Redes sociales como herramienta para la educación

Las plataformas son apenas recursos, la clave está en el uso que les damos.

Durante mucho tiempo se ha debatido sobre el papel que debe desempeñar la tecnología en las aulas de clase, para algunos son herramientas netamente de apoyo, mediante las cuales se pueden llevar a cabo tareas y actividades, mientras que otros las encuentran como una parte importante dentro del proceso de aprendizaje ya que no solo brindan soluciones, también se convierten en un escenario de formación.

En esa medida es claro que las TIC son vistas como un mecanismo de ayuda, sin embargo, la polémica empieza cuando las tecnologías empiezan a entrar en las aulas y a hacer parte del programa académico.

Lo cierto es que las nuevas tecnologías han marcado una pauta importante sobre cómo aprovechar recursos que se salen de lo tradicional para hacer del proceso de enseñanza algo más dinámico, interesante y sencillo para los estudiantes.

Las redes sociales, por ejemplo, constituyen una excelente oportunidad para el desarrollo de los programas académicos, ya que vistas desde una perspectiva de aprendizaje es posible acceder a diversos recursos que facilitan la realización de actividades orientadas a la enseñanza, a la vez que permiten desarrollar habilidades y competencias digitales, trabajo colaborativo, sociabilidad, entre otras.

De hecho muchas plataformas que fueron creadas con fines de telecomunicación, entretenimiento, visualización de vídeos, entre otras, han optado por adaptar sus servicios para que sean aprovechados en ambientes educativos, un claro ejemplo de ello es el proyecto "Skype in The classroom" el cual busca crear aulas de clase dinámicas e interactivas mediante videollamadas en las que se vinculan tutores y docentes de todo el mundo para dar apoyo en una clase.

Por otra parte está también el proyecto del gigante de los vídeos YouTube, quien lanzó una iniciativa llamada 'YouTube EDU', el cual consiste en un programa que busca incentivar el aprendizaje en línea para personas de habla hispana.

Como estos, existen muchos otros proyectos basados en interfaces de redes sociales que están empezando a encontrar una oportunidad en los entornos educativos, y es esta realmente un gran oportunidad si se entiende como una herramienta que facilita y pone al alcance el conocimiento, que permite compartir con otros y que ayuda a desarrollar habilidades propias de nuestra era, la digital.

Por supuesto, que para lograr resultados óptimos se requiere que los docentes cuenten con habilidades y competencias en dichas tecnologías, que estén en capacidad de dirigir y orientar a los estudiantes, más si se tiene en cuenta que las nuevas generaciones ya cuentan con conocimientos en el uso de las TIC, pero la orientación y la formación estará siempre a cargo de maestro.

Teniendo en cuenta esto, es posible reconsiderar el papel que le damos a las tecnologías en la educación, ya que usualmente son entendidas como dispositivos para hacer, cuando en realidad pueden ser herramientas para aprender, asimismo, las redes sociales pueden ser adaptadas y usadas sin que esto vaya en contra de los programas académicos, sin desvirtuar la labor del docente y sin entorpecer el proceso de aprendizaje.

Dicho esto, la verdadera pregunta que debemos hacernos no es si se deberían implementar las Redes sociales en la educación, sino ¿cuán preparados estamos para hacerlo de la forma correcta?