Más allá de un estándar o una prueba que convierte a los estudiantes en números y cifras, los queremos por lo menos vivos, porque sólo los vivos son capaces de soñar.
La estatuilla del Premio Compartir en el año 2006 la ganó María del Rosario Cubides Reyes por logar involucrar a los estudiantes en el aprendizaje de la química a través de la demostración de cómo esta materia hace parte de la vida cotidiana de todos y no exclusivamente del laboratorio.
Ofrezco a cada uno de los alumnos un lápiz mágico y los invito a escribir su propia historia enmarcada en los cuentos y leyendas de su cultura indígena.
Permitir que los niños disfruten la vida, enseñar artes y no dejar demasiadas tareas para la casa, son algunas de las cosas que hacen en este país ubicado al norte de Europa.