilidad de continuar generando conciencia en personas ajenas a la investigación.

Así mismo, a lo largo de esta fase se evidencia un trabajo cooperativo en donde los integrantes del grupo investigador desempeñan roles que aportan a la elaboración de materiales didácticos que permitan el reconocimiento y enseñanza de los objetivos, conceptos y valores característicos de la investigación.

Mariposarios, bichos y carter botánico: resultados, discusión y proyecciones

“Alas para Cuidar” como investigación desarrollada a lo largo de cuatro años, permite obtener resultados parciales que conllevan a la formación de estudiantes bajo el carácter científico y la integralidad de sus valores en un contexto específico. La construcción de mariposarios en espacios o zonas verdes de los colegios es uno de los resultados más visibles de la investigación. Estos se convierten en escenarios de observación, interacción y participación en el mejoramiento de la relación hombre naturaleza. De igual forma, el desarrollo de actividades basadas en la curiosidad, creatividad y formulación de hipótesis, así como la pasión, entrega y compromiso de los estudiantes involucrados son aquellos resultados intrínsecos, que se pueden obtener en el inicio, desarrollo y proyecciones del proyecto. 

Con la construcción de los mariposarios se posibilita obtener otro tipo de resultados como: ferias taxonómicas de vegetales CARTER BOTÁNICO, planeación y ejecución de talleres formativos, BICHOS. 

En primer lugar las ferias taxonómicas de vegetales (ferias de clasificación) de la institución, son un resultado propio de la inclusión de las mariposas en espacios que trascienden el aula y el laboratorio, pues conlleva a reconocer el tipo de plantas que servirían como sustento (alimenticio o de vivienda) para orugas y adultos de diferentes especies de mariposas. Por ejemplo, en el colegio El Carmen Teresiano, durante el transcurso del proyecto “Alas para Cuidar”, se desarrolló una aproximación a las plantas que permitieran la cría de mariposas. Dicha aproximación se visibilizo dando como resultado la primera muestra de plantas denominada Carter Botánico, donde se hizo especial énfasis en el tipo de planta, sus características, importancia y relevancia para el proyecto. Esta muestra contó con la asistencia y participación de diferentes cursos que abarcaban primaria y secundaria (segundos, quintos, séptimos, octavos y novenos). 

En segundo lugar, surgen talleres formativos de orientación vocacional, enfocados hacia la formación de estudiantes, basados en el reconocimiento de especies animales como los insectos. Estos talleres intentan responder a las necesidades e inquietudes de aquellos estudiantes que, después de la divulgación del proyecto, se interesan por conocer un poco más de las mariposas y de otro tipo de insectos. 

Cada uno de los talleres es desarrollo por estudiantes que han participado en el proyecto, en espacios como direcciones de grupo y sábados por la mañana. Para cada uno de ellos los estudiantes diseñan, ejecutan y evalúan actividades para niños y niñas de preescolar, básica primaria y jóvenes de secundaria, con el fin de enseñar y poner en práctica las características, tipos, ecología y conservación de insectos. En el Gimnasio Real de Colombia, los talleres formativos vocacionales recibieron el nombre de “BICHOS” y contaron con la participación de niños, niñas y jóvenes de todas las edades en jornadas de cuatro horas todos los sábados. A lo largo del desarrollo de los talleres se llevaron a cabo actividades de aula, de laboratorio, salidas de campo, observación de insectos presentes en la institución, así como sustentaciones ante profesores y padres de familia.

Consideraciones finales

A partir de esta experiencia investigativa de la cría y conservación de mariposas, se logran articular acciones en pro de un desarrollo humano integral, donde la conservación de especies y sus ecosistemas se haga posible dentro de un contexto escolar. La enseñanza y aprendizaje de las ciencias por medio de la experimentación con seres vivos, dentro del aula y el laboratorio, se convierte en un aprendizaje significativo que conlleva a un quehacer en contexto, que transforma individualidades y apunta hacia la colectividad. Lo anterior fie claramente evidenciado en el desarrollo de los talleres formativos. 

Las experiencias significativas tratadas en este artículo, se construyen y deconstruyen constantemente, mediante la interacción del docente con el estudiante.

Finalmente, a través de “Alas para Cuidar” se genera conocimiento de las mariposas, plantas e insectos. Adicionalmente, se comunica y promueve una mayor conciencia sobre su valor (Intrínseco y extrínseco), que contribuye al logro de su conservación y en el mejoramiento de la calidad de vida y los valores del ser humano.

Lista de referencias

Bianchini, T.E. (1995). La Educación ambiental y la hipótesis Gaia. Serie de documentos especiales, Santa Fe de Bogotá D.C. Ministerio de Educación Nacional, Educación Ambiental.
Cerda, H (2002). Los elementos de la investigación. El Búho. Bogotá. 
García Gómez, J y Rosales, J (2000) Estrategias didácticas en educación ambiental. Ediciones Aljibe, Málaga
Primack, R (2001). Fundamentos de la conservación Biológica. Perspectiva latinoamericana. Ed. Fondo de Cultura Económica.
Primack, R y Ros, J (2002). Introducción a la biología de la conservación. Ed. Ariel. 
Torres, R. (2006). Mariposas para Educar. Actividades Biológicas. Folleto Informativo. Departamento de Biología. Universidad Pedagógica Nacional, p.p. 1-47. 
Wilson, E.O. (1992). ¿Qué es la biodiversidad y razones para la conservación de la biodiversidad. Conservando la Biodiversidad de la Tierra. Island Press, Washington, D.C. USA. 
Se construye el primer mariposario escolar en Bogotá. Mayo de 2012. www.sedbogota.edu.co/ index.php/noticias-destacadas

 

Este documento fue tomado de www.revistaelastrolabio.com

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