Ángela Escallón Emiliani

Según Koji Miyamoto, aunque al día de hoy la medición de competencias socioemocionales es todavía un poco incierta, hay muchas técnicas que pueden ser implementadas.

Es clave comprender cuáles son las motivaciones de los niños y jóvenes actualmente, para reconocer los nuevos desafíos que le corresponde al maestro como inspirador, motivador y mentor.

En una entrevista reciente a un campesino, que leí en un diario nacional, me llamo la atención su afirmación: “siempre hemos vivido en guerra, lo que no sabemos es vivir en paz”. Creo que tiene razón.

En el siglo XXI, siglo de la conexión global, del acceso inmediato a la información, del contacto con hechos y personas de todo el mundo, el maestro está presionado a repensar su rol como formador.

Un tanque de pensamiento que desarrolla a nivel mundial el Índice Global de Paz, con el fin de proporcionar una mayor comprensión de la conexión entre los negocios, la paz y la economía.

Los principales retos que tenemos en el país se basan en la generación de alianzas, pensando en un impacto colectivo y solidario para la comunidad.

Involucrar al sector productivo en la formación de los jóvenes, es una de las principales estrategias para cerrar las brechas de capital humano que existen hoy.