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Formemos en la escuela atletas de elite

En nuestras manos no solo tenemos un puñado de niños que atender, sino que ellos deben ser como los atletas: deben proyectarse, entrenar, rendir, competir, batir marcas y mejorarlas.

Mayo 2, 2016

Es una realidad que somos maestros del siglo XXI, pero seremos los formadores de la sociedad del futuro XXII en cierta manera. Es precisamente esa responsabilidad la que lleva a dejar huella en semillas que después formaran frutos, esa misma que nos exige ser profesionales de alto rendimiento, aunque suene algo deportivo. Me refiero a que debemos ser de elite ya que en nuestras manos no solo tenemos un puñado de niños que atender, sino que ellos deben ser como los atletas: deben proyectarse, entrenar, rendir, competir, batir marcas y mejorarlas.

Desde mi punto de vista, el docente tiene que mostrar su labor en un estadio (la escuela), impresionar a unos espectadores que igual que en la realidad critican si su equipo pierde 2 o 3 partidos seguidos, pero son gloriosos cuando ganan la copa (la familia).

Un terreno de juego a veces en buenas o malas condiciones, por su naturaleza o factores externos pero en donde todos sueñan y quieren verse jugar (el aula), unos atletas donde no todos tienen las mismas condiciones sino que tienen posiciones donde destacan sus virtudes y minimizan cada partido sus errores (los estudiantes), todo en función de una colectividad y logro de objetivos conjuntos (sociedad), un entrenador que es estratega antes y durante cada encuentro en el terreno, que conoce las cualidades de cada jugador pero a cada uno da consejos e instrucciones del hacer en el encuentro (las competencias), reconoce a los rivales como iguales pero no obstante debe vencer, por último y no menos importante dado que es él el motor de vida del juego, el gol (los triunfos académicos).

El gol es la anotación que da tranquilidad y felicidad a los espectadores, brinda victorias, otorga títulos, aumenta el nivel del juego (enseñanza y aprendizaje) y mueve masas hacia el mismo. Por todo lo anterior debemos ser y formar atletas de elite.

Atletas de elite que, así como en la actualidad futbolística logran tener a los 28 años un futuro formado, a los 17 logran debutar en categorías profesionales, tener récord mundial de más goles anotados en un año, lograr ganar 5 balones de oro, ser medallistas olímpicos, entre otras más decenas de records, así debemos formar atletas. Pero no de esos que son egocentristas y con complejos de superioridad, sino atletas de elite humildes e íntegros para una sociedad en formación y con valores.

Ya para no alargar más la premisa de que ser un docente conlleva una gran e inmensa responsabilidad para el siglo XXI y XXII, quiero terminar mencionando que debemos formar seres capaces de aguantar una infinidad de barridas de la vida, económicas, familiares, psicológicas, sociales, afectivas, sentimentales, laborales, en fin.

Así como el récord más sublime que ostenta ese atleta de elite "Lionel Messi" y no precisamente son los records mencionados unas líneas atrás, que si bien son de él, son títulos efímeros y pasajeros para su proyecto de vida, más si lo es el récord que muy pocos perciben y es: que en cada uno de los partidos disputados en su vida, desde el primer minuto hasta el último, ha sido al jugador que más han intentado derribar y siempre se ha disputado todos y cada uno de los balones.

Formemos atletas que saben jugar, anotar goles y levantarse o salirle al paso a cada barrida.

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Escrito por
Docente del área de Tecnología
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Jaqueline Cruz Huertas
Gran Maestra Premio Compartir 2000
Es necesario entablar una amistad verdadera entre los números y los alumnos, presentando las matemáticas como parte importante de sus vidas.