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La ruralidad docente y su impacto en las vidas de nuestros niños

Conozca más del proyecto ‘Aprendo y me divierto con las semillas en mi huerta escolar’ de la docente Claudia Espitia, de Chinavita, Boyacá.

Junio 17, 2020

Esta propuesta surgió de preguntarme “¿Por qué los niños del sector rural anhelan salir del campo y emigrar a la gran ciudad abandonando su terruño?”, de la cual se derivaron algunas respuestas que me motivaron a desarrollar este proyecto, brindando la posibilidad a mis estudiantes de amar el campo a través de vivencias y experiencias dirigidas en una huerta escolar.

El trabajo se ha venido desarrollando con los estudiantes de la sede rural Zanja Abajo perteneciente a la Institución Educativa Técnica Nuestra Señora de Nazareth del municipio de Chinavita, Boyacá, en la cual funciona Escuela Nueva, y a su vez el proyecto se ha venido vivenciando con 14 estudiantes de preescolar a quinto con edades entre los 6 y 12 años y proyectado a 115 niños de primaria de las escuelas anexas a la institución y algunos estudiantes de secundaria, además del trabajo directo de los estudiantes, se ha tenido el acompañamiento de los padres de familia.

La sede cuenta con un terreno cultivable de aproximadamente 200 m2 lo que permitió crear la huerta escolar; de ahí en adelante se buscó asesoría en las diferentes entidades del estado cercanas al municipio, permitiéndonos vincular al club Ambiental más grande de Colombia llamado CORPOChivatos, liderado por la Corporación Autónoma regional de Chivor CORPOCHIVOR, creándose el grupo ecológico y ambiental Los Duendes de la Naturaleza; cada año se realiza un encuentro regional de este club donde más de 1600 niños se reúnen a compartir experiencias, y es así como Los Duendes de la Naturaleza y en el caso de Bachillerato los vigías ambientales; aprovechan este espacio para recibir asesoría y al mismo tiempo exponen sus proyectos de huerta escolar ante el público presente dando un enfoque diferente anualmente; uno de los objetivos de esta propuesta es lograr que los niños, participantes del evento aprendan, se motiven y amen el campo y sus labores.

Tomando en cuenta las ideas de J.Dewey acerca de trabajar a partir de los intereses de los niños y el aprender haciendo1 para ejercitar rutas de pensamiento científico y de acuerdo a las diferentes experiencias obtenidas dentro de la institución, los estudiantes a través de la observación, la aplicación de conocimientos y la práctica de los diferentes procesos productivos han logrado implantar las costumbres agrícolas que inician desde la preparación del terreno, siembra, abonado, aporque, fumigación, cuidados del cultivo, control de plagas, para obtener una cosecha productiva de consumo dentro de la institución, reforzando los índices nutricionales de los estudiantes en el restaurante escolar.

Uno de los objetivos es la vinculación de los padres de familia en las labores de la huerta escolar, y la aplicación de los conocimientos en la huerta casera, lo que ha permitido la integración familiar alrededor del proyecto.

Otro de los objetivos es permitir que el niño adquiera conocimientos en el área de ciencias naturales a través de la experimentación, observación, investigación y conclusión de las actividades desarrolladas dentro de la huerta escolar. Para superar las clases de ciencias naturales basadas en el libro de texto con ejemplos sacados de contexto o enfocados en experimentos de química, porque aquí no hay laboratorio.

El proyecto apunta también a movilizar la curiosidad natural de los niños y recuperar la memoria comunitaria sobre las semillas y la cultura campesina para consolidar la identidad regional y valorar el campo. El trabajo que se viene desarrollando hace tres años en compañía con la Red Nacional de Semillas y la AITAB (Asociación Innovadora de Tubérculos Andinos de Boyacá) donde se han rescatado varias semillas ancestrales que se habían perdido y que junto con la ayuda de algunas comunidades campesinas se han recuperado y sembrado en nuestra huerta ayudando al rescate de estas valiosas semillas como el frijol Riñón, el maíz morado, el maíz negro y algunos tubérculos de nabos morados y maravillas del señor. Este proyecto lleva una trayectoria de 7 años en los cuales se ha direccionado el trabajo de la siguiente manera:

Trabajo de campo

Bocadillo y conserva de jalea de guayaba 

El Zanjanito En esta ocasión se trabajó con el cuidado, abonado y aporque de 33 plantas de guayaba existentes dentro de la institución; de las cuales durante el periodo de producción se adelantó la investigación del proceso de la preparación de jalea y bocadillo; se procedió a recolectar y realizar la transformación para obtener los productos esperados, los cuales fueron consumidos por los estudiantes, sus familias y otra parte comercializada. Nos preguntamos también ¿por qué el organismo necesita azúcar? ¿en qué consiste la diabetes?

Siembra de la huerta escolar

Nos centramos en la siembra de productos típicos de la región y de la canasta familiar, como maíz, arveja y ahuyama, evidenciando los diferentes procesos de producción agrícola y cosechando productos la alimentación en el restaurante escolar.

Los niños pudieron constatar la relación del tipo de abono y el riego con la abundancia de la cosecha y fueron dando cuenta de los procesos, anotando en el cuaderno y llevando una secuencia. Recordando a Celestino Freinet2 trabajé con los niños las recetas de sus abuelas y esto permitió fortalecer la escritura y la lectura. Esta actividad se socializó en el encuentro de los CORPOChivatos realizado en el municipio de Sutatenza siendo uno de los proyectos ganadores donde los niños fueron premiados con una Tablet e implementos escolares los cuales fueron motivantes para los niños y los impulsaron para continuar con este proyecto.

 

Investigación 

Aplicación de fungicidas orgánicos

Durante este año se trabajó con la implementación de abonos orgánicos para el manejo y control de plagas dentro de los cultivos, usando plantas de la región como: ajo, ají, sábila y ruda, además la aplicación de ceniza evidenciando el efecto y la potencialidad de los productos naturales y evitando el uso de plaguicidas altamente tóxicos y nocivos perjudicando la salud de las personas e impactando el suelo, el agua y el aire. Los niños investigaron sobre los efectos de los plaguicidas en los cultivos y trajeron ejemplos, así como también compararon situaciones diferentes con y sin abono orgánico. Este trabajo produjo grandes conclusiones y análisis de los resultados obtenidos reforzando los conocimientos sobre varios temas en el área de ciencias naturales y tecnología.

Aplicación de abono orgánico 

También se enfocó el trabajo del cultivo en una pequeña investigación sobre la aplicación del abono natural bocashi y su elaboración evidenciando un mejor crecimiento y desarrollo en la plantas de la huerta que fueron sembradas con este abono, al compararlo con las plantas a las que no se les aplico dicho abono; se realizaron bitácoras de observación y se participó en el concurso: soluciones para el futuro de Samsung y Colciencias donde se entregó un video con el proyecto realizado y además quisimos evidenciar la reutilización de envases plásticos generados en la casa, aminorando el impacto ambiental. A pesar de no ser seleccionados se participó con mucha alegría y motivación quedando como experiencia enriquecedora la cosecha. También se participó en una convocatoria de artículos sobre experiencias institucionales, plasmándose de esta manera dentro de nuestro artículo el trabajo desarrollado en la sede, quedando seleccionado y publicado a nivel municipal.

¡Voy a comer cocido Boyacense!

En el presente año se tiene un cultivo de productos 100% típicos de Boyacá, como lo son: habas, maíz, nabos, papa criolla y frijol, con el propósito de preparar el famoso cocido boyacense y otros subproductos elaborados con la transformación del maíz (envueltos y arepas).

Mejoramiento académico 

Podría ubicar estas maneras de enseñar en un enfoque socio-constructivista ya que parte de los conocimientos de los estudiantes, de sus intereses y de la cultura local para desencadenar procesos de reflexión y preguntas que ayudan al docente a orientar el trabajo escolar para producir transformaciones conceptuales, prácticas y axiológicas en la comunidad escolar.

Aquí la construcción de conceptos no es un ejercicio de memoria sino el resultado de la observación de los procesos en la granja. Todas estas actividades permiten fortalecer la mayoría de ejes temáticos del área de ciencias naturales en los grados de primero a quinto, a través de la observación y práctica y desarrollo de actividades que buscan que el estudiante adquiera el conocimiento y lo interiorice de una manera dinámica para que saque conclusiones y se evidencie el aprendizaje de manera real y concreta, además se correlaciona con ejes temáticos de otras áreas como matemáticas, español informática, ética y sociales siendo así un proyecto transversal muy importante en el afianzamiento de conceptos y logrando la producción textual, aplicación de fórmulas y correlacionando los aprendizajes con el trabajo de campo desarrollando una dinámica de aprendizaje permanente, contextualizado y colaborativo.

Los insumos (semillas y abonos) suministrados por los estudiantes y las entidades que nos colaboran; así como el aporte de los conocimientos ancestrales de padres y abuelos quienes ayudan en el desarrollo de este proyecto fortalecen las costumbres y tradiciones de la región, ya que al trabajar con las herramientas básicas de un cultivador (pica, pala, azadón, machete) se motiva al estudiante para que se enamore del campo y vea en él un futuro sano y promisorio. Este tipo de prácticas abre las puertas a procesos de investigación por parte de los estudiantes ya que se brindan los espacios, las herramientas y los conocimientos necesarios para que salga adelante con sus iniciativas.

Proyección y retroalimentación 

El efecto satisfactorio de todos estos procesos pedagógicos se evidencia a través de la implementación de estos conocimientos en la huerta casera involucrando a toda la familia; como resultado de este objetivo, encontramos que aproximadamente el 65% de los estudiantes de la institución han implementado sus propios cultivos pan coger, como ejemplo tenemos las familias Pabón Arévalo, Prieto Bohórquez, Díaz Salgado, Ramírez Segura, quienes han integrado a toda su familia en esta tarea. Esto nos permite obtener una evaluación positiva frente a uno de los objetivos de este proyecto. 

En la aplicación de este proyecto socio-constructivista, al aprender nos arriesgamos a equivocarnos y a partir de estas equivocaciones buscamos las soluciones de una manera didáctica, práctica y creativa, en la cual todos aportamos. Con este tipo de modelo pedagógico el docente no se convierte en un simple transmisor de conocimientos, sino que motiva y permite que los alumnos construyan su propio saber y apliquen de manera autónoma sus reflexiones al aprendizaje obtenido.

Como resultado de este proyecto, se evidencia que al ser replicado en otras instituciones educativas se lograría motivar a los estudiantes a quedarse en el campo generando cultivos sostenibles y productivos, así mismo, con el tiempo, los jóvenes podrán investigar e implementar nuevas tecnologías de cultivos alternativos de producción limpia y con los canales de comercialización pertinentes de sus productos se obtendría una economía sólida en la región.

Para mí el logro más sobresaliente es la creación de la conciencia ambiental por el cuidado y conservación de los recursos naturales y el amor por las actividades del campo, la consecución y el rescate de las semillas ancestrales, indígenas y campesinas de la región, la investigación cultural de su origen, la promoción de su siembra, su uso alimenticio y cultural que permite la conservación de saberes ancestrales y afianzar el sentido de pertenencia al territorio, haciendo de los jóvenes, niños, docentes y padres de familia agentes promotores de la memoria colectiva de la región.

El contexto social de este entorno gira alrededor de la agricultura y la ganadería, con índices muy altos de analfabetismo lo cual vulnera a los niños para el apoyo en su aprendizaje ya que no tienen orientadores en sus viviendas que sirvan de guía y refuerzo a la enseñanza; así mismo, se han detectado algunos casos de violación y vulneración de derechos en los niños, los cuales fueron denunciados ante las autoridades competentes.

En lo ambiental no se cuenta con agua potable en la institución ni en las viviendas, esta es captada del acueducto veredal y de acuerdo a estudios no es apta para consumo humano, por lo tanto, en ocasiones los niños sufren de enfermedades gastrointestinales que los obliga a ausentarse de las clases por días o semanas.

Mis prácticas educativas se trabajan con el modelo escuela nueva o escuela activa de manera colaborativa; modelo educativo que se implementa en Colombia en las instituciones rurales multigrado en donde orienta su enseñanza un solo docente; Sin embargo, dada la poca capacitación en este modelo y lo obsoleto de los materiales, he logrado enfocar mi enseñanza con la metodología acción participativa del investigador y sociólogo Colombiano Orlando Fals Borda, la cual tiene como objeto que lo niños inicien procesos de aprendizajes significativos a través de la transformación del conocimiento como actores sociales de su aprendizaje, por tal motivo he trabajado de manera colectiva y haciendo de la investigación una herramienta para adquirirlo, volviéndose sujetos que participan en la construcción de conocimiento social, pedagógico y académico y que sean investigadores de sus propias tradiciones.

La investigación acción participativa propone combinar el conocimiento que proviene de la razón con la racionalidad cotidiana del corazón y las experiencias de la gente común, para transformar este conocimiento en sentipensantes al servicio de los intereses de la clase y se desarrolla en el aula. 

Es por esto que llamo a mi enfoque sociocrítico. Por lo anterior, se ha venido trabajando con los niños en la huerta escolar y en la recolección de semillas ancestrales, aplicando los conocimientos adquiridos en el área de ciencias naturales y buscando transversalidad en todas las áreas del currículo, lo que ha permitido la construcción de su propio aprendizaje a través de la práctica donde se recupere el legado ancestral y las tradiciones, inspirando el sentido de pertenencia por su cultura y fortaleciendo el lenguaje oral y escrito; allí se involucra la familia como eje central del desarrollo, la comunidad de la vereda, del municipio y de la región; por los resultados y logros obtenidos, esta metodología se ha venido socializando a nivel municipal, regional, departamental y nacional.

Aprovechando el acercamiento con algunas instituciones que apoyan el desarrollo sostenible y la conservación de los recursos naturales, como lo es CORPOCHIVOR (Corporación Autónoma Regional de Chivor), impulsé la creación de un grupo ambiental Los Duendes de la Naturaleza en el año 2010, quienes lideran y construyen proyectos para crear una conciencia ambiental 100% conservacionista.

Desde su creación hemos participado con más de 1.600 niños de toda la jurisdicción con proyectos como los recicla juegos, el cual consiste en la recolección de envases plásticos en las viviendas, la institución y su reciclaje para la creación de elementos de juego como fichas de ajedrez; Otro proyecto fue Ilumina tu planeta, creando nichos para plantas ornamentales en bombillos desechados; La huerta escolar, impulsando la siembra de productos típicos de la región pero utilizando insumos 100% naturales para combatir las plagas que atacan los cultivos sembrados y algunos frutales de la escuela; también se elaboraron abonos bocashi para la siembra de los productos de la huerta escolar y casera; Arte semillas, creando artesanías a partir de las diferentes residuos de las plantas que se cosechan como tusas, hojas de maíz y semillas de frutas.

Los niños se han destacado en las pruebas “instruimos” y las “olimpiadas del conocimiento” en el área de ciencias naturales, consolidando el desarrollo de habilidades de comprensión lectora y basando el aprendizaje en proyectos que rescatan el valor de la ruralidad y la agricultura orgánica, interactuando con su comunidad.

En las prácticas de los proyectos se ha logrado el apoyo de CORPOCHIVOR la cual se encarga del cuidado y conservación de los recursos naturales, y se ha trabajado la elaboración de insecticidas orgánicos para la protección de los cultivos atacados por plagas.

Así mismo, se ha recibido la asesoría para la fabricación de abonos naturales como el bocashi, todo esto pensando en un menor impacto al suelo, el agua y el aire. Nuestros logros y reconocimientos han sido en su mayoría en los encuentros de CORPOCHIVATOS donde presentamos nuestros proyectos y hemos sido ganadores, lo cual es motivante para los estudiantes para continuar trabajando.

La creación del superhéroe “Capitán Reciclin” es uno de los más importantes. Con las enseñanzas del amor por el campo y los animales se logró que los niños apáticos se volvieran apasionados por el trabajo del campo y de los animales, al tener ellos el contacto con la naturaleza se logró la inclusión escolar en el aula con los niños que poseen necesidades especiales, quienes mejoraron su percepción con los recursos naturales. Con estas actividades se ha logrado reducir la deserción escolar al 0% vinculando la familia y motivando otras comunidades rurales. 

Gracias a los proyectos que se desarrollan en nuestra escuela se ha convertido en autosostenibles por el trabajo de la huerta escolar que se realiza al terminar la jornada escolar y son convocados los padres de familia y líderes de la comunidad a participar en el desarrollo de estas, igualmente todas las actividades son replicadas en la implementación de la huerta casera y se asesora a las familias en sus casas haciendo visitas para que realicen de una manera adecuada sus cultivos, además se les brinda asesoría técnica a través de expertos de CORPOCHIVOR.

El proyecto de la huerta escolar marca un referente positivo en la región, vincula y educa a las familias campesinas y es replicable en otras escuelas rurales, tiene una proyección institucional a nivel municipal, departamental y nacional.

En la escuela se aprovechan los recursos de la cosecha para fortalecer los saberes tradicionales y ancestrales, las recetas típicas de la región como cocido boyacense, pan de maíz, galletas dulces de maíz, envueltos felices, jaleas de guayaba, dulces, que se consumen en el restaurante escolar mejorando los índices nutricionales.

Actualmente se está creando un banco de semillas ancestrales indígenas y campesinas, a través de diferentes entidades nacionales como la Red Nacional de semillas y la asociación innovadora de tubérculos andinos de Boyacá que fortalece la identidad cultural de la región y proyecta a los niños a la investigación y el amor por sus tradiciones. A través de los proyectos colaborativos adelantados en la institución se han desarrollado las competencias del siglo XXI; el pensamiento crítico en la medida que los estudiantes afrontan retos en su contexto, el trabajo de apoyo interactuando unos con otros permitiendo el intercambio de conocimientos con niños de otras instituciones.

Estos proyectos motivan los niños y jóvenes a resolver problemas usando las herramientas que nos brindan las TICS. Uno de los objetivos trazados con el proyecto de la huerta escolar, la huerta casera y el rescate de semillas ancestrales, es que los estudiantes no abandonen sus tierras una vez salgan de los grados superiores, ellos han entendido que este tipo de prácticas les abre las puertas para comercializar productos a nivel municipal, regional, departamental, nacional e internacional, teniendo en cuenta que existen países donde no poseen tierras para cultivar y la población es cada día más grande y no es la agricultura un medio de industria.

Gracias a estas iniciativas los estudiantes se están preparando para asumir retos globales donde puedan desarrollar su capacidad creativa al hacer construcciones y diseñar proyectos que logren transmitir sus conocimientos con responsabilidad social, el respeto por la diferencia y permitirles ser tenidos en cuenta a nivel regional, departamental y Nacional.

El impacto más significativo de este proyecto de guardianes de semillas ancestrales bicentenarias, ha sido el de haber ganado el foro municipal y departamental ambiental bicentenario 2019, acontecimientos que llegaron al Ministerio de Educación y somos merecedores de la invitación por parte de la Ministra a presentar estas experiencias en el Foro Educativo Nacional, “Bicentenario, Historia, Ética y Ciudadanía en Colombia. 

La Historia de Nuestra Diversidad” evento que se desarrollara los días 08 y 09 de octubre del presente año en la ciudad de Bogotá. Mi gran sueño es la construcción de una granja escolar que se convierta en el primer Centro de Innovación Rural donde se puedan abordar problemáticas del entorno en la búsqueda de estrategias que puedan mejorar la calidad de vida de las personas de la región.

Este centro será un espacio de capacitación para docentes rurales del país y de Sur América en prácticas innovadoras y aprovechamiento de los recursos naturales de la región, y se continuará la capacitación de estudiantes que les permita desarrollar las competencias para acceder a la educación superior y el mejoramiento de los problemas de la localidad teniendo visibilidad en el contexto rural y se realizaran alianzas con el Ministerio del Medio Ambiente para la capacitación y tendrá un carácter social al permitir que las familias se capaciten y se fortalezcan en nuevas estrategias de mejoramiento de la economía.

Así mismo, se construirá un sistema de tratamiento de agua potable para que la comunidad educativa no tenga problemas de salud, una planta procesadora de alimentos como maíz, guayaba, frijol, guatila o Chayotera, rigua, aguacate, mora, lulo, tomate de árbol, hortalizas, entre otros, un trapiche comunitario para la transformación de la caña de azúcar y la comercialización de la panela, un beneficiadero de café al servicio de la comunidad, una clínica veterinaria para la atención inmediata de semovientes, un banco de germoplasma variabilidad y genética de semillas ancestrales de la región y un centro de capacitación agropecuaria para los jóvenes y líderes de la región y el departamento.

Con la construcción de este gran sueño y proyecto se activará la economía de la región y se incentivará el amor por el campo y la búsqueda de la investigación para mejorar su calidad de vida y satisfacer sus necesidades básicas.

*Artículo publicado originalmente en la revista Educación y Cultura, de Fecode. Publicado en Compartir Palabra Maestra con autorización de la autora.

 


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Escrito por
Docente Especialista de la Institución Educativa Técnica Nuestra Señora de Nazareth, Sede Zanja Abajo, ubicadad en Chinavita, Boyacá, Colombia.
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Irma María Arévalo González
Gran Maestro Premio Compartir 2002
Ofrezco a cada uno de los alumnos un lápiz mágico y los invito a escribir su propia historia enmarcada en los cuentos y leyendas de su cultura indígena.