Gracias a las piezas del Tangram chino, los maestros y estudiantes aprenden de forma dinámica la relación coherente entre varias ideas, acciones o cosas.
Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.
Por medio de situaciones cotidianas, como el pasaje del transporte público o las recetas gastronómicas, los alumnos aprenden la proporcionalidad directa.
Interpretar las condiciones de aplicación de este teorema será mucho más sencillo con esta actividad, la cual está apoyada en el programa dinámico de Geogebra.