Por medio de clásicos artilugios, maestros les demuestran a sus estudiantes que la diversión también existe cuando de aprender física y tecnología se trata.
En el colegio San Martín de Porres de Chapinero, un grupo de estudiantes convirtió el ritmo en una poderosa herramienta para combatir la intolerancia, la discriminación y el hostigamiento.
En el siglo XXI, siglo de la conexión global, del acceso inmediato a la información, del contacto con hechos y personas de todo el mundo, el maestro está presionado a repensar su rol como formador.
200 estudiantes de colegio Carlos Albán Holguín participaron en esta iniciativa artística con la que se buscó promover sentimientos de paz y reconciliación.
Recibir el Premio Compartir al maestro le cambió la vida a la profe Nancy Palacios. Además de esto, le permitió comprender el valor didáctico y pedagógico que hacía con sus estudiantes.
Conozca la historia de un espacio para perdonar liderado por el profe Wilson Muñoz, donde estudiantes y familias víctimas del conflicto armado se encuentran para construir paz desde la escuela.