Los propósitos de la educación son más complejos en la actualidad; por lo tanto, la forma en que se educan los niños y jóvenes y, de paso, los maestros, debe cambiar.
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.
Construir paz requiere que los colombianos recibamos una educación, formal e informal, que nos permita afrontar los retos individuales y colectivos con perseverancia, respeto, optimismo y confianza.
El logro de la paz en Colombia requiere de un cambio cultural y educativo. No basta la firma entre las partes, que será sólo el inicio de un largo y arduo camino.