La mentalidad de crecimiento es la creencia de que las habilidades y capacidades pueden desarrollarse a través del esfuerzo y la dedicación. En otras palabras, se trata de creer que puedes mejorar y aprender continuamente en diferentes áreas de tu vida. Tener una mentalidad de crecimiento es importante porque te permite enfrentar los desafíos con una actitud positiva, aprendiendo de los errores y desarrollando la resiliencia.