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¿Estamos motivando la lectura literaria?

¿Qué hacer como padres y profesores para motivar la lectura literaria?

Noviembre 12, 2015

Cuando le pregunto a los estudiantes para qué la literatura, siempre quedo con la sensación de que la mayoría repite lo que le ha sido “enseñado” sobre la importancia de leer cae en lugares comunes como: “nos enseña muchas cosas”, “nos mantiene informados” o “nos deja una enseñanza” pero muy poquitos han notado que la literatura divierte, refresca, es un entretenimiento y un placer.

Pareciera entonces que padres y profesores nos hemos dedicado a dar una cátedra utilitaria de la lectura literaria. Constantemente estamos recordándole a nuestros hijos y estudiantes por qué les va a servir leer para enfrentar la universidad o quizás para lograr una beca y progresar en el mundo, pero hemos olvidado lo esencial: que el texto se escribió para nuestro goce y que tal vez sea por ahí que vamos motivando la lectura literaria, entre otras cosas, ya que más adelante la lectura académica no les generará rechazo cuando tengan que enfrentarse a ella.

Si los estudiantes ven que el docente no sólo ‘echa el cuento’ de la lectura sino que lo practica le creen más.

Claro, esta motivación por la lectura se hace casi desde el vientre y son los padres los primeros encargados de hacerlo, por eso es importante que los profesores tomemos tiempo de las reuniones para ayudarlos con pequeños consejos, tanto en la forma como en el fondo, a conseguir una sensibilización más profunda con la lectura: escoger una hora apropiada para leer juntos, motivar el contacto físico a la hora de leer, hacer predicciones con las imágenes, seguir la lectura con el dedo para que el niño vaya comprendiendo el concepto de ‘palabra’, relacionar los personajes con los de otros cuentos,  procurar que tengan su propia biblioteca, etc.

Pero el docente, y no sólo el de lengua castellana, también debe motivar y sobre todo con el ejemplo. Cuando llevo el libro que estoy leyendo al colegio los estudiantes hacen preguntas sobre él y se abre un espacio desde la curiosidad para conocer al autor, hablar de la obra o de su adaptación cinematográfica, si ellos ven que el docente no sólo ‘echa el cuento’ de la lectura sino que lo practica le creen más.

Creo que decir que a los jóvenes no les gusta leer no es enteramente cierto, estoy convencido de que la verdad es que no encuentran a nadie que los motive a hacerlo

El profesor no pierde mucho tiempo sacando cinco minutos de su clase para recomendarles un libro a los chicos. Hay muchas historias que nos apasionan y que probablemente también les agradarán a ellos, haga el ejercicio de reseñar una obra y escribir el título y el autor en el tablero, verá cómo uno o dos toman nota, quizás lo lean, quizás no, pero usted ha sembrado la curiosidad y eso ya es un paso en la dirección correcta.

Creo que decir que a los jóvenes no les gusta leer no es enteramente cierto, estoy convencido de que la verdad es que no encuentran a nadie que los motive a hacerlo. La lectura literaria es una gran puerta hacia la construcción de nuestros estudiantes como seres íntegros; padres y profesores tenemos la llave, entreguémosela a los chicos para que la abran.

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María Del Rosario Cubides Reyes
Gran Maestra Premio Compartir 2006
Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.