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Desde un laboratorio multicolor se forman nuevos ciudadanos para la paz en Bogotá

El colegio distrital Gonzalo Arango de Suba tiene en su proyecto ‘Laboratorio de derechos humanos y ciudadanías’, una experiencias escolares en la construcción paz. 

Septiembre 13, 2017

Estudiantes del colegio Gonzalo Arango exploran su camino personal hacia la construcción de paz desde el ‘Laboratorio de derechos humanos y ciudadanías’, un proyecto escolar multicolor que demuestra que vale la pena correr el riesgo de innovar y explorar distintas rutas pedagógicas, con destino a formar nuevos ciudadanos para la reconciliación y el encuentro.

Para alcanzar este impacto en la vida de los jóvenes, el proyecto apunta al desarrollo de tres objetivos claros: el entendimiento territorial desde lo local; la defensa de los derechos humanos desde una perspectiva pedagógica; y la formación de subjetividades de carácter ciudadano.

Tres maestros, con una profunda y evidente vocación, lideran la iniciativa pedagógica a través de un trabajo interdisciplinar: Jhon Estrada, licenciado en ciencias sociales; Rolando Franco, licenciado en Humanidades y lengua castellana; y Juan David Martínez, docente y comunicador social de la de la línea de profundización de educación media.

“Nosotros estamos comprometidos en que los estudiantes que salen del Gonzalo Arango sean agentes movilizadores de escenarios de paz con justicia social, donde no solo reivindiquen su lugar como ciudadanos, sino que también reivindiquen a los otros y las otras”, indica John Estrada, el maestro líder y creador de proyecto.

¿Cómo lo logran? A través del desarrollo de 5 estrategias que se nutren de las realidades que tocan los intereses de los estudiantes en lo ambiental, político, social, artístico y cultural.

Un universo multicolor, dentro y fuera del aula

Este laboratorio es una suma de estrategias pedagógicas que se viven dentro y fuera del aula.  “Vivimos los derechos en el colegio, el territorio, en nuestra casa, en la nuestra comunidad”, afirma el maestro Rolando Franco.

Las siguientes son las cinco estrategias para que estudiantes, desde los grados 9º hasta 11º principalmente; piensen la diferencia, escuchen distintos puntos de vista, de hacer, de vivir, de construir caminos de paz y reconciliación, desde las distintas formas de ser ciudadanos:

1. El cine club Entropía: Funciona los sábados. La película se relaciona con temas curriculares e incluye un taller activo. Es una invitación abierta a los estudiantes a quienes no se les obliga a asistir ni se les pone nota: asisten para divertirse y aprender.

2. Carrera de observación: Es una estrategia de reconocimiento del territorio, de la memoria y de la historia. Estudiantes y sus familias arman equipos y realizan prueban en un recorrido fascinante por distintos puntos del centro de la ciudad, como el Museo de Bogotá, la Biblioteca Luis Ángel Arango y el Centro Cultural Gabriel García Márquez, entre otros.

De esta manera, los participantes realizan una cartografía de la memoria sobre el territorio, que permite que esas reflexiones que se dieron en el aula, tengan una experiencia vívida.

3. Cátedras con invitados: Personas de diversas profesiones, oficios y orígenes; así como colectivos o grupos en diversos ámbitos, son invitados al colegio para compartir conocimientos, pero siempre de una forma original, divertida, que propicie la creatividad y el aprendizaje.

Un artista urbano que hace hip hop comparte con los jóvenes cómo escribir música, mientras hace con los estudiantes el video de su más reciente producción musical; un alemán enseña a preparar cocina vegetariana, mientras narra sus viajes por Latinoamérica; un punk habla sobre su filosofía de la vida, al tiempo que enseña a los jóvenes cómo hacer cometas.

Todos estos temas diversos, “están en conexión curricular con lo que se viene haciendo en el aula y con los intereses de los chicos”, indica el profe Rolando.

4. La semana de las memorias (17 al 21 de octubre): Esta es una gran muestra significativa anual que reúne todas las estrategias.  Ponencias, exposición de fotografías, filminutos, videos, productos de los talleres, música y arte, tienen lugar en el desarrollo de esta estrategia, con la asistencia de invitados especiales.

5. Experiencias de aula: Entre estas iniciativas vale destacar ‘Sumak Kawsay’ (término quechua que hace alusión al ‘Buen vivir’), a cargo del profe John. Desde esta experiencia de aula se convoca a los jóvenes a participar en siembras colectivas escolares “para hacer otras conexiones en torno al tema de la economía y la política, en una relación respetuosa con el medio ambiente y pensando el desarrollo de manera sostenible”, detalla el maestro.

Por su parte ‘Rizoma’, a cargo del profe Rolando, es otra experiencia de aula desde la cual se desarrolla una lectura crítica interconectada con lo audiovisual, el cine y la imagen. “Con grado 9º vimos ‘Diarios de motocicleta’ para hacer una reflexión desde el pensamiento latinoamericano”, explicó el maestro sobre este ejercicio del cual resultan diversos escritos y productos, que van desde una reseña hasta la producción de un video.

Creatividad, riesgo y libertad

En el desarrollo de estas estrategias, la creatividad y el riesgo por innovar se oponen claramente a la rigidez de lo académico y a tomar una única perspectiva pedagógica. “Todo eso está hilado en perspectiva de permitirnos pensar el tema de las ciudadanías, los derechos humanos y cómo la escuela es motor fundamental para entender y potenciar esas dos cuestiones”, precisa el maestro John Estrada.

“No nos interesa vender una idea, nos interesa que los chicos tengan unas herramientas para que construyan sus propias ideas. La herramienta se traduce cuando le planteo al chico: cuénteme una historia desde sus intereses, desde su saber y sus capacidades”, agrega el maestro de Lingüística y lengua castellana.

El profe John Estrada refuerza esta idea: “elegir hacer esta exploración a través de la realización un documental, un poema, un ensayo, una producción fotográfica, o volverse un líder comunal que defienda los derechos ambientales de su localidad, son todas elecciones validas que surgen según los intereses de los estudiantes”, puntualiza.

El valor de lo local

Igualmente, en el universo de este ‘Laboratorio’ en permanente ebullición, la exploración del territorio, desde lo local, es una experiencia fundamental. “Nosotros queremos darle vida, carne, esencia al derecho humano, a la formación en ciudadanías desde nuestros territorios, desde nuestras realidades en el colegio Gonzalo Arango”, enfatiza el profe, John Estrada.

Naciones Unidas, la Corporación Nuevo Arcoíris, el IDEP, el Centro Nacional de Memoria Histórica, y organizaciones barriales de base de la localidad de Suba, como la Escuela popular Mano abierta, y el Cabildo Indígena de Suba; son algunas de las entidades públicas y privadas que “vienen a complementar, acompañar y a nutrir el espectro de experiencias pedagógicas. Ellos, no vienen solo a dejar un insumo, sino que acompañan y están comprometidos con nosotros”, resalta el profe de ciencias sociales.

Redes sociales como YouTube, Facebook e Instagram son también herramientas para dar a conocer y difundir el trabajo pedagógico del ‘Laboratorio’, o mejor, los pasos que estos estudiantes dan diariamente en su camino personal como ciudadanos de un país que se prepara para la paz.

Haciendo caminos con destino a la paz

Los estudiantes del ‘Laboratorio’ saben que, para caminar la ruta de la reconciliación, debemos hacerlo desde la comprensión de la diferencia: “Hay que aprender que todos somos diferentes, las guerras se arman porque no opinamos igual, y todos tenemos que entender que somos distintos”, afirma, Gabriela Camacho, estudiante de 10º grado y participante del proyecto.

Por su parte, su compañera de curso, Erika Rodríguez, resalta que “me siento feliz de participar en el laboratorio porque me hace reflexionar y respetar el pensamiento de los demás, aquí no se critica lo que piensa el otro, se respeta”.

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Laura María Pineda
Gran Maestra Premio Compartir 1999
Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.