Tengo 18 años, soy una maestra en formación, cuando estaba en el colegio no sabía qué quería estudiar, pero un día de labor social descubrí mi gusto por ser maestra y enseñarle a niños.
Si bien puede sonar a frase de cajón, nunca está demás reiterar que nuestra sociedad demanda maestros dinámicos, eficientes y comprometidos con su quehacer.