Según la consultora McKinsey, a raíz de la pandemia alumnos de primaria y secundaria están cinco meses atrasados en matemáticas y cuatro meses atrás en lectura.
Sin menospreciar la experiencia de la virtualidad y las enormes bondades de las tecnologías digitales, éstas jamás reemplazan el lugar de la escuela en su componente relacional y como un segundo hogar.
Ir a la escuela es decidirse a tomar el mundo en nuestras manos, es tomar el reto de ser parte de una escritura conjunta que nunca termina, es sentirnos placenteros navegantes del lenguaje.
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.
Conozca los resultados tenidos en trabajo pedagógico con estudiantes de secundaria de los grados sexto a noveno de la zona rural, con relación a varios factores implícitos en el proceso de educar.