Urge una escuela contextualizada, la campesina como movimiento nacional de educación del campo con fundamentos disímiles a los de la educación que se ha denominado rural.
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.
En Colombia exhibe su riqueza en numerosos museos, talleres, laboratorios, entre otros recintos que se extienden por todo el territorio nacional. Un espacio para le educación.
Para estos docentes, gran parte de su vida se va transportándose hacia sus lugares de trabajo, y, adicionalmente, deben dejar a sus familias durante semanas para ir con sus estudiantes.