Inclusión educativa en la I.E.D Escuela Normal Superior María Auxiliadora de Santa Marta

La inclusión educativa es de vital importancia, por la ruptura de  barreras y esquemas de vida en la sociedad marcada por la marginación. A su vez porque promueve en las escuelas, familias y comunidades la integración social de  las personas que tienen dificultades en lo intelectual, visual, auditivo y motor, facilitando espacios para desarrollarse a plenitud de acuerdo a sus necesidades, expectativas e ilusiones en igualdad de oportunidades.

 En la Escuela Normal Superior María Auxiliadora de Santa Marta se desarrolla la educación inclusiva, aceptando y atendiendo a la diversidad de alumnos.  En esta asisten niñas invidentes, con discapacidad sensorial auditiva e incluso de diversas razas y etnias. También cuenta con un número de maestros capacitados para atender a esta población; otros aunque no están lo suficientemente preparados para atender a estos estudiantes, están en un proceso de aprendizaje para poder lograrlo. En la institución a estas estudiantes se les cumplen todos sus derechos, haciendo parte de las decisiones que se toman a nivel institucional para el beneficio de la comunidad educativa.

Según el MEN, el propósito de la Educación Inclusiva es permitir que los docentes y estudiantes se sientan cómodos ante la diversidad y la perciban no como un problema, sino como un desafío y una oportunidad para enriquecer el entorno de aprendizaje. A partir de lo anterior es que la Escuela Normal quiere enfocar a sus estudiantes, en especial a las que realizan el Programa de Formación Complementaria, puesto que tienen como propósito formar maestras con una formación integral y con todas las herramientas para atender a la diversidad. Si éstas en algún momento de su profesión  cuentan con el privilegio de atender a niños con alguna discapacidad o necesidad, deben aprovechar esa oportunidad para dejar una huella en la vida del niño.

Es importante formar jóvenes en valores como los de la igualdad, respeto, justicia social, entre otros, capaces de saber tratar con personas con un proceso cognitivo diferente. El siglo XXI ha traído consigo jóvenes con grandes potencialidades, es importante explotar toda esta chispa que poseen para poder así, crear una sociedad incluyente y pacífica.

En la medida en que yo me sienta diferente, diverso, excepcional, capaz para unas cosas y discapacitado para otras, iré entendiendo y capacitándome para la educación inclusiva y para la sociedad de la diversidad…(Moriña, 2004)