Sea cual sea lo que se entienda como algo digno de ser admirado, lo cierto es que las bellas artes se han constituido como la fuente de creación de muchas visiones sobre el mundo.
Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.
El proyecto ‘Por el derecho a enamorarnos’ trasformó la formación de las niñas y los niños de primera infancia del colegio Manuela Beltrán- El Paraíso, en Bogotá, Colombia.