¿La educación pre-escolar aporta a la calidad educativa en Colombia?

Había una vez un sembrador que cosechaba los mejores frutos de su región. Sus vecinos deseaban lo mismo y, para lograrlo, recurrían a él para obtener sus semillas, a lo que él accedía escogiéndoles las mejores. Todos los pobladores se preguntaban el por qué de su cuidadosa selección. Entonces, decidieron interrogarlo y él, con sabiduría, les contestó: “el buen fruto depende de la semilla y del suelo en donde se siembre”.

En analogía con el proceso de nuestra educación, la semilla es el niño en edad pre-escolar (5 años), a quien se debiera orientar con responsabilidad, esos valiosos años de construcción de sus aprendizajes. Grandes pedagogos han demostrado con sus investigaciones que “el ser humano aprende verdaderamente en los primeros años de vida, después reproduce”.

¿Por qué desconocer esos grandes aportes? Con base en esta premisa, los docentes de educación inicial podemos implementar estrategias para que nos convirtamos en parte del terreno abonado indispensable, que permita que esa semilla germine vigorosa y, posteriormente, produzca más y mejores frutos.

Si no desperdiciamos los primeros años de vida del niño y estimulamos su pensamiento lógico, que podría hacerse, por ejemplo, con la implementación de las regletas de Cuisenaire y el arte, logramos generaciones con mejores desempeños en la vida.

Los gobiernos se interesan por mejorar la calidad de la educación, pero, ¿cómo hacerlo posible si seguimos haciendo lo mismo que en el pasado? Se hace obligatorio solo un nivel educación pre-escolar (transición) que se subvalora. El presupuesto para la educación es escaso para una población que crece día a día y se otorgan estímulos que benefician a los estudiantes de bachillerato, cuando la planta ya está produciendo frutos de las semillas que ya hace varios años se sembraron.

Querido lector, ¿será que fortaleciendo los años preescolares y escolares logramos  verdaderos cambios académicos y sociales en las nuevas generaciones? ¿Será que con esto se puede lograr que aseguren una mejor cosecha de estudiantes “pilos” sin recurrir a entrenamientos meramente evaluativos de última hora?

Si algún día lográramos visualizar el nivel de pre-escolar como un peldaño importante en la vida de un bachiller y le diéramos el valor que le corresponde adentro del sistema educativo,  apuntaríamos a verdaderos procesos de calidad en la educación de Colombia.