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La nueva evaluación docente

El nuevo formato de evaluación docente salió recientemente, pero aún queda la duda si responde al objetivo de alcanzar la calidad educativa.

Septiembre 1, 2015

La nueva propuesta de evaluación docente salió hace pocos días. El modelo, que se contrapone a la complejidad del examen anterior, tiene cuatro componentes. Un video de la clase del profesor, una autoevaluación, una encuesta a los estudiantes y una evaluación de parte del rector.  Cada uno de los componentes tiene un peso diferente en porcentaje: el video equivale al 80%, la autoevaluación a un 10%, y la encuesta y la evaluación de desempeño del rector corresponden al 5% cada uno.

Con respecto a la evaluación docente, la ministra Gina Parody declaró lo siguiente para El Tiempo: “Esta nueva herramienta es un gana-gana: con ella ganan los profesores, que cuentan con una evaluación objetiva que ofrece oportunidades y recursos para mejorar. Ganan los estudiantes, que verán cómo sus maestros podrán ir mejorando sus debilidades y reforzando sus fortalezas. Gana el país, que cuenta ahora con un sistema de evaluación objetivo, imparcial y riguroso que le permite trazar un camino para convertir a Colombia en la más educada”.

A partir de esta nueva evaluación, los docentes pasan a ser analizados por otros docentes certificados por el ICFES y todos los actores que están en su día a día constantemente: rectores y estudiantes. Ahora, ¿se trata realmente esta evaluación de una medida rigurosa y objetiva? Aunque es importante analizar la interacción del docente con su clase, y este es un aspecto que es imposible analizar si no se realiza una inmersión en las lecciones, siento que hay ciertos aspectos de la pedagogía que se pierden en esta evaluación y que parece más un sondeo de opinión.

Es importante tener en cuenta por ejemplo, el avance de las clases y si los contenidos programados día a día se están cumpliendo en el período requerido. De igual forma es importante saber el nivel de preparación y actualización de los docentes, ya que en muchas áreas como ciencias sociales, biología, matemáticas, física y hasta en geografía (entre otras), todos los días surgen nuevos avances que transforman la perspectiva de algo que antes se daba por sentado.

Falta ver del lado del Ministerio de Educación qué criterios estamos teniendo en cuenta para educar a nuestros docentes y para que en verdad exista una mayor rigurosidad para ejercer esta profesión. 

Desde mi punto de vista, la evaluación docente actual suple la necesidad de los docentes de ser evaluados por sus pares. Con eso estoy de acuerdo, un docente debe ser evaluado por otros de su área con un mayor nivel de experiencia y experticia. Pero, falta ver del lado del Ministerio de Educación qué criterios estamos teniendo en cuenta para educar a nuestros docentes y para que en verdad exista una mayor rigurosidad para ejercer esta profesión.

Es claro que no cualquiera debería ser docente y que en nuestras escuelas oficiales, la calidad educativa palidece en medio de los salarios y los difíciles contextos de algunas regiones del país. Pero, ¿responde la evaluación a la necesidad de tener mejores docentes? ¿Permite la evaluación que los docentes se enfoquen en una mejora continua de su metodología, más allá del escalafón?

La evaluación es solo un pequeño componente para alcanzar la calidad educativa de la que tanto se habla. Sin embargo, quedan otros aspectos a tener en cuenta, por ejemplo, analizar el proceso de selección, formación y escenarios de actualización del docente. Mientras tanto, es importante ver cómo funciona la nueva evaluación docente y si realmente contribuye a que este gremio llegue a ser de los mejores preparados del país.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Escrito por
Comunicadora social y periodista
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Fabián Moisés Padilla De la Cerda
Gran Maestro Premio Compartir 2016
Logré que el aprendizaje del inglés se convirtiera en una alternativa para la construcción de un proyecto de vida y el mejor aprovechamiento del tiempo libre