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Pütuchipü’u, Maestro de la Palabra y Sana Convivencia en la Sociedad Wayuu

El momento vive el país es ideal para reflexionar sobre la necesidad que tenemos de vivir en armonía con nuestros semejantes, asumir que el otro tiene tanto valor social, espiritual, histórico y axiológico.

Junio 19, 2017

Desde la educación se busca formar ciudadanos competentes, los cuales sean capaces de solucionar conflictos personales de cualquier índole, por medio del diálogo y el reconocimiento de los derechos de los demás. Es claro que la construcción de la paz no se hará desde un modelo o políticas que quizá estén lejanos a la realidad de los individuos que componen la sociedad colombiana, de ahí la importancia de volver la mirada a las tradicionales formas que tienen los pueblos para dirimir sus conflictos o establecer acuerdos de sana convivencia.

En este sentido podemos mirar como el pueblo indígena wayuu que habita el departamento de La Guajira y el Estado Zulia, ha conservado la milenaria intervención de los Pütchipü’ü[a] en la prevención y solución de problemas inter claníles, desde la cosmovisión de los wayuu se busca prevenir cualquier tipo de problema, Aliruashi[b], lo expresó así:

“— Todos ustedes saben que el desierto nos ofrece pocas posibilidades o tranquilidades, y no debemos pensar en problemas que nos hagan abandonar nuestros bienes materiales y espirituales.

— También sabemos que el dolor y el llanto, ocasionado por pérdidas de seres queridos y el abandono de nuestras pertenencias familiares, no tiene valor alguno entre nosotros. Es por eso que necesitamos la prudencia y la sensatez en todas nuestras actuaciones… solamente así podemos continuar la cría de nuestros hijos y la prosperidad en los rebaños consentidos.

— Pero ante todo, el valor de la vida debe estar por encima de cualquier circunstancia social… debemos tener la disposición para convivir entre chivos vivos, cantos de pájaros y sueños de lagartijas”[1]

Los miembros de la sociedad wayuu, desde sus ocupaciones y campos de formación hacen parte del proceso de enseñanza – aprendizaje, de ahí que el papel del Pütchipü’ü sea tan importante, ya que en la medida que los miembros de la sociedad manejen de forma adecuada sus relaciones, esto tiene que ver con el respeto y el reconocimiento del otro, aceptarlo como es y aprender a tolerarlo, esto no está muy lejano de la concepción que tienen los Estándares de Competencias Ciudadanas, Mockus (2004), citado en Estándares de Competencias Ciudadanas, plantea que “Ser ciudadano es respetar los derechos de los demás. El núcleo central para ser ciudadano es, entonces, pensar en el otro[2]”, en este sentido es de vital importancia que los miembros de la sociedad intervengan activamente para la transformación de las prácticas educativas, que estas pasen de ser un asunto del aula de clases para ser de interés general.

El Pütchipü’ü desarrolla el proceso formativo de sus descendientes por medio del ejercicio prudente y concienzudo de la palabra, sabiendo que debe conseguir que las partes involucradas no vean vulnerados sus derechos e intereses, pero negando toda posibilidad de impunidad, este proceso es vivencial, es decir que el aprendiz es llevado por su instructor, que en este caso puede ser un tío o el padre a los arreglos en los que es solicitado su servicio. Este proceso va más allá de conseguir las retenciones de uno de los afectados, tiene que ver con el dominio de habilidades comunicativas, el desarrollo de la inteligencia emocional es fundamental, ya que se debe ser objetivo, pero promover las soluciones desde la humanización de las relaciones sociales.

Estas características del Pütchipü’ü le han posibilitado el reconocimiento de entidades como la UNESCO y la declaratoria del Ministerio de Cultura como un bien de interés cultural para la sociedad colombiana, sin embargo su rol en la sociedad va más allá, es un formador de los miembros de su sociedad, un depositario de los saberes ancestrales de la cultura wayuu.

Glosario

[a] Pütchipü’ü: Conocido por los no wayuu como palabrero, es la persona encargada de la mediación para a solución de conflictos y el cumplimiento de las normas sociales del pueblo wayuu, el nombre traduce literalmente; “el que trabaja con la palabra”.

[b] Aliruashi: Ave mitológica del pueblo wayuu que ejerció como Pütchipü’ü, luego de Utta, quien ocupo el mismo cargo antes perdiera la razón por unas joyas.

Referencias

[1] Plan Especial de Salvaguarda del SNW Sistema Normativo Wayuu Aplicado por el Pütchipü’üi.

[2] Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas 2006.

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Escrito por
Licenciado en Etnoeducación Énfasis Ciencias Naturales y Educación Ambiental, Coordinador Área Lengua y Pensamiento Wayuu del Centro Educativo Indígena CEI No 3 Maicao
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Rubén Darío Cárdenas
Gran Rector Premio Compartir 2016
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.