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‘La ciudad de los sueños’: campamentos que cambian vidas

A lo largo de este año, 3200 estudiantes de colegios oficiales acamparán en el embalse Tominé para fortalecer sus competencias ciudadanas. Así es la experiencia.

Marzo 19, 2018

16 campamentos previstos para este año, una inversión de más de 5 mil millones de pesos, el trabajo articulado de 4 entidades distritales y 3200 niñas, niños y jóvenes de grados 8º y 9º de 64 colegios oficiales beneficiados.

Esta es la magnitud de ‘La ciudad de los sueños’. Iniciativa del gobierno de Enrique Peñalosa que, por segundo año consecutivo, ofrece experiencias de aprendizaje y sana convivencia a estudiantes del Distrito en medio de la naturaleza y la aventura.

200 nuevos campistas llegan cada semana al embalse Tominé. Entre el viernes 16 y el lunes 19 de marzo, los invitados son los estudiantes de los colegios oficiales Manuela Beltrán, Cristóbal Colón, República de China y Julio Flórez.

Conozca cómo viven las niñas, niños y jóvenes estas acampadas que cambian vidas y que se suman a la apuesta de ampliar el tiempo y los aprendizajes de los estudiantes a través de las jornadas Única y Extendida en Bogotá.

‘La ciudad de los sueños’ es una aventura de tres días. Para cada campamento, desde el viernes a primera hora de la mañana, los estudiantes de cuatro colegios oficiales se dirigen hacia el embalse de Tominé, reserva hídrica ubicada al norte de Bogotá, donde viven una experiencia en medio de la naturaleza llena de retos para aprender a crear, comunicarse y compartir en comunidad, entre otros saberes y conocimientos.

Aquí, niños y jóvenes construyen el ideal de la ciudad que sueñan, en la que el respeto y la tolerancia son la base de la convivencia diaria. Desde que llegan, los campistas acuerdan un ‘contrato de valor’ con principios como la escucha activa de los demás, al mismo tiempo que conforman una ‘micro-sociedad’ compuesta por casas y barrios.

“Lo mejor es que aprendemos a convivir con jóvenes de otros colegios y barrios que ni sabíamos que existían”, cuenta Karol, para quien, esta es la primera vez fuera de casa, acampando y lejos de su familia.

Cada día contempla un apretado horario con actividades al aire libre, en las que los participantes profundizan en los centros de interés que ofrece Bogotá como parte su apuesta de calidad educativa de las Jornadas Única y Extendida, relacionados con arte y cultura, deporte, ciencia y tecnología, oralidad, lectura y escritura; y ambiente.

También hay actividades propias de un campamento, con retos de supervivencia y trabajo en equipo, como aprender a armar una carpa y a encender una fogata.

El objetivo principal de este proyecto es que los niños y jóvenes de Bogotá sean más felices. “Estoy convencido de que todos deben tener esta posibilidad de aprender en medio de la naturaleza y de enamorarse de una experiencia en la que hay tantosaprendizajes involucrados, como convivir con los otros y cuidar el entorno. Pero, sobre todo, estos tres días están llenos de alegría y recuerdos inolvidables”, asegura el alcalde.

Así lo cree Ingrid, estudiante del colegio Orlando Higuita Rojas de la localidad de Bosa, quien descubrió que es posible vivir tres días en un lugar más maravilloso de lo que alguna vez había soñado conocer. “Aquí puedes ser libre, expresarte, conocer gente nueva y vivir experiencias de las que puedes aprender, en medio de un paisaje hermoso. Lo que vivimos es algo indescriptible y nunca antes lo había sentido”.

Durante ‘La ciudad de los sueños’, el embalse de Tominé se convierte en una gran aula viva, en la que niños y jóvenes disfrutan momentos increíbles adquiriendo saberes y aprendizajes fundamentales para su vida; entre ellos, habilidades para la toma de decisiones, autonomía, empatía y liderazgo.

“Con todo esto, el propósito de la Alcaldía es que cada uno de los campistas se sienta único y también pueda proyectar sus sueños y ver que es posible cumplirlos”, resalta Juan Mario Gutiérrez, director del campamento.

Además de los estudiantes, los profes de los colegios oficiales que acompañan el campamento también se gozan esta experiencia, que consideran única e innovadora en la educación pública. En palabras de Ángel Mario Díaz, docente de humanidades, “esto nos inspira y nos demuestra que hay maneras de enseñar más y mejor”.

Por su parte, el maestro Wilson Acevedo, explica que “es una vivencia que forma de manera integral y nos llena de ideas. Yo, por ejemplo, quiero hacer un campamento con mi colegio en el que los estudiantes que están aquí sean los líderes”.

La alegría, la adrenalina, el esfuerzo y otros cientos de emociones son parte de cada jornada. Al llegar la noche es momento de pasar a la cena y compartir lo vivido y sentido con todos los compañeros. Para Brayan, estudiante del colegio Álvaro Gómez Hurtado, lo más importante es “agradecer a quienes hicieron esto posible y decirles a todos que los sueños se pueden cumplir; y que la ciudad de los sueños no es un sueño en Bogotá: es una realidad”.

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Comunicador social y periodista.
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Laura María Pineda
Gran Maestra Premio Compartir 1999
Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.