El proyecto se basó en un modelo de dirección sistémico, holístico y comunicativo, para lograr el reconocimiento, la construcción de estrategias comunes y el aprendizaje colectivo.
El proyecto inició luego de que el equipo directivo identificara que se debía fortalecer el trabajo en equipo, el compromiso y el liderazgo del rector, con la idea de propiciar y construir confianza en la institución.
La identidad y el sentido de pertenencia fueron dos de los ejes fundamentales para los cambios que llevó a cabo el rector en la institución, como lo fue el paso al modelo pedagógico constructivista con enfoque humanista.
Diseñando artefactos para resolver problemas de la vida cotidiana los estudiantes desarrollan su creatividad, su pensamiento tecnológico y aprenden el valor del trabajo en equipo.
La gestión de la rectora estuvo encaminada a la planeación estratégica y al logro institucional con el objetivo de lograr una cultura de acompañamiento a procesos como por ejemplo los del aula.
La rectora realizó diversos cambios en la institución tales como el rediseño del proceso de enseñanza-aprendizaje de los 247 estudiantes y 7 docentes, dándoles valores y empoderándolos para que hicieran mejor sus labores.
Actividades de mejoramiento continuo, cobertura, estrategia y esparcimiento se llevaron a cabo tanto para los estudiantes como para la comunidad para fortalecer los lazos de fraternidad y construir un colegio robusto.
Tuvo como meta la recuperación locativa de la institución, la funcionalidad de la biblioteca, la apropiación del modelo pedagógico y el fortalecimiento de los recursos de aprendizaje.