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Profesionalización docente: Competencias en el siglo XXI

Se requieren maestros más críticos e ingeniosos con un nuevo enfoque didáctico para desarrollar proyectos creativos donde sean facilitadores del aprendizaje.

Febrero 5, 2020

Para afrontar los continuos cambios que se imponen en todos los órdenes de nuestra vida, como son una economía global y los rápidos avances científicos y tecnológicos, nos vemos obligados a adquirir nuevas competencias personales, sociales y profesionales que hoy en día resultan imprescindibles. El contexto escolar no es la excepción.

Considerando que vivimos en la sociedad del conocimiento, estamos obligados como docentes a implementar estrategias que motiven a los alumnos a construir su propio conocimiento y desarrollen habilidades y competencias para enfrentar con éxito un mundo globalizado en constante cambio. Para ello, se requieren maestros con un nuevo enfoque didáctico, más críticos e ingeniosos para desarrollar proyectos creativos, donde sean los facilitadores del aprendizaje.

“Cuando hago mi planeación debo pensar en lo que les será útil a mis alumnos para enfrentar los retos de la vida diaria”.

El nuevo rol de los profesores nos exige capacitarnos, actualizarnos y estar informados sobre los avances en materia de educación. Así mismo interesarnos en los adelantos tecnológicos y, en la medida de los posible, adaptar nuevas soluciones para el aprendizaje. Colaborar con otros profesores, compartir ideas y experiencias es fundamental para enriquecer nuestro trabajo y apoyar a nuestros alumnos a mejorar el desarrollo de competencias. Se requieren docentes que impacten positivamente la vida de los alumnos y los formen para que sepan cómo actuar en diferentes situaciones, valoren ellos mismos su desenvolvimiento y sepan tomar decisiones en diferentes contextos. Ahora la educación está formando competencias para la vida y para el aprendizaje permanente de nuestros estudiantes.

Lea: Habilidades para el siglo XXI. ¡Enseñar a pensar sí es posible!

El modelo educativo Nueva Escuela Mexicana (2019) de la Subsecretaría de Educación Básica de México, preocupado por esta visión global, plantea en su propuesta que es indispensable avanzar hacia una renovación curricular “que contribuya a la formación de personas técnicamente competentes y socialmente comprometidas en la solución de los grandes problemas nacionales y globales, lo que implica fortalecer la formación ciudadana”.

El análisis (2019) de la OCDE Educación Superior en México Resultados y Relevancia para el Mercado Laboral, hace mención sobre la necesidad de un programa que desarrolle competencias tanto transversales como disciplinas específicas. También de contar con maestros altamente capacitados para el desarrollo de estos planes y programas, mejorando así la alineación entre las competencias que desarrollan y el mercado laboral para los egresados de educación media superior y superior.

En este contexto, podemos revisar los casos de éxito de instituciones educativas en diferentes partes del mundo que trabajan para crear modelos educativos innovadores como los que se presentaron en la Semana EdTech 2019 en Madrid España:

1. Sistema educativo finlandés. El primer examen nacional se realiza solo al final de la educación secundaria superior general. Tiene un modelo flexible, no hay listas de clasificación escolar, ni sistemas de inspección. En lugar de eso, acercan a los alumnos a situaciones en las que ellos mismos puedan evaluar su propio aprendizaje; de esta manera, los alumnos se enfocan en la alegría de aprender en lugar de la presión que conlleva una evaluación (World Economic Forum, 2020). Se eliminan las asignaturas y se reemplazan por ‘temas’ relevantes.

Lea: ¿Por qué Finlandia tiene uno de los mejores sistemas educativos?

2. Tecnológico de Monterrey. Apuesta en la importancia de la educación para transformar a México. Su misión es: desarrollar líderes con espíritu emprendedor, sentido humano y competitivos internacionalmente. Su nuevo modelo educativo, llamado Modelo Tec21, supone una transformación en la organización del espacio y tiempo docente, con el objetivo principal de la formación de líderes, retadores, flexible que permita desarrollar las competencias definidas.

3. Escuelas de segunda oportunidad. En 2016, la Asociación Española de Escuelas de Segunda Oportunidad se formó con la finalidad de dar respuestas educativas individualizadas e integrales a jóvenes que están fuera del sistema educativo o tienen baja empleabilidad. Su propuesta es innovadora a través de horarios flexibles e individualizados que permiten a los jóvenes tener una continuidad educativa. Cuentan con un programa de tutorías y acompañamiento integral con refuerzo en competencias básicas y laborales. Se le da prioridad a la vinculación con el mundo empresarial y el trabajo en red. También proporcionan apoyo completo en lo que respecta a las necesidades sociales y una especial atención a los jóvenes más vulnerables.

La sociedad del futuro exigirá al docente enfrentarse con situaciones cada vez más complejas como es formar para una sociedad más justa y democrática, preparar a nuestros alumnos para desenvolverse en una sociedad que cambia muy rápidamente, contribuir a formar ciudadanos conscientes, responsables y con valores.

Para comprender mejor el sentido y las dificultades estructurales de la profesionalización docentes, en 2017 realicé una investigación con el objetivo de identificar las competencias que necesita desarrollar el docente del siglo XXI. El estudio se realizó en 10 escuelas de nivel básico y medio superior. Participaron 40 profesores que imparten clase en el área de comunicación y lenguaje, Historia, Literatura, Ciencias y Matemáticas; para conocer las estrategias implementadas por ellos mismo en el salón de clase.

Los profesores se desempeñan en diferentes instituciones en México, se ubican las siguientes ciudades: en el Estado de México, Hidalgo, León, Guadalajara, Monterrey y en la Ciudad de México, en las Delegaciones Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Benito Juárez y Azcapotzalco. A continuación, les presento los resultados. El docente deberá:

  • Organizar y llevar a la práctica situaciones de aprendizaje. Tener la habilidad para relacionar a los alumnos en la participación o desarrollo de investigaciones que les proporcionen herramientas para enfrentarse a situaciones de la vida cotidiana.
  • Gestionar la progresión de los aprendizajes. Implementar estrategias para gestionar el avance de los aprendizajes por medio de situaciones problema con relación a la realidad de cada estudiante.
  • Fomentar estrategias de inclusión. Fomentar el trabajo colaborativo con base en la tolerancia y el respeto a la integridad del otro (valores).
  • Implicar a los alumnos en su aprendizaje y en su trabajo. Crear estrategias que los involucren desarrollar la capacidad de autoevaluación de su propio aprendizaje con la finalidad de tomar conciencia del progreso que han conseguido.
  • Trabajar en equipo. Tener la capacidad de involucrar a los alumnos en el trabajo en equipo e impulsando el liderazgo con la finalidad de que el equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos.

Participar en la gestión escolar. Involucrarse y participar en la gestión de la escuela desarrollando competencias de administración, coordinación y organización del factor humano para crear un buen clima institucional.

  • Aprender y aplicar nuevas tecnologías. Ser capaz de utilizar las nuevas tecnologías incorporando los métodos activos por medio de competencias técnicas y didácticas.
  • Afrontar deberes y dilemas éticos de la profesión. Afrontar los deberes y los dilemas éticos con la finalidad de cultivar la competencia comunicativa, es decir, la capacidad de una persona para comportarse y comunicarse de manera eficaz y adecuada.
  • Capacitarse continuamente. Tener la capacidad de organizar y fomentar la propia formación continua con la finalidad de ser constantemente competitivo en un mundo globalizado.

A continuación, les comparto un ejemplo de lo que realizo en mi práctica docente.

Hace algunos años, cuando inicié en esta profesión, la planeación se realizaba con base en objetivos que observaban únicamente la conducta (conductismo). Se centraban en el aprendizaje por medio del proceso de pensamiento y así llegar al conocimiento. Para evaluar, sólo se tomaba en cuenta qué tanto sabía el alumno al final del proceso educativo. Se trabajaba frente a un grupo con objetivos generales, particulares, específicos y una serie de actividades que los conducían a lo largo del proceso. Los objetivos se redactaban en futuro, ya que esto hacía referencia que al finalizar las actividades los estudiantes deberían haber alcanzado la meta propuesta.

Ejemplo: El alumno identificará un texto narrativo.

La finalidad era que el alumno conociera las características del texto narrativo y lo identificara entre otros textos. Esto ya no se hace así.

Actualmente, para desarrollar competencias en mis alumnos he tenido que cambiar el paradigma completamente y al mismo tiempo, modificar mi manera de enseñar. Ahora, al hacer mi planeación, debo pensar en lo que les será útil a mis alumnos para enfrentar los retos de la vida diaria. Identificar los conocimientos, las habilidades, destrezas, actitudes y valores que necesitarán para llevar ese conocimiento a la práctica en diferentes contextos. Por esta razón, las competencias se redactan en presente.

Debe haber un verbo, un objeto y una condición. Para evaluar debo tener presente los indicadores y los niveles de desempeño, ya que al finalizar el proceso el alumno deberá demostrar en qué nivel de competencia se encuentra.

Ejemplo de una competencia: Es sensible al arte y participa en la apreciación e interpretación de sus expresiones en distintos géneros literarios, identificando obras por sus características (textos narrativos).

Atributos   

  1.  Analiza e identifica la estructura y características de los textos narrativos y sus subgéneros
  2.  Escribe un texto de autoría propia del subgénero narrativo que elija

Ahora el alumno no solo conoce, sino que deberá llevarlo a la práctica. Basándose en sus características y elementos escribirá un texto de subgénero narrativo (la redacción y la buena escritura le servirá para toda la vida). Ya no me coloco frente del grupo a dar una clase teórica magistral por dos horas y llenar un pizarrón con puro verbo, ahora ellos deben construir su conocimiento el cual deberán llevarlo a la práctica para resolver alguna situación cotidiana.

Las actividades que implemento para el desarrollo de competencias son: actividades colaborativas, investigaciones, exposiciones, prototipos, proyectos, análisis de casos, juicio crítico, visitas, juegos, tecnología y más. Para lograrlo, me capacito en desarrollar nuevas competencias que aplico diariamente en mis clases con la finalidad de convertirme en un facilitador del aprendizaje.
Los invito a tomarse un momento para reflexionar sobre la importancia que tiene nuestra labor y la gran influencia que tenemos para integrar una mejor sociedad. Como profesionales docentes entre más preparados estemos para enfrentar los retos del siglo XXI, nuestros alumnos obtendrán más herramientas para el desarrollo de sus competencias que aplicarán a lo largo de su vida.

Acerca del autor

Luisa Guillermina Ramírez Mazariegos ([email protected]) imparte clases de Comunicación, Literatura, Lengua Española, Arte y Cultura, en el departamento de Humanidades en el Tecnológico de Monterrey, campus Hidalgo. Es doctora en Educación. Ha escrito dos libros. Uno sobre La Comprensión Lectora y otro sobre Liderazgo.

Contenido publicado originalmente en la plataforma del Observatorio de Innovación Educativa el Tecnológico de Monterrey bajo licencia Creative Commons.
 

Imagen pixabay.com

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Unidad de prospectiva educativa del Tecnológico de Monterrey
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