Redes sociales: de la banalización a la apuesta educativa

Los medios sociales también pueden ser parte de la transformación educativa.

Desde que aparecieron las redes sociales como plataformas para la integración de personas en comunidades virtuales, ha sido mucho lo que se ha dicho, muchos los usos que se les han dado y aun mayor el impacto que han generado en la sociedad a nivel mundial.

En un primer momento constituyeron un mecanismo para la generación de círculos sociales y nuevas formas de comunicación, después se convirtieron en espacios para compartir información y estar al tanto de la actualidad noticiosa del mundo, para sentir que estamos más informados y menos “desconectados del día a día”, posteriormente las marcas, el marketing y el branding tomaron la voz, un sinfín de empresas y organizaciones encontraron la manera de capitalizar con fines comerciales y de posicionamiento a millones de personas que día a día se encuentran en constante conversación.

Sin embargo, independientemente de los usos, las redes sociales han tenido un estigma desde que surgieron, han sido vistas como espacios para desaprovechar el tiempo, han sido entendidas como sitios para el ocio y entretenimiento únicamente, pese a ello, cabe recordar que estas plataformas también se han convertido en un “megáfono”, un lugar para denunciar y hacerse oír, espacios donde se crean, apoyan y amplifican marchas, protestas, causas sociales, etc.

También cabe mencionar que en esa serie de transformaciones que han tenido, también han surgido una serie de oportunidades y beneficios para temas y aspectos que en un principio quizá no habrían sido imaginados siquiera, uno de ellos y tal vez el más revolucionario es la educación, ya que desde mi perspectiva es, junto al marketing, la industria que más oportunidades tiene, aunque quizá la que menos las aprovechado.

Y es que dada dicha banalización, ha sido poco lo que se ha trabajado para vincular estas plataformas en los procesos de educación, suelen verse lejanas, distantes y poco o nada útiles para algo tan serio como lo es la educación, sin embargo, no están tan lejos de ser herramientas no solo útiles, sino de alto impacto, con alto potencial para el desarrollo de competencias y habilidades propias de las plataformas y más específicamente, propias de esta era y las venideras. ¿De qué otra forma podemos adaptarnos y aprender a vivir en entornos digitalizados sino es mediante su uso?

Sin duda alguna la educación no puede ser ajena a los fenómenos sociales, mucho menos a uno que ha generado tantos cambios en aspectos de comunicaciones, consumo y estilo de vida. Si se quiere ser más preciso, no puede ser ajeno al “boom del social media” ya que se basa principalmente en el relacionamiento de las personas, en la generación de conversaciones y en el flujo de información, aspectos que son parte del trabajo del sistema educativo, por tal motivo no tendría ningún sentido apartar aquellos mecanismos mediante los cuales actualmente se llevan a cabo dichos procesos.

En esa medida, es clave reconsiderar el uso que se le da a estas herramientas, ya que como toda tecnología, las redes sociales entran en la discusión del uso y el abuso, de la aplicación y el beneficio, en la polémica de la cantidad versus la calidad, y es allí en donde el sistema debe estar preparado, ya que de nada vale llenar los currículos y programas escolares de tabletas, smartphones y redes sociales, sino hay un verdadero planteamiento estratégico del uso que van a tener, del impacto esperado, de los pro que puede aportar al desarrollo de la labor docente y del proceso de enseñanza/aprendizaje.

Las plataformas sociales tiene mucho potencial si son bien usadas en el aula de clase, existen múltiples oportunidades que si son orientadas de la manera adecuada pueden generar un resultado positivo que mezcla la práctica educativa y los medios con los que interactúan día a día los estudiantes.

El siguiente punto en la lista a revisar será, cuál es la capacidad de respuesta de nuestro actual sistema educativo y cuán listos están nuestros docentes para llevar la clase a los medios sociales.