Como profesionales de la educación debemos interrogarnos sobre las tendencias actuales de la educación y no podemos dar la espalda al mundo globalizado en el cual estamos inmersos.
Los retos de los mercados laborales que enfrentan los jóvenes de hoy distan mucho de los que afrontaron los jóvenes hace tres y más décadas. Nuevas realidades laborales reclaman nuevas perspectivas en la educación.