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¿Qué significa estar nominado al Premio Compartir al Rector?

Un recuento de cómo fue el proceso realizado por un rector colombiano para estar nominado al galardón otorgado por la Fundación Compartir.

Febrero 26, 2016

En el año 2011, cuando se realizó por primera vez el lanzamiento del Premio Compartir al Rector, cumplía tres años de haber asumido la rectoría del hoy reconocido colegio Gimnasio Los Arrayanes y me enfrentaba al mayor reto de mi vida profesional: sacar al colegio de la crisis que lo habría llevado al cierre inminente en el año 2007, de no haber sido por el salvavidas recibido por el Grupo Educativo Nueva Inglaterra.   

La experiencia ganada en esos tres años y los importantes éxitos que comenzaban a visualizarse con la gestión adelantada, me motivaron para participar en el Premio; no con la inmodestia de pensar que podría llegar a ser el ganador, sino con la idea de compartirle a muchas otras instituciones y colegas, que estaban atravesando situaciones de crisis similares, los procedimientos desarrollados y la forma como logramos superar los difíciles años de 2008 y 2009 en los que las sombras aún hacían ver el horizonte incierto.

Tuve ese primer año la fortuna de recibir,  de parte de los evaluadores del premio, la visita de campo. Esta experiencia me permitió evidenciar que avanzábamos por la ruta correcta y que debíamos madurar la experiencia para mostrar resultados consolidados. 

No participé en los años siguientes. No obstante, en 2015 y habiendo cerrado con unos excelentes indicadores el primer quinquenio, avanzando en el segundo año de gestión del quinquenio 2013 – 2018, tomé la determinación de volver a postular la experiencia desarrollada. 

Nuevamente tuve la fortuna de recibir a los evaluadores en la visita de campo y, como en la oportunidad anterior, ingresé a esa fase de incertidumbre por conocer las impresiones que se habían llevado de lo recogido por ellos en la observación directa y las muchas entrevistas adelantadas. 

Hoy, luego de transcurridos más de tres meses de haber participado de esta experiencia y después de revisar los listados publicados en la página de la Fundación Compartir, como nuestra selección Colombia en el pasado mundial de fútbol de Brasil, he ingresado a los octavos de final y soy parte de ese primer grupo de selectos finalistas al Premio Compartir al Rector.

Considero que este reconocimiento – porque estar entre los ocho nominados es ya un gran reconocimiento –, llega en un momento crucial en el que los actores que nos movemos en el ámbito de la educación de niños y jóvenes tenemos un papel protagónico y la más grande responsabilidad histórica que hayamos tenido los maestros en nuestro país, al forjar, desde nuestros centros educativos, las nuevas generaciones de colombianos que vivirán el posconflicto y garantizarán, con una nueva mentalidad incluyente, tolerante, respetuosa y democrática, la convivencia y coexistencia armónica y pacífica que nos lleve al disfrute del progreso y el bienestar.

Esta nominación renueva mis ánimos por redoblar mis esfuerzos en ese sentido pues, así como logré erradicar de mi colegio las sombras que oscurecían el horizonte, deseo continuar con mi labor contribuyendo a despejar los negros nubarrones que siempre han ensombrecido los sueños de los colombianos. 

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Rector del Colegio Gimnasio Los Arrayanes
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Luis Fernando Burgos
Gran Maestro Premio Compartir 2001
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