El impacto de la pandemia de Covid-19 en las habilidades prosociales

En todo el mundo, la pandemia de Covid-19 ha llevado al cierre de escuelas. Las naciones más pobres han tendido a adoptar medidas más estrictas, en relación con la gravedad de sus brotes, que las naciones más ricas. Se espera que esta tendencia continúe, ya que los países con sistemas de salud menos desarrollados tienen que actuar con más cautela. Esto plantea las preguntas sobre qué tipo de resultados escolares probablemente se verán más afectados y cómo les irá a los estudiantes más vulnerables en términos de estos resultados. Las habilidades prosociales, que conducen a “ayudar, compartir, donar, cooperar y ser voluntario”, probablemente se encuentren entre los resultados afectados para muchos estudiantes, y de manera desproporcionada para aquellos con un estatus socioeconómico más bajo.

Las habilidades prosociales son importantes en tiempos de crisis de salud. Su importancia ha sido documentada en varios contextos, incluyendo comunidades, empresas, asociaciones de voluntarios, organizaciones políticas y escuelas. Dentro del contexto de la pandemia de Covid-19, varios estudios muestran que la velocidad y la eficacia del proceso de recuperación de crisis están fuertemente influenciadas por los niveles de confianza y capital social, que están positivamente vinculados con los comportamientos prosociales. Es más probable que más personas prosociales sigan las recomendaciones de distanciamiento físico e higiene, se informen sobre cómo pueden ayudar a los demás, donen para luchar contra Covid-19 y compren una mascarilla de tela.

Las habilidades prosociales son importantes para el aprendizaje. El desarrollo de habilidades prosociales en la escuela es un objetivo importante en sí mismo, pero también un medio para crear un ambiente de aprendizaje positivo. Los análisis de los datos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2015, que incluyeron una nueva evaluación de las habilidades de resolución de problemas de colaboración de los alumnos, encontraron que los entornos escolares de colaboración se correlacionan positivamente con los resultados de ciencias, así como con las actitudes de los alumnos hacia la escuela. Ellos también muestran que la relación entre el desempeño colaborativo de resolución de problemas y el estado socioeconómico es positiva en casi todos los países / economías que participaron en la evaluación de 2015, y que los países más ricos tienden a tener medios más altos de puntajes de habilidades de resolución colaborativa de problemas.

¿Puede el aprendizaje en línea desarrollar habilidades prosociales?

La mayoría de los expertos esperan que la pandemia de Covid-19 acelere las tendencias educativas mundiales hacia el aprendizaje a distancia. Un trabajo reciente encontró evidencia de que varias tecnologías basadas en la web permiten una comunicación multimodal convincente que puede contribuir al desarrollo prosocial. Sin embargo, sabemos por investigaciones previas sobre enfoques de las TIC en educación que se deben abordar varios problemas.

El aprendizaje a distancia ignora la participación significativa del niño

Primero, la participación de los estudiantes es importante como un objetivo y como un medio para el aprendizaje. La Convención sobre los Derechos del Niño apoya la participación significativa de los niños, que establece que las opiniones de los niños deben buscarse, escucharse y tenerse en cuenta en las decisiones, en relación con todos los asuntos que les conciernen. Sin embargo, una encuesta reciente de profesionales, contactada a través de redes de participación y derechos de los niños en 20 países europeos, mostró que el 70% no pudo identificar una sola iniciativa de participación infantil relacionada con Covid-19. En consecuencia, cualquier nuevo enfoque en línea debe incorporar objetivos para aumentar las oportunidades para que los niños compartan colectivamente sus ideas, para garantizar que puedan resaltar inquietudes, informar las decisiones y pedir cuentas a los responsables de la toma de decisiones.

El ancho de banda impacta la interpretación

En segundo lugar, la calidad de la conexión a Internet y los servicios relacionados pueden tener consecuencias importantes en la forma en que los estudiantes ven a sus compañeros y maestros, y a la sociedad en general. Incluso los pequeños retrasos en los sistemas de conferencia tienden a moldear negativamente las opiniones de los participantes sobre otras personas. Por lo tanto, los sistemas escolares deben garantizar el acceso a una enseñanza sincrónica de buena calidad.

El aprendizaje en línea reduce la interacción

Tercero, los estudiantes en línea tienden a sentirse aislados debido a su separación física de otros estudiantes y el instructor. El desarrollo de comunidades de aprendizaje puede aliviar el problema del aislamiento y motivar a los alumnos a persistir en su aprendizaje. Varios análisis indican que el desarrollo de una comunidad de aprendizaje en línea se beneficia del uso de tecnologías asíncronas y síncronas que crean un espacio compartido en el que los estudiantes y el instructor interactúan, que se deben alentar tanto las discusiones orientadas a las tareas como las interacciones sociales, y que se debe asignar a los estudiantes tareas que requieren colaboración.

Se necesita una investigación futura para validar las pautas para desarrollar comportamientos prosociales y habilidades de colaboración, particularmente en tiempos de crisis como la actual. Las directrices deben ser probadas y refinadas para abordar las necesidades específicas del contexto y para abordar los desafíos relacionados con la provisión equitativa de educación en tiempos de crisis. Las habilidades prosociales son tan importantes como cualquier otra y no merecen ser ignoradas

Traducido por: Gabriela Flórez

Contenido publicado originalmente en la página de World Education Blog bajo licencia Creative Commons.

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