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El ‘chip’ ecológico desde el aula de clase

El cambio climático está generando consecuencias fatales para el planeta Tierra. Es en las manos de nuestros niños que se encuentra el cambio para generar más comportamientos pequeños en pro de cuidar nuestro medio ambiente.

Noviembre 17, 2015

A partir del próximo 30 de noviembre y hasta el 11 de diciembre, se llevará a cabo en París la Conferencia de las Naciones Unidas por el cambio climático, conocida por sus abreviaciones COP21. Se ha generado una gran expectativa con respecto al evento, puesto que sus predecesores fueron poco exitosos en generar compromisos con resultados para detener el cambio climático que acecha al planeta desde hace ya varias décadas.

El origen de esta cumbre se remonta a un par de siglos atrás. La revolución industrial a mediados del siglo XVIII trajo consigo el crecimiento de las fábricas y aumentó considerablemente la producción de gases, lo que generó como consecuencia un efecto invernadero. Asimismo, otras prácticas como la agricultura extensiva, deforestación extrema y el auge de la ganadería, contribuyeron a que el cambio climático se intensifique en esta era.

Si bien es difícil deshacer todo el daño que se ha realizado por décadas, nuestras generaciones futuras deberían empezar a cambiar el “chip” por uno que sea más amigable con el medio ambiente.

En este momento, las consecuencias de la explotación desmesurada de la naturaleza comienzan a verse y a afectar a distintos países. Los polos se derriten, otras zonas de la tierra se inundan, el cielo cambia de color y en diversas partes del mundo los bosques se han transformado en tristes cementerios de árboles. En el sitio oficial de la cumbre, hay  10 imágenes impactantes que demuestran cómo el cambio climático es algo más que un mito. Asimismo, evidencia científica demostró que la temperatura media mundial es 0,85 ºC superior a la de finales del siglo XIX[1].

Pero, la preocupación no es solo para los grandes dirigentes de los países, que están convocados a esa prestigiosa cumbre de la que se espera se logren compromisos concretos y acciones para reducir el avance feroz del cambio climático.

Nuestro país también debe unirse a esta mentalidad de cambio. La consciencia ambiental en Colombia es relativamente nueva pero que aún se presenta con poca fuerza y muchos de sus habitantes parecen desconocer, voluntaria o involuntariamente, diversas prácticas para disminuir los devastadores efectos del comportamiento egoísta de los humanos.

Prácticas como el reciclaje, reforestación y ahorro del agua y energía, deberían tener una mayor exposición en las escuelas, para que los niños sean los multiplicadores de este mensaje ecológico y en un futuro, se conviertan en seres humanos cuidadosos con el planeta tierra. Si bien es difícil deshacer todo el daño que se ha realizado por décadas, nuestras generaciones futuras deberían empezar a cambiar la mentalidad por uno que sea más amigable con el medio ambiente.

Los esfuerzos del país han generado una reducción favorable en los gases que producen el efecto invernadero. Según Ómar Franco, director del Ideam, parte de esta reducción se debe a la disminución de la deforestación que vivía el país. Sin embargo, aún falta un largo camino por recorrer para resarcir a la Madre Tierra por todo el abuso que ha sufrido durante las últimas décadas. Desde el aula, nuestros niños tienen la esperanza de aprender a vivir en la Tierra de un modo diferente.

 

Referencias

www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/entrevista-con-omar-franco-director-del-ideam/16425140
www.eltiempo.com/estilo-de-vida/ciencia/fenomeno-del-nino-acciones-para-ahorrar-agua-y-energia-/16426381
www.cop21.gouv.fr/en/key-dates/


[1] ec.europa.eu/clima/change/causes/index_es.htm

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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