Como adultos podemos hacer un trabajo mucho mejor al enseñarles a los niños que ciertos tipos de comportamientos nunca son aceptables: no hay nadie a quien culpar, sino a los mismos agresores.
Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.