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El mural que enseña sobre perdón y reconciliación en un colegio de Bosa, en Bogotá

Seis estudiantes y una docente dedicaron cerca de tres meses para hacer realidad ‘Catarsis’, una obra que invita a construir una sana convivencia dentro y fuera de la escuela. 

Agosto 18, 2017

Amarillo, azul y rojo. Los colores de la bandera colombiana sobresalen por su intensidad plasmados sobre una de las paredes del colegio Ciudadela Educativa de Bosa. Con ellos se ha hecho realidad una iniciativa de seis estudiantes que, a través de un mural, quieren hablar de perdón, reconciliación y paz en la escuela, el barrio, la ciudad y el país.

La imagen es la de un hombre que “grita de dolor, sufrimiento y desespero porque se está reconstruyendo para encontrar la paz en su interior”, según cuenta Ana María Moscoso, estudiante de grado 9º. Representa a Colombia en la búsqueda de la paz, en ese complejo proceso que es dejar atrás el sufrimiento de la guerra y pasar la página para empezar a escribir una nueva historia.

Es, tal como lo indica el título del mural, una catarsis. La que debe hacer el país, pero también la que tiene que experimentar “cada individuo, las víctimas, los desmovilizados, los niños desamparados, las mujeres maltratadas y quienes han sido excluidos o discriminados”, añade la joven.

Una catarsis colectiva

Esta iniciativa, a la que Ana María y sus compañeros Ana Acevedo, Doncan Suárez, Felipe Bonilla, Miguel Cañón y Sharis Munévar se unieron de manera voluntaria, forma parte del proyecto ‘Cultura visual: una propuesta pensada en el ser y el saber juvenil’, liderado por la docente Ángela Gutiérrez Castro.

En palabras de la profe Ángela, el mural expresa “un profundo sentir de dolor del ser humano que ha vivido situaciones perversas en este conflicto, pero que finalmente ha decidido hacer una catarsis mediante el acto del perdón”.

Los jóvenes realizaron largas jornadas de dibujo y pintura, bajo el sol y la lluvia, con la firme intención de trabajar sin límites para cumplir este sueño y lograr plasmar en cada pincelada las reflexiones que les ha generado el momento histórico que experimenta el país.

La paz, tema concertado entre todos, fue su inspiración para expresarse de manera creativa. “Creé un boceto de un hombre deforme cuyos rasgos eran bruscos, en un proceso en el que me involucré tanto con el personaje como con el dolor que transmite la obra”, explica Doncan, uno de los estudiantes artistas.

“Para tener paz hay que saber perdonar. Quisimos transmitir que el perdón es autónomo y debe iniciar en cada individuo”, asegura el joven, para quien tener pintura en las manos es una de las sensaciones más emocionantes, pues significa que “uno mismo puede crear un universo con su arte”.

Por su parte, para su compañera Sharis, es claro que el mural no solamente expresa las expectativas de un país que quiere sanar las heridas de la guerra. “No es solo la paz en Colombia, sino en cada persona”, resalta.

La paz que emerge en la escuela

Así, más allá de la reflexión sobre la coyuntura nacional, la creación de esta obra busca transformar las miradas sobre la paz y la convivencia en el contexto institucional y local. Por eso, está ubicada en un muro escogido estratégicamente, el cual puede ser observado tanto por los vecinos del barrio como por los estudiantes del colegio.

“Es una obra que impacta a primera vista a cualquier espectador”, aseguran sus creadores, con la expectativa de que este mural le de vida e identidad al colegio Ciudadela Educativa de Bosa por su variedad de trazos e imponente composición de colores.

De hecho, los artistas fueron los primeros que experimentaron esta transformación, particularmente en su manera de relacionarse con los otros. “Quise participar para mejorar mis habilidades técnicas, pero en realidad me ha ayudado mucho para aprender atrabajar en equipo, a escuchar las propuestas de los demás y dar las mías y ver los puntos a favor y en contra”, resalta Doncan.

En sus largas discusiones acerca de sus percepciones sobre la paz, este grupo de estudiantes experimentó todo aquello que se necesita para construir una convivencia más armónica: respeto por las ideas del otro, tolerancia y reconocimiento de la diversidad.

Un aprendizaje que estos jóvenes artistas esperan que trascienda en su comunidad educativa, para que tanto estudiantes, como maestros, padres y vecinos, reflexionen y cambien su forma de pensar, para que la paz del país emerja desde la escuela.

Pero esta ‘Catarsis’ no termina aquí. Es una obra en construcción y, como concluye la docente, siguen otras creaciones artísticas a partir de esta, como un vídeo-arte que reconstruirá todo el proceso creativo que hizo posible ver este proyecto plasmado en la realidad.

Iniciativas como esta, lideradas por maestros y estudiantes, son las que contribuyen al propósito de Bogotá de educar para la paz, el reencuentro y la reconciliación, para que los colegios públicos de la ciudad sean escenarios donde niñas, niños y jóvenes desarrollan los valores que nos permiten convivir de manera armónica y pacífica.

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Comunicador social y periodista.
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Rubén Darío Cárdenas
Gran Rector Premio Compartir 2016
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.