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Celebramos la vida de los niños y los jóvenes, futuro promisorio de nuestro país

Más allá de un estándar o una prueba que convierte a los estudiantes en números y cifras, los queremos por lo menos vivos, porque sólo los vivos son capaces de soñar. 

Agosto 22, 2017

El año nos recibió con el caso de la niña Yuliana Samboni, de ahí para acá, cada semana, cada día en un lugar de Colombia aparecen casos de violación de los derechos de los niños y niñas, como si fuera poco las mismas redes sociales en manos de inescrupulosos poco ayudan en este flagelo. Sólo entre la última semana de mayo y la primera abril, se registran 3 casos de muertes en extrañas circunstancias con menores de edad en la localidad de Bosa, vidas que nos duelen y nos alertan de una enfermedad social que está teniendo alcances inimaginables.

Hasta dónde está llegando esta sociedad que descuida sus niños, que  menosprecia el papel de la escuela, por que para muchos estudiantes la escuela es un refugio para los problemas y conflictos de sus hogares. Sin embargo, las instituciones educativas deben propender por la enseñanza de las disciplinas y los contenidos, por el desarrollo de competencias para que se defiendan en el futuro. De todas maneras, de vez en cuando sería importante incluir estas unidades al plan de estudios de la vida: un recorrido por el amor hacia arte de ser felices, una mirada a la resistencia que debemos tener frente a los problemas, el valor del amor, la lucha por los sueños, la búsqueda de ideales. Estas y muchas reflexiones son parte del dialogo de los padres y maestros con sus adolescentes, creo, que más allá de un estándar o una prueba que convierte a nuestros estudiantes en números y cifras, los queremos por lo menos vivos, porque sólo los vivos son capaces de soñar.

Un país que cojea en la justicia que defiende nuestros niños y niñas, una sociedad que poco o nada le interesa el futuro de los jóvenes, unos medios de comunicación que desconectan su función de educar, una familia ocupada que no dedica tiempo a sus menores y una  escuela que se aleja del afecto y la formación en valores, definitivamente son el caldo de cultivo para todo lo que está pasando. Después nos preguntamos: ¿Cómo es posible que nuestros niños, niñas y jóvenes comentan tantas locuras? Además de una personalidad maleable propia de los adolescentes, de sus crisis emocionales, pues 1 de cada cuatro adolescentes pasan por estados de ansiedad que en casos extremos los llevan a la depresión profunda, y que es ahí precisamente donde ocurre la tragedia.

Algunas sugerencias: el fortalecimiento de las escuelas de padres en los colegios, las reuniones con padres deben aprovecharse para dialogar estos temas, talleres de sensibilización en relación al manejo responsable de redes sociales y los mejor: una sociedad y una justicia que trabajen por  el restablecimiento de los derechos de lo más sagrado de nuestras comunidades, “los niños”

Si bien, no hay un manual para la vida, si hay situaciones que ocurren y nos están enseñando, pero vaya el costo, el dolor en el alma y el corazón que embarga la ausencia, la muerte y el dolor de nuestros niños y niñas colombianas es muy alto.

Hoy desde estas líneas, un homenaje, un saludo a los protagonistas de la escuela  "los estudiantes". Para ellos y para ellas, una dedicación desde los acordes del cantante Axel, quien nos invita a vivir la esperanza, a celebrar la vida.

Music video by Axel performing Celebra La Vida. (C) 2008 Universal Music Argentina S.A.

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Maestro Ilustre del Premio Compartir 2017.
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Jaqueline Cruz Huertas
Gran Maestra Premio Compartir 2000
Es necesario entablar una amistad verdadera entre los números y los alumnos, presentando las matemáticas como parte importante de sus vidas.