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Baile: la clave de esta institución educativa para luchar contra la violencia

En el colegio San Martín de Porres de Chapinero, un grupo de estudiantes convirtió el ritmo en una poderosa herramienta para combatir la intolerancia, la discriminación y el hostigamiento.

Julio 5, 2016

26 estudiantes de este colegio ubicado en lo más alto de la localidad de Chapinero, conforman ‘Sin – Vio’. Un grupo de soñadores convencidos de que a través del arte es posible aportar a la construcción de un país en paz y de que el baile, el teatro y el canto son opciones de vida para la niñez y la juventud del sector del barrio Pardo Rubio, azotado por problemas de microtráfico, pandillas y violencia.

Para el profesor Javier Delgadillo, líder y creador del proyecto, ‘Sin – Vio’ (‘Sin Violencia’), es un colectivo artístico juvenil que usa el arte como una terapia para lidiar con los roces, las tensiones y los problemas cotidianos de la vida escolar.

“El grupo nace una forma de resistir a la violencia de una manera pacífica y cultural. En 2012 hubo un problema muy fuerte por dos niñas que eran de ‘parches’ diferentes, y terminaron incluyendo en la discusión a todo el barrio. Entonces decido crear este espacio para que los chicos tuvieran otras formas de expresar sus frustraciones y lidiar con sus problemas habituales.”, dice el profe Javier, quien llegó al San Martín de Porres hace 6 años con la firme convicción de lograr cambios significativos en la vida de sus estudiantes.

El ‘arte’ de salvar vidas

El baile, la música y el teatro son los lenguajes que este docente utiliza para comunicarse con sus estudiantes, y en ese camino de múltiples aprendizajes, de ensayo y error, de subidas y bajadas, el profe Javier ha rescatado a muchas ‘ovejas sin pastor’ que en algún momento de su vida se descarriaron por las malas decisiones.

Eduard Vivas, orgulloso exalumno de la institución de la promoción 2013, puede dar fe de ello. Para él, Javier Delgadillo es como el papá que la vida le regaló. “Uno cuando chiquito se deja envolver la cabeza fácilmente y por eso puede cometer errores, pero el profe Javier es alguien que sabe mucho y que siempre está ahí para aconsejarlo y guiarlo. Eso también hace ‘Sin – Vio’ y por eso sigo viniendo para apoyar al profe, porque este espacio es una especie de terapia que le puede arreglar el alma a cualquiera”, comenta.

Para este joven, el grupo es una especie oasis en el desierto en donde, como él mismo lo dice, “se enseña a actuar o a bailar en un espacio seguro y controlado, en lugar de aprender a empuñar armas en la calle”.

Fue quizás gracias a esta energía que fluye en el grupo que, a pesar de que Eduard no pudo iniciar sus estudios universitarios por problemas familiares, sus sueños no se detuvieron y se las arregló para ingresar a la Liga de Boxeo de Bogotá y ahora aspira a iniciar estudios de pregrado en Ingeniería Ambiental. “Nada es fácil, pero tampoco imposible”, asegura.

Como en toda historia de la vida real, ‘Sin – Vio’ tiene capítulos que dejaron tristezas, pero también grandes enseñanzas. Como el del ‘Morocho’, el típico caso de estudiante problemático que nadie quería en su salón, pero que Javier cobijó bajo su ala.

Aunque ‘Morocho’ tuvo grandes avances y descubrió en la música su gran pasión, la implacable espiral de violencia que consume la vida de los jóvenes de este sector terminó por derrotar a sus ganas de salir adelante y cambiar el rumbo. “Eso es lo duro de este trabajo. Quisiera salvar a tantos, pero al final solo unos pocos pueden lograrlo”, dice el profe Javier.

En estos años de trabajo constante, ‘Sin – Vio’ ha logrado ganarse un lugar dentro y fuera del colegio, un interesante ejercicio que demuestra que lo que la escuela puede lograr cuando decide ir más allá de las paredes de un salón de clase.

Escuela+arte+comunidad, una triada que transforma realidades

Uno de los logros que más enorgullece a los integrantes de ‘Sin – Vio’ es haber logrado cambiar la imagen que el barrio y los miembros de la comunidad tenían de los estudiantes del San Martín de Porres.

“Nosotros sacamos la comparsa a la calle para mostrarle a comunidad que estamos haciendo algo productivo”, dice Nicole Lucía Sánchez, una extrovertida jovencita que sueña con ser profesora de danza y teatro.

Todos los sábados desde las siete de la mañana, el parche de ‘Sin – Vio’ llega para practicar y seguir explorando sus habilidades artísticas de la mano del profesor Javier y de otros talleristas que el docente patrocina de su propio bolsillo.

Para este docente, ningún esfuerzo por sus estudiantes es un sacrificio. Todo lo contrario: cualquier cosa que pueda hacer por ellos, en algún momento marcará la diferencia en la vida de estos jóvenes, que muchas veces lo único que necesitan es un poco de afecto, respeto y comprensión.

“Javi es un excelente profesor, lo quiero mucho y siempre que pasa algo o lo necesitamos, él siempre está ahí para ayudarnos y eso es lo más bonito de él, que siempre nos apoya y no es como los demás que uno les dice algo, y les da igual. Él escucha de verdad, nos da mucha importancia y nos respeta como estudiantes y como personas”, resalta Nicole.

Por gestos tan sencillos, pero tan significativos, como saber escuchar a sus estudiantes, es que el profe Javier ha logrado dejar huella no solo en sus estudiantes sino en toda la comunidad de la Upz Pardo Rubio, que ha visto con sus propios ojos el poder que tiene el arte cuando de transformar vidas se trata.

“Nuestra cultura colombiana está cargada de agresión, venimos rotos, estamos llenos de ira, y el arte baja los grados de agresión. Por eso le he apostado a ese camino, y la gran mayoría de los chicos que se han metido a ‘Sin – Vio’ han cambiado su mundo. Esto no se ha logrado con magia, simplemente se ha tratado de dejar de verlos como números para tratarlos como personas que merecen respeto. Y cuando tú respetas, ellos respetan, asimilan y cambian”, asegura este infatigable docente, convencido de que en las aulas se puede construir un mundo mejor. Una Colombia en paz.

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Comunicador social y periodista.
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El cuerpo habla y la danza puede ser el camino para la exploración del ser y el medio para liberar las palabras que se encuentran encadenadas.