Ambiente de aprendizaje entre la Sierra y el mar

Todo maestro se preocupa por la calidad y éxito de su práctica, pero algunos solo se enfrascan en  el desarrollo de las temáticas dejando a un lado la construcción del ambiente de aprendizaje, siendo éste un proceso importante para el desarrollo de habilidades.

Un ambiente de aprendizaje consta de una organización del espacio, distribución del material e interacción, la cual garantiza el pleno desarrollo de actividades autónomas. Así mismo, la interacción entre maestro-alumno, conocido como clima de aprendizaje juega un papel importante a la hora de ejecutar la práctica docente, generando beneficios tanto para el educador como para el educando.

Este andamiaje se debe considerar como un proceso dinámico. En la misma medida que se le exige al estudiante que potencialice su creatividad lo mismo sucede con el lugar en donde se generar el  aprendizaje.

Ahora bien, las condiciones climáticas influyen en esta elaboración. Ubicándonos en la costa Caribe colombiana, en donde la temperatura oscila entre los 30°c – 36°C, posiblemente los estudiantes son más emotivos. Es necesario brindar espacios en los cuales se acuda al contacto con la naturaleza, en este caso el mar.

Afirmo lo anterior a partir de mi experiencia de práctica en la I.E.D. Escuela Normal Superior María Auxiliadora de la ciudad de Santa Marta. La ejecución de la práctica en ciertos días se tornaba difícil porque las condiciones climáticas afectaban la elaboración del mismo.

Pero vivir entre la Sierra y el mar nos brinda una experiencia de aprendizaje basado en la diversidad cultural la apropiación histórica de los lugares más emblemáticos de la ciudad como el Balneario del Rodadero, el Parque Tayrona y la Quinta de San Pedro Alejandrino, convirtiéndose en un nuevo ambiente de aprendizaje, idóneo para la investigación.

Querido colega, quiero invitarte a llevar a tus estudiantes a nuevas experiencias de aprendizaje. El aula no es el único lugar para generar nuevos conocimientos.