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Calidad educativa para el siglo XXI

Encontrar empresas interesadas en mejorar la calidad de la educación a través del trabajo con instituciones educativas no es una utopía en Colombia.

Diciembre 26, 2017

Hace ocho años existe el Proyecto Líderes Siglo XXI, una iniciativa del Foro de Presidentes de la Cámara de Comercio. Hoy en día la empresa Meals de Colombia lidera este exitoso proyecto.

Cuando en el Centro Educativo Distrital Uribe Uribe, ubicado al sur de Bogotá, se preguntaron por dónde empezar a inyectarle altas dosis de calidad a los procesos pedagógicos de la institución todos miraron para el mismo lado: los maestros. Era el año de 1997 y los cambios físicos del plantel, desde su creación en 1965, ya eran notorios.

Pasaron de unas aulas prefabricadas y acomodadas sobre tierra a un edificio de tres niveles con salones grandes, laboratorios, biblioteca y sala de informática. Los terrenos rocosos fueron sustituidos por zonas verdes y plantas.

Sin embargo, Lidia Sofía Ramírez, la directora, sabía muy bien que aunque ya habían alcanzado algunas metas, siempre hay algo pendiente por cumplir. Fue en ese preciso momento, al abrir los ojos luego de un breve espasmo de felicidad por haber logrado mejorar la infraestructura de una institución ubicada en una zona deprimida de la ciudad, que las falencias en el proceso de enseñanza y aprendizaje se empezaron a hacer cada vez más evidentes.

El descubrimiento de la necesidad de mirarse a sí mismos concluyó en el Proyecto Líderes Siglo XXI. Este proyecto es un esfuerzo que nace en 1994 y que desde entonces, trabaja para mejorar la calidad de la educación básica y media, pues consideran que es allí donde se forma buena parte de la personalidad del individuo.

“Hoy en día ser un buen profesional no es suficiente. La persona debe ser equilibrada y exitosa en los distintos campos del desarrollo personal”, asegura Alberto Espinosa propulsor del Proyecto Líderes Siglo XXI y Presidente de la compañía Meals de Colombia.

En el mismo año de su surgimiento, un grupo de diez instituciones educativas, acompañadas por nueve empresas, empezaron a hacer realidad el sueño de aplicar principios de gestión de calidad en la educación con una metodología propia.

La educación de calidad –que para el Proyecto es la base del acercamiento entre el mundo educativo y laboral– es entendida como un proceso sistemático de mejoramiento continuo para la formación integral del ser humano, mediante el desarrollo de todas sus potencialidades (morales, espirituales, intelectuales, sociales, afectivas y físicas) de manera que logre su realización y contribuya a la transformación y bienestar del entorno cultural y ambiental.

Desde 1998, las experiencias de estas instituciones se encuentran compiladas en documentos guía a disposición de los colegios y empresas que quieran apoyarse en ellos para buscar caminos que les permitan mejorar la calidad del servicio que prestan.

A pesar de que en un principio tuvo que realizarse una convocatoria a través de la Secretaría de Educación del Distrito para que las instituciones oficiales se vincularan al Proyecto, un tiempo después, gracias a los resultados y a las experiencias de los planteles educativos participantes en la formación de cultura de calidad, diversas instituciones empezaron a demandar el proyecto, entendiendo la necesidad de formar líderes. La receta Lo primero es conformar parejas.

A cada colegio se le asigna una empresa. La cooperación entre éstas y las instituciones educativas da como resultado una serie de funciones que se convierten en la columna vertebral del Proyecto Líderes Siglo XXI.

Las empresas, por ejemplo, deben asesorar a la institución educativa en la implementación de un proceso de mejoramiento de calidad; aportar su experiencia empresarial para enriquecer los procesos al interior de los planteles; compartir y enseñar metodologías de gestión novedosas; cuestionar los procesos educativos desde la perspectiva empresarial y tener la capacidad de aportar sugerencias conservando una visión externa al proceso educativo.

A las instituciones educativas, por su parte, les corresponde aplicar los principios de mejoramiento y gestión adaptándolos a sus necesidades y traducir estos requerimientos en servicios de calidad; ampliar el horizonte y mejorar los procesos internos con base en el aporte de otras instituciones, y proyectarse a largo plazo a través de la elaboración de un plan en el que participen las directivas, el personal administrativo de la institución y los estudiantes, como responsables de su propio aprendizaje.

El trabajo de todos (empresas, instituciones educativas, alumnos y padres de familia) siempre está guiado por una gestión de calidad, cuyos principios fundamentales son la competitividad, la administración participativa, el trabajo en equipo, la importancia del “cliente”, el respeto y desarrollo de las personas, y la prevención.

Una vez definidos los roles, empieza la aplicación de un proceso metodológico dividido en cuatro etapas: Sensibilización: A partir de un diagnóstico institucional se identifican las razones que justifican el deseo de cambio de la institución, se define su orientación filosófica, el tipo de perfil ideal del estudiante que está formando y finalmente se llega al compromiso de los directivos con el proceso de mejoramiento. 

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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer