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Leer y escribir: una carreta que encarreta

Sus estudiantes, por medio de la lectura, encontraron la forma de expresar sus emociones, de integrarse  y descubrir alternativas a una difícil realidad

Mayo 15, 2015

Edgar Mauricio Mora Rodríguez
Lengua Castellana, Grados 9º, 10º y 11º 
Institución Educativa Jorge Eliécer Gaitán Ayala
Villavicencio, Meta

Transmitir la felicidad de la lectura a sus estudiantes es la meta del maestro Edgar Mora, quien reconoció que las principales falencias de las competencias comunicativas se ha-llaban en la lectura. Esta era concebida como algo aburrido o bien inalcanzable, debido a la dicultad para acceder a libros. Así, el maestro se dio a la tarea de acercar a los estudiantes a la literatura implementando herramientas que la hicieran dinámica y atractiva, pero so-bre todo con miras a usarla como método de reexión y expresión.

La aproximación a la lectura que propicia el maestro marca una diferencia con respecto al manejo usual de esta práctica: en vez de imponer a sus estudiantes una serie de libros pre-viamente seleccionados, le concede máxima importancia a la escogencia propia del material de lectura por parte de los estudiantes, lo que estimula su motivación y siembra en ellos una nueva manera de aproximarse a la lectura a partir de los intereses particulares y sus expe-riencias de vida personal.

En vez de imponer a sus estudiantes una serie de libros previamente seleccionados, le concedió máxima importancia a la escogencia propia del material de lectura.

El maestro lleva a sus estudiantes a la biblioteca Germán Arciniegas para que hojeen una gran variedad de libros. Allí los orienta, explicándoles por qué ciertos géneros les pueden resultar más difíciles o fáciles de abordar. Esta libertad dada a los estudiantes queda registrada en una bitá-cora de viaje, donde se plasma el proceso de búsqueda, las emociones y reexiones suscitadas en el proceso. Pasada la esco-gencia de los libros, se inician los talleres de lectoescritura y socialización durante las horas de clase. En estos, el maestro les en-seña a sus estudiantes habilidades para la comprensión de lectura y los introduce en el desarrollo de capacidades para la producción textual, logrando que los alumnos lleguen a darse cuenta de que escribir es más que un requisito académico; es también una oportunidad para explorar e interpretar mun-dos interiores que se encuentran más allá de su realidad inmediata y que al comunicarse, poten-cian las relaciones, la valoración y la comprensión del otro.

Así las cosas, el encuentro con la lectura ha sido una alternativa para alejar a los jóvenes de la realidad de las calles, en ocasiones amenazada por actividades nocivas, producto de la marginalidad y la violencia. Por último cabe resaltar, por una parte, que los jóvenes, por su cuenta, logran leer de tres a cinco libros al año, superando con esto los índices de hábitos de lectura nacionales. Por otra, muchos de los estudiantes del profesor Edgar Mauricio han participado en concursos como el certamen Semillas de Ilusión, han sido incluidos en antologías y, como fruto del trabajo colectivo que esta propuesta implica, se han impreso ya dos volúmenes (Textos para no perder el año y Antes de irnos), que contienen únicamente textos producidos en el marco de esta propuesta.

Vea la propuesta con la que se postulo al Premio Compartir

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Rubén Darío Cárdenas
Gran Rector Premio Compartir 2016
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.