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Mi clase gana: si los estudiantes escriben

Escribir, para los estudiantes, puede ser una forma de mostrarles que son pensadores y escritores, que tienen una historia que contar y alguien quiere escuchar. 

Mayo 8, 2018

Tomo cada oportunidad que puedo para leerle a los estudiantes y pedirles que lean también entre ellos. Es un verdadero placer escuchar otra voz humana y dejar ir la mente entre sus palabras. Cuando mis estudiantes escriben, una actividad diaria, yo también disfruto escribiendo sobre ellos. Algunas veces trabajo con los estudiantes que tienen problemas muy específicos con la escritura, pero algunas veces solo encuentro al estudiante que está atascado y afectado por una página en blanco.

Intento escribir tan fielmente como puedo, mantenerme fiel a lo que dicen, incluso si no logro entenderlo por completo. No corrijo ningún error tipográfico. Pueden hacer eso y me gusta mostrarles que las personas cometen errores cuando escriben un primer borrador y que está bien seguir adelante y continuar escribiendo sin preocuparse de ellos.

En vez de interactuar con una página en blanco, ellos pueden interactuar con un adulto que muestra sus ideas abiertamente, quién les ha dicho que sí tienen una historia que contar. Algunas veces sonrió o les preguntó por más detalles; otras solo mantengo mi cabeza abajo y escribo. Los estudiantes que hablan a menudo inician callados y pequeños, pero luego se levantan, gesticulan, hablan rápido. A Través de los pasillos lucen vibrantes o inmersos en argumentos.

Algunas veces quieren probar sus ideas y encontrar una reacción de aprobación antes de llegar muy lejos por un camino. ¿Puedo escribir realmente acerca de tener dos papás? ¿Puedo decir que me encuentro molesto en como mi país trata a los refugiados?

Aunque siempre les digo a mis estudiantes que quiero escuchar sus ideas, eso va en contra de su condición. Tengo un gran letrero en la pared que les dice que confió en ellos para que vayan al baño, tomen algo, se estiren o coman pequeños pasa-bocas sin preguntarme. Aún, me siguen preguntando. ¿Puedo abrir la ventana? Les pido que le pregunten a sus compañeros.

Este tipo de condicionamiento, haciendo gramática en la escuela, puede ser difícil de superar. Y no es solo que se equivocan por ser educados o de alguna manera han abandonado el egocentrismo con el que todos los adolescentes (y adultos, por supuesto) se enfrentan. Encuentro que los estudiantes quieren la afirmación de que tienen permiso para hacer cosas a las que por mucho tiempo se les ha dicho que deben buscar aprobación. ¿Puedo escribir en primera persona? ¿Puedo dar mi opinión? Nada me haría más feliz.

Mis instrucciones de escritura son altamente influenciados por el ‘Taller del Escritor’ (Profesores del Colegio de Columbia) y pedagogías que sustentan la cultura. Hay un rol fuerte y poderoso para la instrucción directa y el uso de textos modelo, pero esto debe tomar un lugar dentro de un gran proyecto liberador que pretende deshacer teorías del déficit del uso del lenguaje.

“La abundante investigación lingüística ha demostrado, sin embargo, que los jóvenes, especialmente los de comunidades marginadas económica, racial o lingüísticamente, son de hecho usuarios de idiomas innovadores, flexibles y sofisticados, y ese lenguaje es central para que los jóvenes creen sus propias identidades.” (Mary Bucholtz, Dolores Ines Casillas, and Jin Sook Lee).

Escribir, para los estudiantes, puede ser una forma de mostrarles que son pensadores y escritores, que tienen una historia que contar y alguien quiere escuchar. 

Fuente: A Long View on Education
Traducción: Alejandra Franco. 


Imagen longviewoneducation.org

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Coordinador de aprendizaje personal. Profesor de inglés en International School of Brussels.
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Laura María Pineda
Gran Maestra Premio Compartir 1999
Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.