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¿Para qué la escuela?

El autor de un ebook de TED propone repensar la educación puesto que la información está en todas partes.

Junio 24, 2016

Internet ha generado una explosión de oportunidades de aprendizaje para los estudiantes de hoy. Ha creado una gran abundancia de información, conocimientos y maestros así como un panorama radicalmente diferente a aquel en que nacieron nuestras ideas sobre las escuelas. Los tradicionales educadores, salones de clase y edificios de ladrillo dejaron de ser necesarios para acceder a la información. En cambio, cosas como los blog y los wiki, así como la colaboración remota y el énfasis en las habilidades de pensamiento crítico son la moneda corriente del nuevo reino. Sin embargo, el diálogo nacional sobre la educación se enfoca en el uso de la tecnología para actualizar el modelo educativo tradicional, pero no revalúa la estructura fundamental sobre la cual está construido.

En Why School? How Education Must Change When Learning and Information Are Everywhere [¿Para qué la escuela? Cómo debe cambiar la educación cuando el aprendizaje y la información están en todas partes], el educador, padre de familia y bloguero Will Richardson cuestiona el pensamiento tradicional sobre la educación preguntándose si en su forma actual todavía tiene valor. ¿Cómo se pueden ajustar las escuelas a esta nueva era? ¿O los estudiantes? ¿O los padres de familia? En su provocador ensayo, Richardson ofrece una inmersión a profundidad sobre la manera en que los educadores conectados están empezando a cambiar sus prácticas en el salón de clase. En últimas, Why School sirve de punto de partida para importantes conversaciones sobre las verdaderas reformas escolares que se deben hacer, planteando un plan audaz para repensar cómo enseñamos a nuestros hijos y las consecuencias de no hacerlo.

¿Por qué las escuelas deben repensar la forma en que enseñan? ¿Qué está en juego?
Las escuelas se desarrollaron sobre la premisa fundamental de que los maestros, el conocimiento y la información eran escasos. Esa ya no es la realidad. Hoy en día, en la medida en que más personas tienen acceso más rápido y ancho a la web, de repente todas esas cosas existen en abundancia. Significa que el papel tradicional de la escuela, que es suministrar una educación, rápidamente se está volviendo menos y menos relevante. Si seguimos viendo la escuela como el sitio al cual van los niños a aprender una estrecha lista de contenidos, conocimientos y habilidades que se definieron originalmente hace casi 150 años, estamos corriendo el riesgo de lanzar a esos niños al mundo con poca idea sobre cómo aprovechar la actual explosión de oportunidades de aprendizaje. El problema, sin embargo, es que la mayoría de esfuerzos de 'reforma' apuntan simplemente a hacer mejor lo que venimos haciendo, basándose casi exclusivamente en la mejora de los resultados de los exámenes. Pero 'mejorar' indicadores que no tienen en cuenta la gigantesca transformación en la cual estamos inmersos es hacer énfasis en lo equivocado. En cambio, tenemos que pensar en forma muy diferente sobre las experiencias, resultados, habilidades y alfabetizaciones que deseamos para los niños cuando asisten a la escuela.

Cada generación parece pensar que sus estudiantes son diferentes. ¿En qué son diferentes los jóvenes de hoy en cuanto a la manera en que recolectan y absorben información?

Los estudiantes de la educación básica y media nunca conocieron un mundo sin Internet. Sin duda, algunos han tenido más acceso que otros, y la brecha digital es algo en lo que debemos enfocarnos más. Pero para la gran mayoría de quienes tienen acceso, la información y las respuestas están al alcance con una búsqueda en Google. Ellos esperan usar la tecnología para obtener las respuestas... excepto en la escuela. Allá les hacemos toda clase de preguntas que podrían responder usando sus teléfonos o portátiles, pero no les permitimos hacerlo. Por lo tanto, pienso que la mayor diferencia es que los estudiantes están conectados a otras personas y al conocimiento en formas que ninguna generación anterior lo había estado. No nos hemos dado cuenta cabal de todas las implicaciones de esto y en gran medida, quienes supervisan nuestros sistemas educativos aún no han comprendido que estamos en una era de educación muy diferente.

Con tanta información disponible, parece que encontrar la información es fácil, pero evaluarla es complicado. ¿Qué tan importante son las habilidades de pensamiento crítico?
Las habilidades de pensamiento crítico en torno a la información nunca han sido tan importantes. Por mucho valor que tenga el hecho de que los individuos puedan publicar libre y extensamente en la web, la gran desventaja es que no hemos desarrollado los alfabetismos requeridos para darle un sentido a todo ese contenido que no está editado. En el mundo de la escasez, casi todo lo que consumíamos había sido editado o revisado por otra persona. Hoy en día, cada uno de nosotros debe tener la disposición y las habilidades para editar el mundo tal como nos llega. Nuevamente, esto es un problema inmenso para los sistemas escolares que fueron diseñados para otra época, y el desafío es aún mayor ya que al evaluar a los estudiantes pocas veces o nunca les pedimos que encuentren el sentido de los abundantes medios e información sin editar.

¿Qué pueden hacer las escuelas para poner en marcha algunas de sus ideas?
Es un momento difícil para las escuelas y los administradores y maestros, que en gran medida se preocupan mucho por los niños pero no han entendido plenamente o no se han aclimatado a esta época de abundancia en que vivimos. La mayoría de los planificadores y personas de negocios está enfocada en hallar más y más eficiencia en el sistema, y ven la tecnología como la forma de 'entregar' esa educación tradicional para lograr 'mejores' resultados que requieran menos y menos maestros y a la vez, generen más y más utilidades del proceso. En los próximos 10 años va a ser extremadamente difícil para las escuelas navegar la brecha entre mantener los currículos tradicionales que quieren los reformistas y proveer las oportunidades de aprendizaje y alfabetismos que los niños necesitan desesperadamente hoy en día, oportunidades que pocos por fuera del sector educativo están pidiendo. Considero que el primer paso es que los educadores reexaminen sus propias prácticas docentes y den los pasos para estar más conectados e interconectados. Es difícil tener conversaciones significativas sobre el cambio en el sentido del siglo XXI si uno lo ve desde la óptica del siglo XX (o incluso del XIX).

El proceso educativo es bastante lento y esclerótico. ¿Usted tiene esperanzas de que se harán esos cambios?
Tengo esperanzas porque veo cada vez más salones de clase en los cuales se está empezando a comprender el significado de la abundancia, y veo sitios en los cuales maestros y estudiantes se están conectando y realizando un trabajo real, significativo y excelente en pro de audiencias reales que de paso ayudan a los alumnos a convertirse en verdaderos estudiantes modernos. Tengo esperanzas porque cada uno de nosotros sabe que en esos sitios de la vida real que llamamos escuelas se dan relaciones y aprendizajes maravillosos que son parte importante de nuestras comunidades y nuestras historias. Tengo esperanzas porque en últimas, tal como ha sucedido con muchas otras instituciones, el pensamiento antiguo simplemente no puede prevalecer. No hay opción. La realidad es que, por varias razones, las escuelas no van a desaparecer en el futuro inmediato. Pero lo que hagamos en las escuelas y la forma en que respondamos la pregunta de '¿para qué la escuela?' sí cambiará. Debe hacerlo. Entre más cada uno de nosotros se involucre en el proceso de responder a esa pregunta, más pronto y efectivamente empezaremos a hacer los cambios que los niños esperan.

Why School? How Education Must Change When Learning and Information Are Everywhere es parte de la serie TED Books.

Contenido original.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Gustavo González Palencia
Gran Maestro Premio Compartir 2008
ogré incentivar en niños y jóvenes el gusto por la música y la ejecución de instrumentos musicales.