100 días para la creatividad

Es muy común por estos días, toparse con iniciativas frustradas. Muchos propósitos de año nuevo que empezaron con entusiasmo, fallecieron hace algunos meses en medio del olvido y el fracaso. Siendo un caso común para humanos de todas las edades.

Me pregunto si desde el aula, será posible promover maneras dinámicas y divertidas para que la constancia sea una virtud que nuestros estudiantes puedan desarrollar desde temprana edad, pues empezar algo y no terminarlo es tan malo como suena. Aunque en el colegio el currículo obliga a los estudiantes a cumplir sus deberes y realizar diversos tipos de trabajo, se podría pensar en prácticas que fueran más transversales en el tiempo y que abarcaran un mayor rango que tan solo unos cuantos días.

Por eso iniciativas que se relacionan con retos de mantener un hábito constante me llaman mucho la atención y considero que podrían ser interesantes tenerlas en cuenta para nuestros jóvenes estudiantes. Por estos días, he leído un poco sobre dos tendencias que quizás ya llevan sonando un rato en redes: 100 days of happiness y the 100 days Project. La primera cuyo nombre traduce 100 días de felicidad, invita a que sus seguidores capturen de alguna manera los detalles que los hacen felices para obtener una perspectiva más positiva de su vida: fotos y textos, a través de diversas redes sociales pueden ser publicados con el hashtag #100happydays para promover la constancia y el optimismo.

Así mismo, the 100 days Project que traduce “el proyecto de los 100 días”, invita a que sus “afiliados” realicen actividades creativas de todo tipo en un período ininterrumpido de 100 días. Los que han participado desde el año 2011 tienen todo tipo de ideas que van desde la pintura, dibujos, fotografías, canciones, textos, frases, muñecos de plastilina, recetas de cocina y todo tipo de creación que incluya un gran porcentaje de ingenio.

Aunque las tareas escolares y trabajos están bien, mantener una tarea constante por un período que suena tan simple como 100 días es complicado. A los niños, se les puede olvidar hacerlo por el día a día. A los adultos, se nos complica la vida con todas nuestras ocupaciones. Las excusas están a la orden del día y son bastante similares, sin importar la edad. Pero, realizar proyectos que motiven la creatividad, constancia y disciplina es una habilidad necesaria para los líderes del futuro y profesionales del mañana.

Incluso, prácticas en desuso como llevar un diario, han reportado tener múltiples beneficios como clarificar los pensamientos, ordenar las ideas, mejorar la memoria e impulsar la creatividad[1]. Aunque la idea de un diario puede sonar cursi, consignar las ideas que se pierden en el día a día puede significar, tanto para jóvenes como para adultos, una oportunidad de organizar su mente y canalizar mejor sus ideas.

Dicen por ahí que para formar un nuevo hábito se necesitan 7, 14, 30 o 66 días. La cifra varía según el experto y según la fuente. Lo cierto es que tener un hábito constante en el tiempo que irrumpa nuestra rutina, no es tan fácil como suena. La invitación es para empezar a promover actividades que vayan más allá de la rutina, que tengan una proyección más a lo largo del año escolar y que pueda servir para que nuestros estudiantes potencien su habilidad de ser constantes y disciplinados en el futuro. Y mejor aún, si se trata de algo que motive la creatividad y la imaginación.

[1] www.grammarly.com