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Propuesta: la enseñanza de las ciencias sociales a través de la didáctica viva y la educación para una cultura de paz

La búsqueda del conocimiento a través de un proceso de aprendizaje que por medio de competencias científicas y ciudadanas promueve una cultura de paz

Abril 24, 2015

Dilia Elena Mejía Rodríguez
Maestro Ilustre, 2014
Ciencias Sociales y Filosofía
I.E. Normal Superior Montes de María, San Juan Nepomuceno

 

Propósito

Promover una cultura de paz mediante el desarrollo de las competencias científicas, comunicativas y ciudadanas a través de di- dácticas signadas por el diálogo, la reflexión y la búsqueda de conocimiento, donde los estudiantes son actores de su propio pro- ceso de aprendizaje.

Estrategia

El desarrollo de las competencias científi- cas se alcanza a través de una “didáctica viva” que favorece encuentros vivencia- les con el objeto del aprendizaje y su con- textualización (el qué y el para qué de lo aprendido), así como la puesta en marcha de proyectos de aula caracterizados por el análisis del contexto, la formulación de preguntas, el estudio de las problemáti- cas más relevantes que afectan a las so- ciedades en conflicto y el diálogo como herramienta de aprendizaje recíproco.

Primero, se utiliza una pedagogía del diálogo para desarrollar competen- cias comunicativas mediante el despliegue de didácticas variadas tales como la lectura interpretativa, argumentativa y propositiva de obras literarias. Con esto se abordan conceptos básicos de las Ciencias Sociales y se complementan con tertulias literarias, análisis de noticias periodísti- cas, radioforos y cineforos.

Luego, para desarrollar las competencias ciudadanas que fomenten la con- vivencia y la paz, se acude a la dramaturgia, la cual permite asumir diversos roles y así ampliar la comprensión de fenómenos sociales y políticos que han marcado la historia de su territorio.

Logros

La experiencia de la maestra es un referente local, regional y nacional en materia construcción de paz. Ella logra, a pesar de las ausencias del Estado, que sus estudiantes le apuesten a legalidad, a construir una sociedad más equitativa y respetuosa de la vida; en resumen, apostarle a la recon- ciliación en medio del conflicto. Además, han participado en diferentes eventos como el Foro Nacional de Competencias Científicas, IV Simposio Nacional de Formación de Investigadores y el Foto Educativo de Investigación del Departamento de Bolívar.

Las estrategias de la profesora Mejía ya han comenzado a ser utilizadas por sus colegas de trabajo, quienes reconocen y valoran su aporte al de- sarrollo de competencias a través del autodescubrimiento y reflexión.                                                                                    

¿Qué la llevó a formularme preguntas sobre la práctica pedagógica?

El sentimiento de impotencia que me generó la desmotivación de mis es- tudiantes, evidenciada en la apatía hacia la búsqueda del conocimiento social y la poca comprensión de los conceptos básicos en el área de Ciencias Sociales; además, las manifestaciones de pesimismo, desesperanza, imaginarios violentos y dificultades para resolver conflictos en situaciones de aprendizaje que se manifiestan en violencia escolar. Lo anterior me llevó a reflexionar inicialmente sobre cómo enseño a mis estudiantes, qué les enseño, quiénes son mis estudiantes y cuáles son sus necesidades reales de formación. Posteriormente, me pregunté qué hago desde mi práctica que pueda reproducir la violencia: ¿Estoy permitiendo la reproducción de las prácticas violentas arraigadas en la cultura?,  ¿Qué hago desde la en- señanza de las Ciencias Sociales para contrarrestar la violencia escolar y para lograr aprendizajes significativos en mis estudiantes?

Explíquenos cómo estas preguntas la llevaron a transformar su quehacer en el aula.

Inicialmente, las preguntas me permitieron sensibilizarme a mí misma frente a mi compromiso profesional, moral, ético y político con la formación de los ciudadanos que la región y el país necesitan. Luego, me llevaron a la revisión de mis competencias personales y profesionales, descubrí mis debilidades y fortalezas en el dominio epistemológico, pedagógico y didáctico del saber que oriento, lo anterior me permitió transformar mi concepción de pedagogía, didáctica y evaluación. De esta forma empieza a transformarse mi quehacer en el aula porque comprendí que los actos de conocimiento son una acción integrada entre la realidad, la teoría y las emociones; además, si no hay humanización –acuerdo, contacto corporal– en los actos de conocimiento, no hay coherencia entre lo que se enseña, lo que se hace y lo que se dice, y la didáctica juega un papel fundamental en este proceso de integración.

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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer