Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.
El aprendizaje integral del lenguaje despierta y fortalece la producción oral y escrita. Toma como punto de partida la necesidad comunicativa del niño expresada en la creación cuentos hechos por cada uno de ellos.