Nuestro cerebro necesita procesar la tristeza. Está bien no estar feliz a veces. No abandonen a la gente qué está triste, eso es ridículo.
La empatía se está convirtiendo en una de las competencias del siglo XXI más solicitadas por empleadores a nivel mundial.
La buena noticia: la empatía se desarrolla. La mala: con una deficiente educación emocional, también puede bloquearse.
Un factor que, si lo lográramos, cambiaría la ecuación del aprendizaje; de la misma forma en que confirmaría la existencia de una partícula fundamental, una gran teoría del universo.
Por cada 1.000 minutos acumulados de buen comportamiento, los niños se ganan 15 minutos adicionales de recreo.
La educación de un ciudadano democrático según Nussbaum y las características de su inminente desempeño en una sociedad digital globalizada.