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¿La patria así se forma? Algunos mitos y verdades en torno al Bicentenario de la Independencia de Colombia

Basado en el resultado de un largo ejercicio en el país, el autor de este blog comparte con los lectores diez mitos sobre la independencia colombiana. 

Julio 4, 2019

Cuando realicé mis estudios de primaria y bachillerato, en los ya lejanos años 80 y 90 del siglo anterior, en las instituciones educativas aún se impartían las clases llamadas “Historia” y “Geografía” con variaciones temáticas según el contexto que se tratara en el curso: de Bogotá, de Colombia, de América, Mundial, etc. 

En tiempos más recientes, estas asignaturas fueron reemplazadas por un compilado inodoro, incoloro e insaboro denominado “Ciencias sociales”, en el cual se enseñaba, junto y revuelto, un poco de todo lo anterior más algunos rudimentos de economía, de la Constitución Política y de normas de convivencia.

Adicionalmente, no ha mucho tiempo una ley de la República, que por cierto tardó muchas legislaturas y debates en ser aprobada, estableció la obligatoriedad de la enseñanza de la historia de Colombia en los colegios, como si en algún momento esta se hubiese dejado de enseñar…

Estos hechos, sumados a la reciente campaña que adelanta el actual gobierno sobre el “bicentenario de la independencia” (¿otra vez? ¿Ya no habíamos celebrado uno en 2010, con su correspondiente derroche y malgasto del dinero de los contribuyentes?), me hicieron pensar en ciertas ideas y afirmaciones sobre dicho periodo que recibí en los lejanos días de las clases de historia de Colombia (y también en algunas de mi formación profesional) y que, por desgracia, se siguen repitiendo como mantras, como verdades inobjetables, como artículos de un Credo invisible por parte de algunos docentes, sobre todo de aquellos afectos a ciertas corrientes “bolivarianas”; y decidí examinarlas a la luz de las más recientes investigaciones históricas, tomando en cuenta además los paradigmas de la nueva “Historia global” para liberarme de la miopía de la historia tradicional.

El resultado de dicho ejercicio es lo que deseo compartir con los lectores en estos diez mitos sobre la independencia:

  1. La independencia de Colombia fue el 20 de julio de 1810.

R/ Mito. La independencia no se dio en esa fecha y tampoco el 7 de agosto de 1819. La independencia fue un proceso complejo que tardó más de 40 años, desde el inicio de los movimientos que manifestaron el descontento de los neogranadinos con los gobernantes peninsulares (como el de los Comuneros en 1781, acaudillado por Galán y Berbeo) hasta la expulsión definitiva de los reales ejércitos de Fernando VII del territorio colombiano, ocurrida hacia 1824. El reconocimiento español de la independencia de Colombia ocurrió el 30 de enero de 1881 cuando las dos naciones establecieron relaciones diplomáticas, reconocimiento que, por cierto, fue bastante posterior al alcanzado por otras naciones hispanoamericanas como México (1836) o Ecuador (1840). Ambas son fechas meramente simbólicas que conmemoran hechos puntuales en ese proceso: la primera el establecimiento de la Junta de Gobierno de Santafé de Bogotá; y la segunda, la victoria patriota en el Puente de Boyacá.

  1. La causa de la independencia fue el descontento general de la población con el gobierno español.

R/ Verdad a medias. Si bien las autoridades de la Corona cometían tropelías y abusos contra la población, como cualquier gobierno o Estado, lo cierto es que fueron varios factores los que condujeron a motivar en los americanos el sentimiento independentista, entre los cuales se destacan: las reformas políticas, administrativas y fiscales llevadas a cabo por los monarcas Borbones, que los criollos sintieron como lesivas para sus intereses; el vacío de poder generado por la invasión napoleónica a la península, la ausencia de los monarcas Carlos IV y Fernando VII retenidos por Napoleón en Bayona; las ambiciones de los grupos locales de poder en la Nueva Granada que se aseguraron la vinculación del grueso del pueblo en su pretensiones a través de la propaganda; las nuevas teorías políticas y filosóficas promulgadas por la Ilustración que habían tenido resultados exitosos en las revoluciones norteamericana y francesa, entre otros.

  1.  Los peninsulares eran perversos, malvados y crueles que maltrataban a todos los que no eran como ellos, sólo ambicionaban el oro americano y por eso era preciso independizarse.

R/ Mito. Generado por la llamada “Leyenda negra”, surgida de una lectura sesgada y malintencionada de algunos episodios de las crónicas de Indias y, particularmente, del texto Brevissima relación de la destruyción de Indias de Fray Bartolomé de Las Casas, difundida y aprovechada por potencias enemigas de los españoles (ingleses, franceses y holandeses) y algunos criollos ilustrados que tuvieron que construir la imagen del ‘enemigo’ para asegurarse el respaldo popular a sus aspiraciones independentistas.

La realidad es que muchos peninsulares, sobre todo gentes de mediana condición, sintieron estas tierras como propias, hallaron en el Nuevo Mundo lo que el Viejo no les ofrecía, y trabajaron por su mejoramiento y desarrollo a lo largo de los tres siglos hispánicos. En el contexto de la independencia hubo algunos que apoyaron a los patriotas en sus esfuerzos y trajeron consigo las ideas de la Ilustración, sin contar el reconocimiento explícito que hace el Acta de la Junta Suprema de Santafé del 20 de julio de 1810 al pedir la salvaguarda de los peninsulares “porque de la recíproca unión de los americanos y los europeos debe resultar la felicidad pública”. Por su parte, los criollos participaban ampliamente en el gobierno peninsular que luego afirmarían odiar, y recibían honores y mercedes de la Corona española en razón de su origen “noble” o “hidalgo”, como lo manifiesta José Luis Romero en su Latinoamérica, las ciudades y las ideas. Y, en contraste, muchos habitantes del virreinato tomaron parte en el bando realista y se opusieron a la causa independentista, como los habitantes de las provincias de Popayán y de Pasto, estos últimos masacrados por Bolívar, Sucre y sus tropas en la Navidad Negra de 1822.

  1. La traducción de los “Derechos del hombre y del ciudadano” hecha por Antonio Nariño en 1793 es el punto de partida del deseo de independencia de Colombia.

R/Verdad a medias. El hecho que ha sido sobredimensionado por la historia colombiana clásica podría resultar incluso hasta marginal si se toma en cuenta que el propio Nariño destruyó casi la totalidad de los ejemplares impresos (los cuales no tendrían una amplia difusión en el contexto de una Santafé mayoritariamente iletrada), negó su participación en una supuesta conjura de criollos contra españoles instigada por los ideales ilustrados, y le restó importancia al hecho de la traducción. Sirvió para formar su pensamiento político, su programa de Estado, pero no tuvo un gran impacto sobre la sociedad de su tiempo, en términos de su difusión. Los criollos necesitaron de estrategias más cercanas al pueblo como los pasquines o los libelos en los que se consignaban letrillas satíricas y amenazantes contra los gobernantes para difundir y consolidar el ideario independentista.

  1. La independencia la hicieron todos los neogranadinos de aquel entonces, porque tenían una causa en común: la libertad absoluta del yugo español.

R/Mito. La independencia no fue una causa común para todos los neogranadinos. Fue más bien un movimiento de las élites criollas que aspiraban a hacerse del control político total en el virreinato, sin contar en principio con amplios apoyos populares que tuvieron que ir ganando poco a poco a fuerza de propaganda. La independencia no fue, como se ha presentado tradicionalmente, un gran movimiento de masas. Fue un proceso histórico encauzado y dirigido por los miembros ilustrados de los sectores criollos y sostenido por otros grupos sociales (mestizos principalmente) convencidos ideológicamente, más no tuvo un alcance verdaderamente nacional. Incluso podría decirse que se limitó a unos cuantos centros urbanos, con sus zonas de influencia, localizados en la región andina y en la costa Caribe. Adicionalmente, existieron muchas divisiones políticas e ideológicas entre la sociedad neogranadina de aquel tiempo: autonomistas, independentistas, realistas. De este último grupo hacían parte algunos mestizos, indígenas y negros; no sólo peninsulares como se afirma tradicionalmente.

  1. El establecimiento de un gobierno republicano satisfizo las expectativas de los sectores que apoyaron la independencia.

R/Verdad a medias. Las cumplió parcialmente para los sectores que la promovieron, ya que pudieron tener a su alcance los medios necesarios para plantear y llevar a cabo sus ideas, pero en general la situación fue bastante complicada para todos los sectores sociales del virreinato. Un ejemplo de ello fue la situación económica en los primeros años de la República que fue de crisis y decadencia debido a factores como la improvisación, el escaso o nulo conocimiento de la administración pública por parte de los criollos, la escasez de mano de obra (incorporada a los ejércitos patriotas) y de materias primas, y la competencia de la industria extranjera. Los gobiernos criollos intentaron imponer como principios económicos la fisiocracia y el librecambismo, sin alcanzar mucho éxito debido a la inestabilidad política. Además debieron afrontar la regionalización de la economía que hizo que cada provincia y sus pobladores defendieran sus propios intereses que, en muchas ocasiones, contrastaban y se oponían a los de otras provincias. Asuntos como la libertad de los esclavos o el papel de las comunidades indígenas en la sociedad no fueron abordados por estos primeros gobiernos republicanos.

  1. La caída de la Primera República fue a causa de la crueldad de Morillo y de los demás españoles que participaron en “La Reconquista”.

R/Verdad a medias. Entre los factores que aceleraron la caída de la Primera República están los regionalismos y los caudillismos que imposibilitaron la unificación del país y provocaron la guerra civil de 1812 a 1814 entre los centralistas de Cundinamarca y los federalistas de las Provincias Unidas de Nueva Granada. Como consecuencia de lo anterior, eran de esperarse las derrotas militares de unas tropas mal entrenadas y peor abastecidas contra los ejércitos reales atacando en dos frentes: el del norte dirigido por el general Pablo Morillo, llegado desde España; y el del sur, comandado por el coronel Juan Sámano, apoyado por la Audiencia de Quito y el Virreinato del Perú, que permanecieron fieles a la causa del monarca español. Aunque las victorias de Nariño contra este último en el sur del país fueron importantes, terminó siendo derrotado debido a problemas de logística y la huida de sus tropas. A estos factores se sumanla delicada crisis económica y el caos político y administrativo de la primera república, como se apuntó anteriormente.

  1. La independencia fue una gesta heroica de un puñado de próceres geniales.

R/Mito. Como se dijo anteriormente, la independencia es producto de una confluencia de factores y procesos históricos complejos. Hay que considerar, por ejemplo, la creación y el accionar de las guerrillas patrióticas que actuaron en diferentes regiones del país, principalmente en los llanos orientales, en donde venezolanos y granadinos se reagruparon luego de huir de la reconquista española al mando de Páez y Santander para configurar el Ejército libertador al cual se uniría Bolívar en 1819; junto con el accionar de las redes urbanas de informantes patriotas que espiaban los movimientos de las tropas españolas. La ‘Campaña libertadora’ de 1819 es una muestra de lo que hoy llamaríamos “trabajo cooperativo”, no sólo el producto de unas cuantas mentes alumbradas por “el genio de la gloria”.

  1.  Las mujeres tuvieron una mínima participación en la independencia de Colombia.

R/Mito. Fueron clave en el desarrollo del movimiento independentista, como lo reconoce José María Espinosa, soldado del ejército de Nariño en su libro Memorias de un abanderado. Las mujeres convencidas de la causa patriota que contaban con mayores recursos económicos aportaron sus bienes financieros y recursos materiales como ropa y alimentos; las menos acaudaladas sirvieron como espías e informantes, mientras que otras se integraron a las tropas como auxiliares, enfermeras o cocineras (las llamadas ‘Juanas’). Sólo han sido referidos por la historia clásica los señeros casos de Policarpa Salavarrieta y Antonia Santos, quedando pendiente para la investigación histórica el rescate de muchos otros nombres.

  1. La independencia trajo enormes beneficios para todos los sectores de la población del extinto Virreinato de la Nueva Granada.

El establecer si este postulado en un gran mito o una gran verdad queda en las manos de cada colombiano que debe observar y analizar la realidad actual del país, para contrastarla con la realidad histórica de hace doscientos años. ¿Somos, efectivamente, un país más libre, más culto, más civilizado, más justo, más fraterno como lo propusieron los líderes independentistas en sus múltiples escritos y lo plasmaron en las abundantes ‘Constituciones’ que surgieron luego de la ruptura con el Corona española? ¿Se hicieron realidad los ideales que se prometieron como inmediatos a la liberación del yugo europeo? ¿El Estado surgido de aquella revolución patriota ha conseguido garantizar el bienestar y la prosperidad de sus ciudadanos, bajo el imperio de las leyes acordadas y aprobadas por los representantes de esos mismos ciudadanos? He ahí la cuestión.

 


Image by DavidRockDesign from Pixabay

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Rubén Darío Cárdenas
Gran Rector Premio Compartir 2016
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.