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Educando para la paz desde nuestra música

Qué mejor manera de evitar el olvido que a través de las narraciones hechas versos y notas de los poetas y cantores que dan al aire el sentir de su pueblo. 

Mayo 17, 2016

Durante los últimos diez años en el colegio donde he trabajado asumí la tarea placentera de brindar a mis estudiantes una pequeña prueba de las delicias de nuestro folclor musical. Semanalmente y durante tres o cuatro minutos, a través de los altavoces se escucha una cortinilla musical para dar paso a una pieza de los grandes autores y compositores nacionales. Hoy, aquellos niños y jóvenes que han sido testigos de mi amor por mi Patria, reclaman la franja del coordinador: ““Orgullosamente ¡SOY COLOMBIANO!”

 Y todo porque soy un convencido que “Un pueblo que olvida su historia, está condenado a repetir sus errores” y qué mejor manera de evitar el olvido que a través de las narraciones hechas versos y notas de los poetas y cantores que dan al aire el sentir de su pueblo.

No es extraño que hoy nuestros niños, adolescentes y adultos jóvenes desconozcan aquellos símbolos patrios que constituyen el acervo cultural de nuestro país con la complacencia e indiferencia de la sociedad y sus dirigentes, de los medios de comunicación, de las entidades educativas o de la familia ante la intromisión indiscriminada en nuestra cotidianidad de corrientes culturales extrañas e invasivas, sin el cuidado orientador de quienes deben velar por la protección de lo nuestro. Lo expresado así, no significa que esté en contra de “conocer” esos otros saberes ya que en conjunto constituyen el legado universal construido por las diferentes sociedades en distintas épocas y de las cuales tenemos que estar enterados.  Sin embargo, para las nuevas generaciones, particularmente las de las urbes colombianas, se extrañan y en no pocas ocasiones se disgustan al tener que escuchar las notas musicales de un bambuco, un pasillo, un currulao, un joropo, un torbellino, un chotis, una guabina o cualquier otra de las numerosas y hermosas tonalidades de nuestro folclor patrio.

Por otro lado, Paul Preston[1]  afirma que “Para entender la sociedad actual, es necesario conocer la historia de tu propio país… la Historia no es tanto asimilar una línea de pensamiento establecida y digerida, sino que consiste en aprender a pensar y a analizar hechos…Una historia bien narrada es una delicia. Con el paso del tiempo he aprendido que el rigor y la disciplina de la Historia no tienen por qué reflejarse en monólogos aburridos"[2] 

Con base en lo anterior, entonces la música, nuestra música tiene el inmenso valor de ser la perfecta contadora de historias y puede ser utilizada como instrumento pedagógico para adentrarse con los estudiantes en el conocimiento cultural, social, político, económico, natural, histórico, etc. del país. Qué bueno sería, que en las aulas (incluyendo la familia) se conocieran a los compositores e intérpretes de todas las regiones de la patria, quienes han contado y cantado a todo lo que nos concierne, al terruño y sus gentes y de éstas sus vivencias las cuales no podemos olvidar, y menos ahora que con la esperanza en el proceso de reconciliación, perdón y reparación entraremos a una nueva etapa de la historia colombiana. Solo para mencionar uno de tantos aspectos que merecen el tratamiento académico es aquel relacionado con  más de cinco largas décadas de guerra: Ahora queremos la paz. Pero PAZ SIN OLVIDO, para no tener que revivir el pasado. Así lo expresaron (cantaron) desde la primera mitad del siglo XX, autores como, para sólo mencionar algunos ilustres, Jorge Villamil Cordovez, José Alejandro Morales, Arnulfo Briceño Contreras, Luis Javier Piedrahita Gaviria,  Oscar Humberto Gómez, Rómulo Augusto Mora Sáenz, quienes  en sus versos hechos poesía y canción, enaltecen los valores de nuestra nación.

A manera de ejemplo, para  no olvidar la historia del país, los “poetas” mencionados, al igual que muchos otros dedicaron sus versos musicales para referirse a la dura experiencia y esperanza del campesino agredido y  desplazado por los grupos involucrados en la lucha armada de los últimos 50 años. Basta leer y escuchar  “El Retorno De José Dolores”, Bambuco escrito alrededor de 1950 por el Doctor Villamil para revivir o imaginar lo que ha sido la confrontación bélica en nuestro territorio y quienes han sido sus víctimas inocentes, enmarcando su intenso anhelo y su infinita fe por no repetir su sufrimiento.

“Vuelvo solo y vengo triste: me llamo José Dolores;
vuelvo a mi tierra querida a calmar mis sin sabores (Bis)

Quiero volver a vivir esas tardes campesinas: con su paz tradicional en el Tolima y el Huila.
Oír resonar tiples y guitarras en la llanura, grato repicar cual canción de paz de alegres campanas

Quiero perdonar y olvidar mis penas: deseo trabajar por mi patria nueva;
Oir repicar cual canción de paz de alegres campanas

Retorno de la ciudad, solo lleno de optimismo a levantar sobre escombros la choza que es mi dominio.
Mi yegua con su potranca y mi vaquita lechera las perdí en la cruel violencia, lo mismo la platanera (bis)

Quiero volver a vivir esas tardes campesinas… (bis)”

Versiones Publicadas en YouTube:

Emeterio y Felipe “Los Tolimenses” (Jorge Ezequiel Ramírez, Lizardo Díaz Muñoz)

Dueto Garzón y Collazos (Darío Garzón y Eduardo Collazos)

Colofón:

Tal vez algún día, después que cada uno de todos los colombianos hayamos puesto tan sólo un granito de arena, quienes hoy son niños y jóvenes construirán una “Patria Nueva”, pero sin que olviden sus raíces, sin que olviden que en nuestro hermoso país han sucedido tragedias que no se deben repetir.


[1] Paul Preston: Historiador hispanista británico. Es doctor en Historia por la Universidad de Oxford y catedrático de Historia Contemporánea española y director del Centro Cañada Blanch para el Estudio de la España Contemporánea en la London School of Economics (Universidad de Londres). Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Preston 24 de Abr. de 2016

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Fabián Moisés Padilla De la Cerda
Gran Maestro Premio Compartir 2016
Logré que el aprendizaje del inglés se convirtiera en una alternativa para la construcción de un proyecto de vida y el mejor aprovechamiento del tiempo libre