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¡GRACIAS!

Recibir el Premio Compartir al maestro le cambió la vida a la profe Nancy Palacios. Además de esto, le permitió comprender el valor didáctico y pedagógico que hacía con sus estudiantes.

Mayo 21, 2016

Cuando hace un año en esa noche de realismo mágico en el Teatro Colón dije que nunca me pensé estar allí recibiendo el Premio Compartir, no era una frase más, era cierto. Hoy solo quiero expresar a la Fundación Compartir una gratitud eterna. No he querido hacer una enumeración de las personas a las me gustaría agradecer, porque muy seguramente se me quedarían algunos por fuera y no me parece justo. Desde el señor Pedro Gómez y su familia, hasta el último en la lista del equipo de la Fundación tienen en mi corazón un lugar y un cariño muy especial. Recibir el Premio Compartir al maestro me cambió la vida y me permitió comprender que lo que hacía con mis estudiantes en el salón de clases tenía un valor didáctico y pedagógico inmenso y eso ha llenado de alegría y satisfacción mi existencia.

Lo mejor de haber recibido el Premio fue tener la oportunidad de compartir con maestros en ejercicio y estudiantes de licenciatura de muchos lugares del país. Esto me permitió confirmar que no en pocos, sino en una gran cantidad hay iniciativas e ideas para hacer mejor su trabajo, solo les hace falta esa guía y esa orientación que les diga “maestro, maestra, rector, rectora, realice estos ajustes, realice estas mejoras y hágale que por allí es”.

Eso ha hecho a Fundación desde el año de la creación del Premio hasta hoy: orientar y motivar a maestros e instituciones educativas para que mejoren su práctica pedagógica y hagan más felices a los niños y a los jóvenes que asisten a sus aulas.

Estoy segura que esa hoja por la que yo me inscribí, la retroalimentación que se le hace a todos y cada uno de los maestros y los rectores que se presentan al Premio, es una verdadera semilla para el mejoramiento de la calidad educativa. Pero va más allá: se constituye en esa voz de aliento que le dice a todos aquellos que la reciben, “tu labor es valiosa, lo que haces es importante y necesario para tus estudiantes, tu institución y tu comunidad”.

Todavía no sé de quién fue la maravillosa idea de crear el Premio, pero de una cosa sí estoy segura: es el mejor reconocimiento que se hace a la labor de los maestros del país. Premio Compartir al Maestro, por favor sigan estando allí, haciéndole sentir a muchas y muchos que la labor de enseñar y formar a niños y jóvenes es la labor más bonita del mundo. 

Gracias Fundación Compartir por cambiar mi vida y la de muchos otros maestros e instituciones educativas. Gracias por hacer grande y visible la labor de los maestros de Colombia.

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Gran Maestra – Premio Compartir (2015)
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Laura María Pineda
Gran Maestra Premio Compartir 1999
Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.