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De la marginalidad a la diversidad

Junio 22, 2015

A través del análisis del discurso internacional y nacional del campo de la educación,  el profesor e investigador en Historia de la Práctica Pedagógica, Alexander Yarza de los Ríos, de la Universidad de Antioquia, propone una interesante reflexión sobre cómo el concepto de marginalidad ha estado presente en los procesos de escolarización de América Latina y más específicamente en las políticas de acceso y permanencia en el sistema educativo.

Menciona Yarza que en informes como el de Unesco de Educación para Todos o en los del Ministerio de Educación, las expresiones “cierre de brechas de inequidad”, “llegar a los marginados”, “ofrecer una segunda oportunidad”, “la educación camino de la prosperidad”, han situado la marginalidad y sus posibilidades de superación con y desde la educación como instrumento de igualación social que garantizaría la superación de la marginalidad.

Señala el autor que éste nuevo lugar estratégico de la marginalidad en los discursos hace pensar en las relaciones históricas entre marginalidad, educación y pedagogía. De esta manera hace una semblanza de los procesos de escolarización en América Latina y los diagnósticos que revelan una crisis mundial de la  educación en la que se introduce la categoría marginalidad para describir fenómenos como la migración poblacional, la pobreza, la desigualdad y la exclusión.

La historia de la educación en Colombia, referencia el autor, “es una historia del abandono de los pobres y los marginados del poder”. La crisis de la educación se analiza como efecto directo de la crisis del sistema de producción capitalista en Colombia y a este respecto aparecen críticas sobre que “la educación puede producir movilidad social pero deja intactas las estructuras sociales de desigualdad social”. Se plantea entonces la existencia de un problema en el modelo del sistema educativo colombiano que afecta particularmente a los sectores marginados de la sociedad, indígenas, campesinos, obreros, pobres, por tanto defender la educación para los marginados implica la defensa de la educación pública.

En América Latina y en Colombia particularmente algunos estudiosos siguen profundizando en el concepto de marginalidad y lo analizan de manera transversal desde la educación como sistema y cuestionando el papel  expansivo de la educación en la medida que ha estado ligado a desigualdad y pobreza en distintos ámbitos: rural-urbano, preescolar - escolar, mujer - hombre, clase desfavorecida - clase favorecida, diversidad cultural - monocultural, equidad - inequidad, etc...

Luego muestra como la escuela actual no toma como objeto y problema la marginalidad y su significación sociológica sino que más bien adopta una política de inclusión con la incorporación de nuevas poblaciones al sistema educativo: campesinos, niños preescolares, mujeres, adultos, indígenas, discapacitados, etc.... y se empieza a hablar de diversidad como concepto pedagógico.

Esta distinción es clave si se tiene en cuenta que la marginalidad es un concepto más sociológico como situación/condición y en cambio la diversidad es un concepto más pedagógico que involucra al maestro y al sujeto por formar.

La lectura analítica de éste estudio sin duda ayudará a los interesados a entender el origen de la crisis educativa y a pensar en los nuevos desafíos de la pedagogía en Colombia.

El estudio se encuentra referenciado en: Echeverri, J.A. (Editor Académico). (2015). Paradigmas y conceptos en educación y pedagogía. Siglo del Hombre Editores.

Para ir a la versión completa del libro.

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Licenciada en Educación, Magíster en Investigación Educativa
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María Del Rosario Cubides Reyes
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