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Formación docente de calidad: base de una educación para la paz

La búsqueda de un cambio en las concepciones educativas, de nuevas prácticas que rompan los esquemas y del uso de estándares diferentes de calidad, según Pablo Gentili. 

Marzo 3, 2017

Autor: Steven Zabala Correa

El II Seminario Latinoamericano “Maestros y Maestras Hoy”, llevado a cabo por el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico, IDEP, en Bogotá, trajo consigo importantes reflexiones. Pablo Antonio Amadeo Gentili, Secretario Ejecutivo de CLACSO, en entrevista para Aula Urbana, deja evidencia las transformaciones y apuestas de la política educativa en América  Latina.

Gentili, de nacionalidad argentina, es Doctor en Educación de la Universidad de Buenos Aires y se ha desempeñado como coordinador, profesor, conferencista e investigador en el campo de la educación durante más de 30 años en su país natal y en otras naciones como Brasil y, Alemania. Es reconocido por ser el compilador y el autor de múltiples publicaciones que abarcan el contexto educativo por medio de la crítica y la argumentación. Actualmente se desempeña como el Secretario Ejecutivo Adjunto y Coordinador Académico del Consejo Latinoamericano de Ciencias   Sociales.

Uno de los temas destacados por Gentili en su visita a Colombia fue el de  la precarización de la formación docente, explicado como “un proceso que contiene la oferta privada de aprendizaje de baja calidad a los educadores y una serie de estructuras “predeterminadas” que, en teoría, garantizan a maestros y maestras una buena predicación de enseñanzas a sus estudiantes”. Para Pablo Gentili es preocupante que “este método no solo se traduce en  una forma más de que los profesores y profesoras malgasten sus recursos económicos, sino que termina derivando en la construcción de frustraciones  al percibir que no obtienen los resultados que deseaban en su práctica magisterial”.

“Para contrarrestar esta situación es importante, entonces, que la formación docente quede establecida como una política pública de las ciudades; es decir, que se fomente desde el sector público y brinde las garantías necesarias de calidad para que maestros y maestras puedan formarse sin necesidad de acudir a un modelo de negocio privado y con las garantías y certificaciones que lo público les pueda proveer”. Y en la solución de estas necesidades destaca la labor que realiza el IDEP en Bogotá y en muchos otros lugares del país respecto al proceso de cualificación docente con el que se busca adelantar estudios y acciones que aportan a la reflexión de los docentes, gracias al uso de estrategias de apoyo, intercambio de saberes y el reconocimientos del trabajo de los educadores. El Distrito trabaja por mejorar las capacidades y reconocer los aciertos de los maestros y maestras públicos.

“El debate que se da acerca de la formación docente en el IDEP es positivo porque lo pone como prioridad, además presupone el reconocimiento la memoria y el trabajo en las aulas de clase por parte de los docentes (...) El hecho de que docentes compartan sus experiencias supone reconocer a los educado- res como sujetos productores de conocimiento”, afirma Gentili.

Además, rechaza “el deseo de muchos de convertir al gremio de la educación en un tipo de corporación”, aseverando que “el corporativismo tiene efectos negativos ya que estos grupos tienden a auto defenderse, a aislarse de cualquier tipo de influencia externa y a abusar del poder que tienen”; Geltili deja entrever que la docencia no puede ser el espacio en el cual se descaracteriza, se humilla y se interpela a los profesores y profesoras por lo que se pueda llegar a hacer mal, más bien, la docencia es un espacio en donde se ejerce la democracia y este gremio de docencia debe aceptar las críticas y promover   la evaluación de doble vía en los espacios sociales donde se desempeñan; sin embargo, es más importante enfocarse en reconocer la posibilidad de construir progreso basándose en las experiencias del pasado de todos los docentes.

“Indiscutiblemente hay que recuperar la voz de los maestros y su importancia social. Si bien nos pueden evaluar por ejemplo los empresarios, ¿por qué no podemos nosotros evaluar a quienes nos evalúan? Sin llegar a ser corporativos. Somos un espacio de desarrollo social, reconocidos como un colectivo de trabajadores de la cultura, del arte, de la formación en un sentido amplio.” Pablo Gentili.

Por  otra  parte,  el  argentino  hizo  claro  énfasis en que “la educación en Latinoamérica no puede convertirse en una herramienta para formar trabajadores cuyo único fin sea contribuir al modelo de desarrollo económico de un país que termina posteriormente convirtiéndolos en una pieza más, quitándoles méritos, discriminándolos y entregándoles salarios paupérrimos. La educación tiene que ser una pieza clave en la construcción del sentido de la vida en cada sujeto de aprendizaje”.

“No es posible que la escuela sea entendida como la única responsable de los malos resultados en pruebas internacionales o la causa de que un país no sea potencia económica.” Para el experto, Colombia debe procurar encontrar en la educación la mejor estrategia para sobrellevar el proceso de guerra que por más de 50 años ha aterrorizado al país. Ahora bien, la guerra debe ser en- tendida como un proceso de reconocimiento y reconstrucción de la sociedad colombiana materializada en la esperanza, en utopías y en la reafirmación de derechos e identidades de muchos de los afectados (víctimas del  conflicto).

“La escuela en Colombia es una de las instituciones más significativas para las víctimas, ya que en ella, encuentran ayuda para poder visualizar un nuevo futuro y esto es sin duda una labor que se le debe reconocer a la escuela.” destaca Gentili. La educación para la paz debe ser el inicio de una nueva sociedad que produzca no solo avances económicos sino también sociales y culturales… Esa batalla tiene que ser librada en las escuelas del  país.

La administración de la Bogotá Humana hace hincapié en la promoción de la educación por el respeto de las diferencias que existen entre todos los individuos. Por ello, se han implementado políticas públicas que permiten la sana convivencia ciudadana con miras a la tolerancia y la aceptación del alter ego como sujeto de derechos y deberes. Así mismo, el IDEP trabaja en proyectos de inclusión y perspectivas de género que permean otras realidades sociales en pro de una educación consciente de que la única manera de alcanzar la paz es por medio del respeto hacia los demás.

La alianza entre el IDEP y CLACSO es otro tema destacado por Pablo Gentili. El Consejo Latinoamericano de Ciencias  Sociales  (CLACSO)  es una institución internacional no-gubernamental con estatus asociativo en la UNESCO, creada en 1967. Actualmente, reúne 433 centros de investigación  y posgrado en el campo de las ciencias sociales y las humanidades en 26 países de América Latina, Estados Unidos, Canadá, Alemania,  España  y  Portugal.  En Colombia cuenta con la participación de las principales universidades y centros de pensamiento.

CLACSO ha buscado en los últimos años sobrepasar su estatus de red académica y convertirse en un espacio que permita, gracias a su potencial, aportar al desarrollo de políticas públicas innovadoras  por  medio  de  los  resultados, insumos y conocimientos que nacen desde la  investigación social. En ese sentido, el IDEP es un aliado fundamental en Colombia dado el papel que desempeña desde la esfera pública, haciendo investigación y promoviendo innovación, a la par que se encuentra anclado en el trabajo y la cotidianidad educativa en las propias escuelas. Sin duda, quienes trabajan en investigación educativa deben ser gestores primordiales de políticas públicas en las grandes ciudades y en los países. A lo anterior se suma, que también recae sobre los intelectuales de la educación la responsabilidad de establecer agendas de investigación dado su conocimiento en el campo escolar, ya que hay mucho que aprender de lo que pasa a diario en las escuelas y del dialogo con los que están muy de cerca a esta realidad, como el caso del  IDEP.

Para concluir, Gentili destaca la Séptima Conferencia Latinoamericana y Caribeña de CLACSO, la cual se llevará a cabo del 9 al 13 de Noviembre en la ciudad de Medellín. Uno de los coloquios principales de la conferencia sobre Derecho a la Educación, organizado por el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico. El espacio será oportuno para reafirmar la intención de CLACSO de ser un propulsor de políticas públicas educativas en los países en los que hace  presencia.

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