Investigar durante el pregrado: ¿Por qué y para qué?

En Colombia la investigación es una disciplina débil en el campo del conocimiento, lo cual ha dificultado servirnos de ciertos saberes para impulsar el desarrollo y el progreso. Por ello, es necesario profundizar en este campo como eje primordial para alcanzar el progreso de la nación.

Es sabido que, la investigación hace especial énfasis como elemento primario del conocimiento que permite diagnosticar un problema y luego hallar su solución. Debido a ello, podemos decir que la investigación es una disciplina que tiene el valor de transformar.

Son precisamente los problemas que inundan a diario este país lo cuales pueden ser transformados a través de la investigación, por tanto, se convierten en oportunidades para que el estudiante participe e intervenga frente a cada problemática social o de otra índole. Así entonces, la formación universitaria contribuye considerablemente al crecimiento de un espíritu investigativo en los aprendices.

Gary Becker (Premio Nobel de Economía, 1992) expresa: “Hagamos del estudiante un investigador, crítico, autogestor, generador de desarrollo, que interactúe en equipo con personas de otros saberes y proponga alternativas con argumentación y espíritu de ayuda hacia el ser humano y el entorno”.

Asimismo, es indispensable disponer de la guía y el respaldo de los maestros. Esto es, para que tan pretendida transformación a través de la investigación pueda ser parte de un ciclo que se renueva e impacta en las aulas de clases.

Según Aristóteles, filósofo, lógico y científico griego, “el conocimiento se obtiene a través de los sentidos, por medio de la experiencia y el contacto con el entorno”. Es decir, los conocimientos no solamente se adquieren leyendo libros o escuchando las explicaciones de los maestros en el aula, es necesaria la interacción con el entorno que nos rodea por medio de la investigación.

De esta manera se genera la búsqueda del conocimiento, desde las pequeñas curiosidades que nos ofrece el medio circundante. Por consiguiente, es importante la investigación durante la universidad puesto que hace del estudiante un ser íntegro e independiente, capaz de desarrollar pensamientos sólidos.

No obstante, escuchamos a varios colegas en formación manifestar: “No soy bueno para investigar”, “la investigación no es lo mío”, “investigar es difícil y aburrido”. Pero para disipar los miedos y fantasmas que tenemos sobre lo que implica investigar, compartimos la siguiente experiencia:

“En la universidad de Sucre tenemos la oportunidad de cursar la asignatura proyecto pedagógico investigativo, la cual se divide en tres niveles. En cada nivel aprendemos las pautas para realizar un proyecto investigativo. Durante el desarrollo del primer curso, PPI-1, tuve la oportunidad de tener una excelente profesora que deshizo mi temor hacia esta disciplina. En dicha clase conocí dos maestras inspiradoras que compartieron su experiencia investigativa. De ellas constaté la importancia que demanda esta acción, y además, aprendí a desarrollar un espíritu reflexivo. También, a concientizarme de que investigar reclama perseverancia, ya que mediante ella podemos buscar y dar respuestas a interrogantes que formulemos para así generar nuevos conocimientos. Tomando el ejemplo de estas docentes, un día decidí que quería investigar y hacer algo por mi país. Es por ello que, una tarde, sentada frente a mi computador visité una página web que ofrece becas, lo cual consiste en realizar un proyecto comunitario dirigido a poblaciones indígenas. Dicha tarde escribí lo que exigían como requisitos para el proyecto y puse en práctica lo aprendido en la clase de PPI-1. Un mes después recibí la noticia de que el proyecto había sido aprobado. Seguidamente pensé - “la investigación ha cambiado mi vida y mi manera de ver el mundo” –Andrea Bracamonte, Licenciada en formación.

Considerando la anterior experiencia, vemos que la investigación recae sobre la vida de cada persona puesto que proyecta una sobria lectura de la realidad actual, de ahí que puede ser aplicada en todas las áreas de la vida. Es por ello que inquieta al investigador a encontrar soluciones no importando los cambios o retos que se presenten.

Además, ayuda a estimular el hábito de la lectura, lo cual se traduce en un efecto positivo para la salud mental, pues permite que el cerebro se encuentre en constante ejercicio.

En palabras del Licenciado en Matemáticas Elfre Cuello Julio, egresado de la Universidad de Sucre “el maestro debe ser un investigador dentro del aula de clases, capaz de detectar problemas en el ámbito educativo y buscarle solución. Muchos docentes se limitan a transmitir un conocimiento teórico, se desprenden de la parte formativa del estudiante y no hacen investigación; no buscan el más allá de los problemas educativos. Una buena opción para hacer investigación es enfocar las investigaciones en la sociedad actual, la cual se encuentra en una era digital y de globalización. Sería bueno que para los futuros maestros la investigación no sea una opción sino un requisito, y para esto, es necesario educar al que educa”.

En adición a esto, cabe resaltar que las bases investigativas durante la carrera universitaria, facilitan esta acción durante post-grados. Y, de igual manera, siendo ésta una modalidad de grado, le permite al estudiante obtener este derecho y dejar un legado en su recinto educativo.

Pero también, e incluso más importante, contribuye al devenir de la sociedad, proponiendo soluciones a las diferentes problemáticas educativas, sociales u otras.

Así entonces, la investigación, y la educación deben ser vistas como un proceso de catarsis en donde se responda cada vez mejor a las necesidades de cada realidad. En razón de esto, hacemos un llamado incentivando a los estudiantes universitarios, especialmente a aquellos de las facultades de la educación, para que opten por hacer trabajos investigativos y con ellos contribuir a mejorar o tratar de solucionar las problemáticas que el sector educativo presenta desde las diversas áreas.