Adoptar y adaptar

En su labor cotidiana de promover el aprendizaje los docentes se encuentran cada vez más presionados a utilizar multitud de materiales didácticos digitales que deben seleccionar entre una abrumadora cantidad de recursos disponibles. Lejos están los tiempos en que el álgebra se enseñaba con el mismo texto con el que había aprendido la generación anterior.

Surge de esta tendencia la disyuntiva sobre si el papel del maestro es convertirse en productor o consumidor de dichos materiales. La pregunta es curiosa si se considera que pocos exigen que los docentes produzcan los libros de texto o programas de televisión educativa que precisen para sus clases. Este rol está claramente reservado para las editoriales y productoras que tienen a su disposición equipos y personal especializado, incluyendo, por supuesto, expertos en contenido y pedagogos que juegan un papel determinante, pero que no son los únicos ni los últimos responsables del producto final. Sin embargo, la rareza no le quita vigencia a la pregunta ni aminora la urgencia con la que muchos docentes y líderes educativos sienten que deben asumir una posición al respecto.

Tal como lo entendieron los Centros de Innovación Educativa Regional (CIER), en su periodo de preparación, el diseño de contenidos digitales requiere de un equipo interdisciplinario que incluye, pero no está limitado a, docentes en ejercicio [1], de la misma forma que se necesita un trabajo mancomunado para producir libros textos y programas de televisión.

En el amplio espectro que hay entre quienes crean y quienes utilizan los contenidos educativos hay un punto intermedio que consiste en adoptar y adaptar

Teniendo siempre presente que el criterio fundamental debe remitirse al proceso de enseñanza y aprendizaje, una opción ante la pregunta de si el docente debe ser productor o consumidor de contenidos digitales es que la respuesta sea “ninguna de las anteriores”. En el amplio espectro que hay entre quienes crean y quienes utilizan los contenidos educativos hay un punto intermedio que consiste en adoptar y adaptar. Adoptar una herramienta solo porque está de moda no tiene razón de ser. Ni tabletas y celulares, ni Facebook y WhatsApp son la respuesta a todas las preguntas de didáctica y ya sabemos qué pasa cuando tratamos de dar respuestas con TIC sin hacernos una pregunta relevante [2].

Entonces ¿por qué adoptar en vez de producir y por qué adaptar en vez de consumir? Porque nos dan lo mejor de ambos mundos. Adoptar lo que los grupos multidisciplinarios producen da acceso a contenidos que han sido concebidos de manera holística. Por ejemplo, los CIER [3] cuentan con cinco equipos de trabajo que producen objetos de aprendizaje alineados con la malla curricular del Ministerio de Educación de Colombia, todos bajos los mismos criterios de calidad. Colecciones como los Contenedores de Iberciencia [4] para promover la cultura científica son conjuntos de contenidos que apuntan en la misma dirección -en este ejemplo en particular para fomentar la comprensión lectora y el interés por investigar- presentados en formatos estandarizados, escogidos y refinados después de explorar varias posibilidades con los usuarios y encontrar su efectividad.

Una cualidad de los contenidos educativos digitales que se pueden crear con la tecnología actual, que los diferencia de los libros de texto y programas televisivos del pasado, es su flexibilidad para ser transformados. Esto abre la posibilidad de adaptarlos a las necesidades particulares de cada docente y cada grupo de estudiantes, sin perder los beneficios enunciados sobre adoptar contenidos creados de manera integral. Precisamente una de las bondades de los Recursos Educativos Abiertos es que son modulares para que se pueden mezclar y combinar. Un ejemplo de esto es la plataforma TED-Ed [5] que facilita la creación de lecciones por parte de los maestros a partir de videos existentes con gran potencial educativo, como son los las conferencias TED, que se han convertido en un nuevo normal comunicativo [6]. La premisa de TED-Ed es que los docentes saben qué es lo que se necesita desde el punto de vista didáctico para que sus estudiantes aprendan mejor y talentosos animadores son capaces de convertir esas ideas en videos altamente apreciados por curiosos aprendices. A estos y otros videos con contenido educativo los maestros les pueden añadir preguntas, temas de discusión y material complementario a través de una interfaz intuitiva que pronto estará disponible en español.

Scratch es otra plataforma diseñada específicamente para reciclar. Inicialmente fue creada para desarrollar la fluidez tecnológica en jóvenes a través de un ambiente gráfico de programación, pero su flexibilidad y el sitio web donde la comunidad comparte abiertamente sus proyectos la ha vuelto una herramienta para educadores que quieren adaptar contenidos educativos a sus necesidades. Solamente en una de las galerías de física [7] se pueden encontrar diversidad de opciones para aprender física que pueden adoptarse tal como están o servir de punto de partida para futuras adaptaciones. Scratch tiene varias características que la hacen ideal para adaptar:

1. El código es abierto; esto quiere decir que se puede ver cómo se programó cada uno de los proyectos que se comparten en la comunidad de Scratch.
2. Contrario a su predecesor LOGO donde existía una versión del software independiente para cada lenguaje, Scratch cuenta con una interfaz multilingüe que permite descargar proyectos e inmediatamente traducir sus bloques a cualquier idioma.
3. Tiene el respaldo de la facultad de educación de Harvard que mantiene un sitio web dedicado a apoyar usos pedagógicos de Scratch [8] . Uno de los participantes más activos en esta comunidad es Eduteka [9]  y por lo tanto muchos materiales están disponibles en español

En conclusión la pregunta más importante sobre el rol del docente frente a los materiales didácticos digitales no es si debe producirlos o consumirlos sino cómo adoptarlos y adaptarlos para potenciar el aprendizaje de sus estudiantes en su materia.