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Cátedra maestros hacen maestros, una experiencia que desafía la academia

El hecho de podernos sumergir en la práctica “ajena” de algunas de las maestras del Premio Compartir, nos permitió fortalecer el concepto del saber hacer en contexto.

Agosto 10, 2016

Asumir el reto de orientar un espacio académico que mantiene otra relación con la propuesta que desde la académica se posiciona para la formación de maestras, requiere de parte de los formadores posturas abiertas y flexibles cuyas gramáticas estén dispuestas a dialogar con otros lenguajes y otros símbolos de lo que significa el rol de la maestra de primera infancia.

La catedra “Maestros Hacen Maestros” se presenta como un campo del actuar pedagógico que abre nuevos retos y sugiere otras lógicas a la formación de maestras pues su estructura abierta y natural, provoca otras acciones y establece otros vínculos entre la formación de maestras, la práctica pedagógica y la vida en la escuela.

En este sentido, el hecho de podernos sumergir en la práctica “ajena” de algunas de las maestras del Premio Compartir, nos permitió fortalecer el concepto del saber hacer en contexto a la vez que sirvió para comprender su experiencia y sistematizar lo que podemos llamar “buenas obras de la experiencia pedagógica” pues como más llamar a aquellas prácticas que irrumpen lo instalado e interpelan rutinas arraigadas que producen varios problemas a la escuela: sistemas de evaluación obsoletos, repeticiones sin sentido, segregación y cantidad de tareas sin función específica que desdibujan el quehacer de la maestra. Por ello, se puede decir que la catedra fue un escenario para conocer maestras renovadas con propuestas creativas que permiten imaginar otra escuela.

“Es posible concebir la formación como un diálogo de saberes entre sujetos autónomos, como una lectura reflexiva de la realidad, como una relación igualitaria entre sujetos que cuentan con sus propias historias y patrimonios diferenciados. Una formación que no es un medio o una estrategia para que otros sean las manos, los ejecutores de un proyecto predefinido.” (Messina, 1999, p. 8)

Desde la formación universitaria somos conscientes que parte de la formación de nuestros estudiantes, consiste en  transmitir la cultura a las distintas generaciones, abrir la mente a nuevos mundos y acercar la ciencia a la sociedad, lo que implica, afrontar no solo aplicar lo que se aprendió, es poner el saber al servicio de la sociedad, es crear y recrear ese saber para que los conocimientos cobren algún sentido, pues el conocimiento disciplinar como saber formalizado  se crea y recrea a propósito de la formación, por ello el puente construido entre el programa de la Licenciatura en Primera Infancia y la Fundación Compartir, con la Cátedra de Maestros hacen Maestros fue un binomio que abrió un nuevo escenario para la producción de saberes  que se va creando y recreando permanentemente a propósito de la educación, una articulación útil para el reconocimiento de saberes pedagógicos asociados con lo que transita en la formación de maestras.

La experiencia en la catedra, contribuyó a nutrir la formación pues lo individual se potencia en clave de reflexión en colectivo, dinamiza un saber pedagógico que se produce en situación y es susceptible de ser sistematizado en tanto está asociado con lo que va pasando y se puede objetivar, escribir, reflexionar y recuperar en distintas instancias de la relación pedagógica. Catedra-formación, fue un espacio de producción en colectivo que permitió comprender otra dimensión del saber de la maestra, un saber con otros en espacios de discusión e intercambios, es decir, una dimensión colectiva de la formación y ser y hacer  pues la propuesta en sus fines lo que busca es otorgar protagonismo a las maestras y maestros.

Se reconocieron historias de vida que transforman  las prácticas pedagógicas desde el saber y desde la experiencia, constituyéndose como un campo de formación que reconoce diversos contextos, que crean y recrean el quehacer docente, por ello se entiende que la formación docente, trasciende la instrucción y transmisión, pues se sitúa  desde la compresión de la acción pedagógica para transformar  realidades.

Es así que la construcción de experiencias desde la cátedra permitió articular la academia con la experiencia pedagógica de maestros y maestras, conllevando a una  transformación intrínseca en los saberes pedagógicos de los maestros en formación, al respecto Messina (1999) considera que “la formación docente es un campo estratégico de la educación actual, ya que crea un espacio de posibilidad para la transformación del quehacer docente, del vínculo pedagógico y de la gestión e institucionalidad educativa.”

Messina, G (1999) Construyendo saber pedagógico desde la experiencia Graciela Messina.

Messina, G (1999) Investigación en o investigación acerca de la formación docente: Un estado del arte en los noventa. En Revista Iberoamericana de Educación, Número 19, Formación Docente. [En línea], disponible en: http://rieoei.org/oeivirt/rie19a04.htm recuperado: 14 de abril de 2016.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Gustavo González Palencia
Gran Maestro Premio Compartir 2008
ogré incentivar en niños y jóvenes el gusto por la música y la ejecución de instrumentos musicales.