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Un hombre, una guitarra y un camino

Una invitación académica para que sigan de cerca el V Encuentro del Sinsonte con músicos de Argentina, Brasil y Colombia.

Julio 2, 2016

1. Muerte de Facundo:

El día 9 de julio del 2011 a las 5:20 am fue asesinado en ciudad de Guatemala, Facundo Cabral, y entonces toda la espina dorsal de la poesía en América Latina, y toda la espina dorsal de la música, sintieron ese terrible dolor que solo deja impotencia y silencio.

En un mundo acostumbrado a la muerte y a la estupidez, en el que se hace culto al ignorante y al asesino, esa noticia ocupó un poco del tiempo de los medios carroñeros de comunicación.

Sin embargo muchos sabíamos que se repetía la historia de Orfeo siendo destrozado por las Ménades; ya había sucedido con Víctor Jara y con cientos de poetas, cantores y artistas alrededor del mundo. Y seguramente continuará sucediendo porque ese en ocasiones es el sino del cantor cuando se atreve a cantar la vida. Porque es mejor componer estupideces para estúpidos, y ensuciar de esa manera el manto de la Diosa, que atreverse a decir las cosas que deben decirse, como lo exige la Trova.

Los sicarios mataron a Cabral por equivocación; el atentado iba dirigido a un “empresario” con aparentes “problemas” con la mafia. Sin embargo no deja de ser insólito que el “presunto” autor intelectual de esta tragedia, haya sido capturado en Colombia, y no deja de ser asombroso y terrible que Colombia haya condicionado la entrega del asesino, siempre y cuando el Gobierno de Guatemala se comprometiera a no aplicarle la pena de muerte. (Algo así hubiera pedido Cabral).

“A pesar de toda esa lacra la vida vale la pena” dijo Cabral en el último concierto que dio en Guatemala, y eso se sumó a sus mensajes de paz y de compromiso con la existencia a pesar de las adversidades.

La muerte de Cabral fue tan impactante para algunos músicos que habitan en Duitama (Boyacá) que decidieron unirse para rendirle un homenaje a su hermosa memoria, y en cierto sentido aliviar la indignación que produjo su forzado silencio. Así nació el Sinsonte, “un homenaje urgente” lo llamó Jaz Arenas, un trovador colombiano que se dedica a desalambrar con la Trova, - esa simbiosis que produce el contacto de la música con la palabra-.

2. Caminantes de la Trova:

Un trovador es lo que suman un hombre una guitarra y un camino. Y la Trova es la discusión con la ideología de turno que hurta la memoria y de esta manera enmascara el pasado, el presente y el futuro. Y eso hacen el Trovador y la Trova: disputar el derecho a la palabra que ilumina el pasado para señalar el presente y vislumbrar un futuro.

Por eso este género musical es resistencia en su más sentida expresión. Toma la palabra que ha sido cercenada de otros géneros y que solo se utiliza para entretener. A la Trova no le interesa entretener, a lo sumo enamorar porque el amor es revolucionario en estos tiempos, pero primero está el problema de la indignación, del compromiso y de la lealtad con la palabra que da significado; por ejemplo la palabra pueblo, o las palabras derechos civiles, dignidad, injusticia o indiferencia. La Trova no puede ser indiferente ni hipócrita. Es consciente de sí y de su función como la banda sonora del camino, como la música del mundo al decir del poeta Eliseo Diego.

Encarnamos el sistema. Entonces pensar es irse en contra de uno mismo. Así logramos la mayoría de edad y nos hacemos autónomos, y ese es el mecanismo para dejar la caverna de la alegoría socrático-platónica. Y Gandhi lo sabía, por eso decía que si querías cambiar al mundo debías cambiar tu primero, y por eso el gran Pedro Munhoz señala la importancia de la Ética para la Trova, porque el Trovador es un ejemplo y uno de los encargados de resguardar la memoria contando lo que pasa.

El Trovador ha salido de esa caverna. Piensa, luego deja de ser esclavo, y va por los recodos con su palabra intentando que los demás habitantes de la caverna comprendan su situación, y a lo mejor piensen un poco en lo que implica ser esclavo; por ejemplo, en el problema de nuestros gustos que no son nuestros, porque nos los han impuesto.

Pensamos que nos gusta la música que oímos solo porque la oímos todo el tiempo y nunca escuchamos otra cosa. Nos gusta porque nos entretiene y así nos distrae del pensamiento. Nos encantan las cosas que nos impidan pensar. Adoramos la cadena y el látigo: vivimos en heteronomía solo porque no hemos reflexionado sobre la importancia de la palabra libertad. Un esclavo que piensa en esa posibilidad advierte cómo comienza a resquebrajarse la cadena.

Por eso es tan importante la reflexión sobre las músicas que escuchamos en la caverna. ¿En realidad nos gustan? ¿Y si le dieras la posibilidad a la música con contenido?

Y ese es el reto de la Trova, de los docentes de sociales y de los maestros de música del país (de los que todavía sobreviven porque ya son raros los colegios en los que todavía existe esta asignatura). Debemos debatir los gustos que se imponen como modas, es decir como pestes, porque hacen parte de una estrategia de alienación y de la frivolización de nuestra cultura. La Trova es tan pedagógica que le señala lo elemental al ser humano: que hace parte de un pueblo explotado.

Por eso que viva la Trova, tiene contenido y no está hecha para entretenerme sino para retar mi pensamiento y mi capacidad de humanización. En ella se fusionan la Ética, la Estética y el poder de la palabra que elucubra sentido. La Trova no hace concesiones como si la hacen otros géneros. O es o no es. Esto no quiere decir que solo se pueda pensar críticamente a través de la Trova. Sería bueno recordar lo que hacen los campesinos de las Pavas con su música tradicional para enfrentar a la muerte y al despojo (los invito a leer un pequeño texto en el que relaciono el Sinsonte con el poeta y con algunas catástrofes humanas[1]), pero si sumamos las canciones dirigidas a cuestionar lo social, en cualquiera de los géneros, la Trova sale ganando.

3. El Sinsonte

Cuatrocientas aves dentro del ave. Cuatrocientos abismos o formas de decir la palabra. Quizás habla por todas las aves del mundo como el trovador que asume el camino. Y cuando guarda silencio entonces se sabe que está pensando porque solo se puede pensar en soledad y en silencio para luego pronunciar la palabra que defiende lo humano.

O a lo mejor no está en silencio, está silenciado, es ninguneado por el sistema. Eso explicaría por qué no salen canciones de Silvio Rodríguez o de Jaz Arenas en las emisoras comerciales, y eso explicaría por qué solo sale esa música-síntoma del malestar cultural que se impone.

Y es Jaz Arenas precisamente el pilar del Encuentro Latinoamericano de la Canción Social, El Sinsonte; lo fundan los amigos en diálogo en esquinas de buena fe, ahora unidos por la indignación; entre ellos están cantautores, músicos y amigos como Jaz Arenas, Mario Rincón, Felipe Hurtado, Félix Pérez, Juan Carlos Pérez, Alonzo Gabrielli,  Diana Sanabria, Darío Rodríguez, Malú Miranda, Mayra Salazar, Oscar Alfonso y Gabo Sequeira; aportaron su energía y su compromiso para hacer algo en contra de la muerte. Léase bien, los músicos del reino, sus lectores, se unen para oponerse al asesino. Y esto señores es la música como resistencia.

Luego Jaz Arenas se asume como el Trovador que guía el camino:

“A lo largo de estos seis años hemos reunido a alrededor de 60 artistas nacionales e internacionales, y hemos podido intercambiar experiencias con compañeros de Cuba, Brasil y diferentes partes de Argentina. El Sinsonte fue declarado de interés  internacional en 2015 por el movimiento Canto de Todos de la canción social Latinoamericana y del Caribe, liderado por el cofundador de la nueva trova cubana Vicente Feliú, y hace parte de la red en defensa de la humanidad”.

Y ahí van los músicos y trovadores. Este año es el V Encuentro del Sinsonte con músicos de Argentina, Brasil y Colombia. Los invito a que sigan y compartan lo que hacen estos músicos de la tribu quienes les recuerdan a los habitantes lo que son y han sido, y podrían dejar de ser.

Para terminar tres cosas:

La primera: una canción de Jaz Arenas llamada “Campamento”[2], dedicada a los campesinos que defienden su páramo y el agua, de la devastación de los mineros brasileros que son como parásitos que acabarán con el agua de estos pueblos[3]: Una canción que es homenaje y solidaridad con los campesinos de Tasco y Pisba que han visto cómo se han perdido los nacimientos de agua debido a la explotación minera, en un paro que lleva más de un año sin que el país se haya percatado de sus justos reclamos, así como tampoco se ha percatado de la muerte de niños por hambre y sed.  

Jaz acaba de lanzar Hijos del sur, su último trabajo discográfico en el que encontrarán canciones hermosas y cargadas de profundidad. Les recomiendo la canción Lo que espero.

La segunda: Una canción de Mario Rincón sobre el famoso poema de Eduardo Carranza[4] Soneto a Teresa, hermosa composición que sale de la pluma de un hombre cercano a la derecha pero que en manos de un artesano de la guitarra y la palabra, se vuelve un símbolo de la música con contenido.

Vino Joan Manuel Serrat a Tunja y los teloneros debieron haber sido Jaz y Mario; estoy seguro que el catalán se habría llevado una grata impresión de la trova y de las músicas cercanas a la trova que se hacen en estas tierras.

Y la tercera: un poema del gran poeta Rómulo Bustos Aguirre:

EL CENZONTLE

Pájaro numeroso el Cenzontle

Ahora es una violina

después un azulejo, un muchacho que silba

un sangretoro, un turpial

De cuatrocientos cantos habla la etimología náhuatl

Pero, a veces, pareciera cansarse

de ser tantos pájaros

y ensaya un misterioso silencio

Todo su adentro calla

Como si se escuchara a sí mismo callando

Como si descubriera que en su silencio habita otro pájaro que canta

suspendido en su ramaje interior

Es, quizás, entonces, más cenzontle el cenzontle

Pasen la voz; a lo mejor esto le llegue al Gobernador y al Ministerio de Cultura a ver si apoyan al Sinsonte. Ahí nos vemos.

[1] mnemosinesantoto.blogspot.com.co/2015/06/el-cenzontle-o-sinsonte-como-simbolo-de.html

[2] www.conflictosmineros.net/contenidos/10-colombia

[3] www.youtube.com/watch?v=8NPWp5WQYqE

[4] www.youtube.com/watch?v=EshbdP99WKQ

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Escrito por
Docente Licenciado en Ciencias Sociales, magíster en Historia y doctorando en Lenguaje y Cultura en la UPTC. Profesor del colegio Quebec y catedrático de la UPTC Duitama
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Fabián Moisés Padilla De la Cerda
Gran Maestro Premio Compartir 2016
Logré que el aprendizaje del inglés se convirtiera en una alternativa para la construcción de un proyecto de vida y el mejor aprovechamiento del tiempo libre